El realizador Randol Menéndez Cruz (izquierda) durante el rodaje de uno de los capítulos. Autor: Cortesía de la fuente Publicado: 21/09/2017 | 05:11 pm
Como mismo hiciera en la década del 70 el ya desaparecido ambientalista español Félix Rodríguez de la Fuente con su extraordinaria serie El hombre y la tierra, que en su tiempo inauguró una nueva forma de documentar la naturaleza, el joven realizador cubano Randol Menéndez Cruz se ha propuesto descubrirle a sus coterráneos los tesoros de la flora y la fauna de la Isla.
Todo comenzó en el 2008, cuando junto a un equipo del Canal Educativo/2 se adentró en la región de Cuba por donde se esconde el sol para rodar Guanahacabibes, península declarada Reserva de la Biosfera y Parque Nacional por la UNESCO. Después Randol se involucraría en otro proyecto: Lomas de Banao, que lo pondría en contacto con el centro sur de la provincia de Sancti Spíritus, en las montañas del Escambray, donde se llevan a cabo diferentes proyectos de conservación de la flora y la fauna endémicas amenazadas.
Ahora, cuando como parte de la programación del verano, el Canal Educativo/2 estrena Hábitat, Menéndez Cruz, quien además se encargó de la fotografía, le explica a Juventud Rebelde que fue Lomas de Banao la que le preparó el camino para adentrarse en las áreas protegidas que administra la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna, dirigida por el Comandante de la Revolución Guillermo García Frías.
Con guion y codirección de Susana Rodríguez, la producción de Bismar Fernández, y la edición y musicalización de Ariam Castro, el próximo viernes, a las 7:30 p.m., el CE/2 transmitirá el tercer capítulo de Hábitat de los nueve que se han concebido para este verano, pues esta excelente serie conducida por Raúl Isidrón, quien se presenta ante los televidentes en una faceta diferente a la que los tiene acostumbrados, terminará con 15 ediciones. Solo que el resto se exhibirá para finales de año.
Acercándonos a los flamencos se titula esta tercera entrega, que se desarrolla en el Refugio de Fauna Tunas de Zaza. Al igual que los otros capítulos, este consta de 15 minutos que dejarán al espectador con deseos de conocer aún más sobre el Phoenicopterus ruber, nombre científico de esas aves zancudas que vuelan rasantes sobre la laguna costera, donde nidifican en una determinada época del año.
Pasaje a lo ¿desconocido?
Todavía está a tiempo, estimado lector, si usted se halla entre aquellos que no se han acercado a Hábitat, la cual, de seguro, lo atrapará desde el mismísimo diseño de presentación de Leordanis R. Fernández, quien también tiene a su cargo la despedida. Y es que a esta nueva propuesta de la TVC aún le queda por develarnos, de una manera amena e instructiva, algunos de los «secretos» que guarda la Reserva Florística Manejada Lebrije, ubicada en el municipio de Jatibonico.
Por la notable diversidad de la mencionada área, Hábitat le dedicará cuatro interesantes episodios, según adelantó Randol. «Esta será una oportunidad para admirar nuestros caballos de pura sangre, auténticamente cubanos, al estilo del Criollo de Trote y el Patibarsino; de sorprendernos con una planta endémica de esa zona como el Melocactus guitarti de León —se conoce con el nombre vulgar de erizo—, que pertenece al género de las cactáceas y constituye una maravilla botánica; o con una especie autóctona como el Anolis lucius, uno de esos lagartos tan nuestros».
Cuenta Randol que el recorrido del equipo que también conforma Otton Bada, responsable del sonido, abarcó una zona como la Reserva Florística Manejada Fomentos, «que se hace irresistible por sus valores desde el punto de vista geológico. Cuando llegue dicho capítulo, los televidentes advertirán las huellas del impacto del asteroide que provocó el cráter de Chicxulub, en el Golfo de México, al norte de la Península de Yucatán.
