¿Dónde están los errores? Veamos: «Mi hija hembra se compró un vestido, cuyo vestido regaló a su media hermana». No hay hijas varones, así es que quitemos la palabra hembra, que además suena muy mal refiriéndose a una hija. Cuyo es —de eso hemos hablado— un pronombre relativo, que además tiene carácter posesivo. Dijimos en una ocasión: El libro cuyo título es tal, sí, porque el título es del libro, pero el vestido —en este caso— no es del vestido. ¿Creíste que media hermana constituía un error? Pues no. Medio no es aquí adverbio, sino adjetivo, se refiere a hermana que es un sustantivo, por tanto, varía para concordar con el nombre que califica o determina. Como media naranja, por ejemplo. Si fuera medio tonta, ya sería diferente, pues tonta es un adjetivo modificado por el adverbio medio.
Marcos Daniel López Gracia me escribe para preguntarme si no me he fijado en la moda que han adoptado muchos cubanos de usar la preposición a como los españoles: Voy a por ella. Los deportistas van a por las tres medallas. Es cierto que una gran cantidad de coterráneos son «recorteros» (así decían aquí hace algún tiempo a los imitadores).
En la lengua de los arahuacos, boricuas significaba «comedores de cangrejos». De ese modo se llamaban los taínos que vivieron en Puerto Rico o Borinquen («Tierra del señor valiente»); por eso aún se dice boricua o borinqueño al puertorriqueño.
Leí hace poco que ya se considera válido decir estadunidense al norteamericano. En México se escucha con frecuencia esta forma.
Nurse y nursery pertenecen a nuestra lengua desde hace algún tiempo. Proceden del inglés, pero se pronuncian entre nosotros como se escriben. Nurse es sinónimo de niñera o institutriz. Claro está, se recomienda el uso de estas últimas. Los cubanos empleábamos «manejadora», que no aparece registrada. Nursery es la sala del hospital donde ingresan a los recién nacidos, y la guardería de los niños de pocos meses. En español se dice preferentemente: sala de cunas, sala cuna o nido.