Una figura importante de la música cubana, Bebo Valdés, falleció este viernes en Suecia a los 94 años. Además de pianista, se destacó como compositor, arreglista y director, y fue creador de las famosas descargas de jazz afrocubano y de un ritmo propio, la batanga.
Bebo tuvo la oportunidad de compartir escenarios con grandes de la música cubana como Benny Moré, Chano Pozo e Israel López, «Cachao».
Nacido en Quivicán en 1918, sobresale su aporte a la fusión del flamenco y del jazz, lo que le valió ser multilaureado en los premios Grammy Latino. Entre sus obras más valoradas estuvieron los álbumes Lágrimas negras, en el año 2002, junto a Diego El Cigala, y Juntos para siempre, acompañado de su hijo Chucho, renombrado pianista de jazz afrocubano, exaltado como uno de los mejores pianistas y jazzistas internacionales.
Se distinguen dos etapas en su carrera. La primera en la Isla junto a su orquesta Sabor de Cuba, y la otra fuera de esta, que inició en Estocolmo a partir de 1960.
Bebo Rides Again marcaría el regreso a la prominencia tras 30 años de silencio artístico, luego de cumplidos los 76 años. De esta etapa trasciende El arte del sabor, disco facturado en 2001 con el director de cine Fernando Trueba, quien se inspiró en él para su película animada Chico y Rita.
Establecido en Málaga, España, se trasladó hace dos semanas a Suecia, donde viven algunos de sus hijos —en Cuba también reside la reconocida cantante Mayra Caridad Valdés—, debido al agravamiento de su salud.