«Bueno, pues en esta zona del país se pueden apreciar los rastros de esa explosión que condujo, según afirman los científicos, a la extinción masiva del Cretácico-Terciario, y que provocó la desaparición, entre otros géneros biológicos, de la mayoría de los dinosaurios».
Por supuesto que en este viaje por «ese edén terrenal», no podía dejarse a un lado a la Reserva Florística Manejada Jobo Rosado, la primera área de este tipo con que contó la tierra espirituana.
«De ahí, dice extasiado Randol, son los ríos intermitentes que fluyen durante la época de lluvia. Y tuvimos el privilegio, siempre con el apoyo de la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna, la cual coprodujo la serie junto al Canal Educativo/2, de filmar también en período de seca para que el espectador pudiera notar las diferencias.
«Impresiona la belleza de estos parajes, y es que estos ríos transportan el carbonato de calcio que va formando unas estructuras únicas en el terreno que parecen obras de arte... Como ves, a pesar de que habíamos realizado Lomas de Banao no podíamos ignorar los valores de esta región que posee una biodiversidad florística y faunística muy grandes, lo cual, además, nos daba pie para hablar del serio trabajo de protección y conservación que desarrollan los especialistas de Flora y Fauna.
Enseñar, entretener, atrapar
Es evidente que con Hábitat Randol se propuso realizar una serie muy dinámica desde el punto de vista del montaje. Pero no solo eso, sino que también quiso que fuera más cercana a lo dramatizado a partir de la situación que en cada capítulo se le «impone» a Raúl Isidrón. «Eso, por supuesto, la hace más atractiva, lo que no significa que descuidemos la parte didáctica, porque nos interesa instruir, mas por medio del entretenimiento».
Reconoce Menéndez que filmar naturaleza no es oficio sencillo. «De hecho resulta bien complicado, porque con frecuencia hay que superar muchos obstáculos, tanto por las condiciones del terreno, como por las climáticas».
Y no obstante, cuando se disfruta Hábitat, el televidente no se percata de que a veces el equipo se las vio gris, a pesar de que el equipamiento, sin ser el ideal, se comportó a la altura del ambicioso proyecto. De cualquier manera, siempre buscaron alternativas, «como la de utilizar los carros de la Empresa Eléctrica en sustitución de las llamadas cabezas calientes, para hacer grandes movimientos de cámaras y así conseguir una fotografía más panorámica y bella», enfatiza Randol.
Lo cierto es que Hábitat quedará como una meritoria obra audiovisual que logró grabar por primera vez la manera en que un ave endémica de Cuba como la Cartacuba forma su nido.
También será muy curioso, señala este joven apasionado, acercarse a los sitios de nidificación de las aves acuáticas o ser testigo del parto de una yegua de una de las razas cubanas».
—Entonces, ¿satisfecho?
—No puedo negarlo, aunque ha sido un reto, porque hemos tenido que rodar en manglares, con el fango hasta la cintura, o escalar elevaciones como Piedra Gorda, situada a unos 250 metros sobre el nivel del mar, pero que representa un monumento local de gran valor natural.
«A veces sucedía que cuando llegábamos al lugar las situaciones que nos tropezábamos nos llevaban a transformar el guion, como nos pasó en esa peligrosa loma donde de repente, y para asombro nuestro, dimos con un querequeté que estaba anidando. Pero justamente todo eso hacía la aventura más placentera, más excitante, algo que esperamos que capten también los espectadores».
Un promedio de ocho días le tomó al equipo que comanda Randol Menéndez realizar cada capítulo de Hábitat, la cual formará parte de Cartacuba-Video Naturaleza, un proyecto de la TVC que desarrollará esta línea de producción que en la Isla, como en el mundo, tiene tantos seguidores. Por eso alegra saber que no habrá que esperar hasta el próximo verano para aplaudir el arribo de la otra temporada de una serie empeñada en mostrarnos las maravillas de esta tierra.
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