Rubiel García, presidente nacional de la AHS. Autor: Oriol de la Cruz / AIN Publicado: 21/09/2017 | 05:56 pm
Por estos días, hace exactamente un año, concluía un amplio y profundo proceso que nos permitió reflexionar, discutir y proyectar la Asociación Hermanos Saíz del presente y también del futuro. Nuestro Segundo Congreso definió las líneas estratégicas de la organización para una nueva etapa. De entonces acá, sin apenas descanso, hemos trabajado por implementar y concretar acciones en cumplimiento del mandato de los miles de jóvenes escritores y artistas que en todo el país participaron activamente con sus opiniones en el movilizador debate preparatorio de la cita de octubre pasado.
La Asociación, pensada desde su propia génesis como espacio aglutinador, diverso y plural, acompaña hoy los más audaces y valiosos proyectos generados por los creadores jóvenes, a la vez que continúa sosteniendo un diálogo sistemático y franco con las instituciones del sistema de la cultura, colocando frente a ellas muchos de esos proyectos; y pensando, de conjunto, soluciones y estrategias promocionales, que den respuesta a las principales inquietudes de nuestra membresía, y garanticen su presencia en la intensa vida cultural del país. Sigue siendo hoy, nuestra organización, un espacio desde donde los nuevos creadores interactúan con la política cultural, de inspiración martiana, abierta e inclusiva, que defendiera Fidel desde el comienzo mismo de la Revolución.
En la sesión final del Segundo Congreso, el compañero Miguel Díaz-Canel, Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, nos decía: «Cuba está sometida también a la influencia de un discurso único, hegemónico, que asocia juventud y frivolidad, felicidad y consumo, éxito y dinero; que hace una apología constante del capitalismo y de la superioridad imperial, a la que se suman los planes específicos de subversión contra nuestra Revolución, dirigidos fundamentalmente a los jóvenes, y dentro de ellos, a la joven intelectualidad, con el propósito de separarlos de toda intención y preocupación social, de sembrar la vulgaridad, fomentar el egoísmo y el individualismo. Por eso es tan importante para nosotros contar con una vanguardia artística joven representada en la Asociación Hermanos Saíz, que pueda hacer contribuciones decisivas en la batalla cultural, frente al proyecto colonizador global y frente a los intentos subversivos del enemigo histórico de la Revolución».
Ese llamado a continuar participando en la batalla cultural, en un contexto muy complejo, ha sido y es una de las motivaciones principales de quienes integramos hoy la organización. Nuestra mejor contribución será siempre promover y defender lo más valioso, la obra que se impone por su rigor y compromiso.
A unas horas de la celebración del aniversario 28 de la fundación de la Asociación Hermanos Saíz (surgió exactamente un día como hoy, 18 de octubre), como ya es tradición, nos reunimos para reconocer la obra de un grupo de nuestros más destacados escritores y artistas, a quienes se les entregará esta tarde el Premio Maestro de Juventudes, la más alta condición que otorga la organización a quienes constituyen un paradigma para la nueva hornada de creadores cubanos: Pablo Armando Fernández, Alfredo Diez Nieto, César (Pupy) Pedroso, Carlos Pérez Peña, Raquel Carrió, Juan Carlos Tabío, Alberto Lescay y Eduardo Torres Cuevas. Ellos han sabido mantenerse cerca de quienes comienzan, y permanecen alimentándonos con el fruto de su talento fundacional.
Reciban, queridos Maestros, junto al Premio que ustedes se merecen y hoy les conferimos, el abrazo y el cariño sincero de nuestra generación, que al reconocerlos se compromete a continuar la obra que nos han legado. Felicidades a todos.
*Intervención del presidente nacional de la Asociación Hermanos Saíz en el acto de entrega del Premio Maestro de Juventudes, el pasado 16 de octubre