Actuación de Ernán López-Nussa (izquierda) y su grupo, durante la cuarta jornada de la tercera edición del Festival Leo Brouwer de Música de Cámara, en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís. Autor: Abel Ernesto/AIN Publicado: 21/09/2017 | 05:14 pm
El guitarrista y compositor cubano Leo Brouwer rindió tributo a su colega y amigo Chucho Valdés por su 70 cumpleaños en un doble concierto en el que alternaron el jazz y la música clásica, dijo PL.
Ausente a la velada por compromisos profesionales, el fundador del grupo Irakere fue homenajeado por intérpretes jóvenes y veteranos, quienes enaltecieron su destacada trayectoria.
Hoy estamos celebrando a un gigante, a uno de los grandes del jazz del siglo XX, expresó Brouwer ante un auditorio que colmó la Basílica Menor del Convento San Francisco de Asís y disfrutó un programa con piezas de ambos músicos y clásicos como Beethoven.
Bajo el título de La fiesta de la Luz, el concierto comenzó con el primero de cuatro estrenos mundiales, entre ellos La región más transparente (1982), una obra de Brouwer inspirada en un poema precolombino mexicano.
Las interpretaciones estuvieron a cargo del violinista Fernando Muñoz y la pianista Ana Gabriela Fernández, del dúo Habana da camera, quienes se llevaron las palmas.
El público escuchó además cinco versiones para dos guitarras de los Beatles, compuestas por el autor de Concierto de Lieja entre 1974 y 2010.
Eleanor rigby, A ticket to ride, She is leaving home, The fool on the hill y Penny Lane fue la selección de obras beatlerianas que tocaron la española Anabel Montesinos y el cubano Marco Tamayo.
Uno de los momentos especiales lo ofrecieron las integrantes del quintento de viento Santa Cecilia quienes, acompañadas por el pianista Darío Martín, estrenaron la obra La fiesta de la luz, compuesta el pasado año por Brouwer.
Una fiesta que, al decir de su autor, recuerda a varias decenas de arias y oberturas operísticas de Mozart y Rossini, cuyos finales o codas son idénticos.
La nota más alta de la noche la ofreció el jazzista Ernán López-Nussa y su grupo con una versión del Mambo influenciado (1941), de Valdés; La perla del Edén (sobre La bella cubana de José White), y Danzón patético (sobre tercer movimiento de Sonata patética de Beethoven), con las que se llevó fuertes aplausos.
La primera parte de la noche cerró con Glosas sobre un tema del Aranjuez, en el que López-Nussa unió en una pequeña descarga al guitarrista español José Manuel Hierro y al laudista cubano Erdwin Vichot, entre otros.
Al concluir la velada los asistentes salieron a las plazas habaneras en un performance hasta la Casa de África, en el centro histórico de la ciudad, donde el grupo Síntesis celebró a Valdés y Brouwer, dos de las más grandes figuras de la cultura cubana.
El concierto cerró la penúltima jornada del III Festival de Música de Cámara, que concluirá mañana en la sala Covarrubias, del Teatro Nacional.