La mágica experiencia del 3D llega acompañada de filmes como Gravedad, Los pitufos 2 y Lobezno inmortal, entre otros. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:54 pm
Dicen los que saben que el cine en tercera dimensión es más viejo de lo que muchos suponen y que incluso los nazis utilizaban este formato para favorecer su propaganda diabólica. Pero lo cierto es que desde que James Cameron se apareció con su Avatar y la 20th Century Fox atrasó el estreno para que en los cines de todo el orbe se instalaran proyectores 3D, lucir gafas oscuras en la penumbra de un centro cinematográfico se ha convertido en una atractiva experiencia.
Las nuevas generaciones, tecnofanáticas por naturaleza, no han dudado en llamar a tal espectáculo digital, el cine del futuro, y son cada vez más numerosas las películas que estrenan sus versiones tridimensionales, dotando a los espectadores de una experiencia visual mágica, donde se potencian los efectos especiales, y la profundidad de los planos te hace creer que la historia transcurre justo delante de tus ojos y que esa bala que se escapa puede alcanzarte si no te alejas a tiempo.
Muchas de estas producciones de reciente factura son las que el espectador podrá disfrutar en la acogedora sala Charlot del cine Chaplin (10:30 a.m. y 8:00 p.m.) y en la sala Patria (10:00 a.m., 2:00 p.m. y 5:00 p.m.), esta última ubicada en la esquina que forman la calle homónima y la Calzada del Cerro, por un precio de diez pesos MN cada entrada.
Con las famosas gafas «especiales», que simulan el efecto 3D y garantizan el mejor visionado, comenzará la aventura que en este mes veraniego ha puesto su acento en el público infantil y juvenil, y que son la excusa perfecta para maquinar una salida en familia.
Ante los ojos de los más pequeños cobra vida la tropa de graciosas criaturas azules en Los pitufos 2; y la larga melena dorada de Rapunzel, la primera princesa Disney generada por computadora, los deja colgados del castillo en ese clásico que es Enredados. Mientras, Blu y Perla, los guacamayos azules de Río, comparten sus aventuras entre samba, favelas, el revuelo del carnaval y toda la colorida magia de Río de Janeiro.
Al terreno de los dibujos animados se unen Thor: el mundo oscuro, Epic: el mundo secreto y Los croods: una aventura prehistórica, todos estrenados en 2013, al igual que la producción española Justin, la espada del valor.
A elevar las dosis de adrenalina provocadas por los géneros de acción, aventuras y ciencia ficción sirven títulos como Titanes del Pacífico, Percy Jackson y el mar de los monstruos y Caminando entre dinosaurios. Sin que pare la fiesta sensorial, grandes estrellas del cine se mueven en todas sus dimensiones, como es el caso de Keanu Reeves en La leyenda del samurái, Hugh Jackman en Lobezno inmortal y Will Smith que se acompaña de Tommy Lee Jones y Emma Thompson en la tercera parte de la saga Hombres de negro.
Sin lugar a dudas, las fabulosas imágenes de Gravedad no pueden ser disfrutadas plenamente si no es en su versión 3D. La cinta, ganadora de siete premios Oscar, dirigida por el mexicano Alfonso Cuarón e interpretada por Sandra Bullock y George Clooney, hace gala de sus efectos especiales para comprometer al espectador con esta historia que transcurre en la ingravidez sideral.
Con similar énfasis en el espectáculo de la mirada, La invención de Hugo, de la mano de Martin Scorsese, supone un homenaje al nacimiento casi artesanal del séptimo arte, al rescatar la figura de George Méliès, y lo emprende contrastantemente desde su realización con una de las mejores técnicas de la actualidad, el 3D. Entre el cine de ayer y hoy se encuentra a su vez una propuesta singular: El mago de Oz.
Ese antológico musical que en 1939 grabara en la memoria los nombres de Judy Garland, Frank Morgan, Ray Bolger, Bert Lahr y Jack Haley, retorna al encuentro con las jóvenes generaciones en su versión tridimensional, realizada por su aniversario 70.
3D en prespectiva
Con Benigno Iglesias, vicepresidente del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos, conversó JR para conocer cuáles son los proyectos que en torno a estas novedosas opciones culturales prepara dicha institución.
«La política del Icaic con relación a las salas 3D es abrir nuevos espacios en toda la Isla en la medida en que logremos el financiamiento necesario para adquirir el costoso equipamiento técnico. En este sentido, además de las dos salas existentes en la capital, ya están funcionando en el interior del país una montada en el Multicine Casablanca, en Camagüey, y otra en el Rialto, en la ciudad de Santiago de Cuba», explicó.
Iglesias, quien también está a cargo de la programación cinematográfica, añadió que se labora para fomentar «en cada capital de provincia una sala con estas condiciones, con la visión de que se extiendan luego a otras ciudades; pero esto también depende del presupuesto que cada territorio destine para este propósito».
De igual manera adelantó algunos proyectos ambiciosos del Icaic para 2015 y que beneficiarán a los espectadores con las gustadas experiencias tridimensionales:
«Tenemos un proyecto muy ambicioso que es la remodelación del cine Yara, para dotarlo de una proyección enteramente digital, lo cual redundará en una calidad de imagen y sonido que hasta ahora nunca se ha visto en Cuba, y se está evaluando también la posibilidad de que dentro de las opciones de este local esté incluido el 3D.
«A su vez, en la capital estamos pensando en habilitar una de las salas del Multicine Infanta. Estará dotada de una pantalla mucho más grande y contará con más capacidades que las que tenemos en la actualidad, pues la sala Charlot posee 45 lunetas y Patria solo 30. Aunque estas modestas proyecciones han funcionado muy bien con el público, es nuestro deseo trabajar en pos de que los asistentes puedan disfrutar de un buen espectáculo en 3D», afirmó.
Respecto a las líneas que rigen la selección de filmes para la cartelera en 3D, el directivo aseguró que mantienen la consonancia con la política de exhibición del Icaic, la cual responde a su vez a la política cultural del país: «Exhibir lo mejor, sin acudir a productos banales ni tonterías donde se promueva la violencia gratuita o la discriminación social, entre otros temas. Deseamos brindar, por un precio asequible, productos de calidad a nuestro pueblo».
Engañando al cerebro
Desde que los hermanos Lumière dieron a conocer el prodigio del cine, surgió la inquietud por dotar con la tercera dimensión al nuevo invento. Los orígenes del sistema digital 3D se remontan entonces a 1890, con las primeras pruebas técnicas, y al temprano 1922, cuando el primer largometraje en 3D, The power of love, llega sin ningún éxito a las salas comerciales de Los Ángeles.
Como se sabía que el cerebro creaba la sensación de tridimensionalidad sumando las dos imágenes que recibía a través del ojo izquierdo y del derecho; el problema consistía en hallar una solución técnica que permitiera proyectar esas dos imágenes de forma separada para que el cerebro las uniera.
En la actualidad el proceso se genera cuando el proyector digital del cine reproduce las imágenes del ojo izquierdo y derecho a 144 cuadros por segundo, intercaladamente. Para ver la imagen y decodificarlas, se necesitan lentes especiales. Debido a la velocidad de cuadros y los lentes utilizados, cada uno de los ojos del espectador recibe una imagen, con puntos de vista distintos, haciendo que el cerebro interprete profundidad mediante la fusión de las imágenes.
El 3D se está comenzando a usar mucho más en los últimos años, aumentando significativamente el número de salas a nivel mundial con esta tecnología, que también se expande hacia el mercado de los televisores, las computadoras y los videojuegos.