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Siempre que veo en un libro: «Editor-Esteban Llorach», busco las notas que este, tan buen amigo como excelente profesional, ha escrito en él. Es un maestro cuyas lecciones no debemos desaprovechar. Acabo de requeteleer Platero y yo. He hallado, en esta edición, una relación de palabras creadas por Juan Ramón Jiménez, su autor, y confieso apenada no haberme detenido antes en ellas. Me parece que pueden interesarte también, y ahí te van: Padrastreo, derivada de padrastro, es cualquier obstáculo que hace daño o estorba.
Sabes que matadero es el sitio donde se mata y desuella el ganado destinado al abasto público. Pues el autor creó un sinónimo: moridero. Aparece cristalidad, como sinónimo de opacidad —de opaco, que impide el paso de la luz. Metalería, dijo del ruido que producían los metales de las bandas. Y encontró, más en su corazón que en su mente, deshombrar —des y hombre—, para usarla, por analogía, de desasnar, quitar a alguien la rudeza o quitar la rusticidad por medio de la enseñanza.
La organización palestina Hamas de la que tanto se habla, debe pronunciarse «jamás» —ya lo aclaré en una ocasión— como nuestro adverbio de negación. Algunos locutores insisten en hacerla llana: «jamas».
La libido es el deseo sexual. Se oye con frecuencia: la «líbido». Quizá por el parecido con el adjetivo lívido, que nada tiene que ver con el sexo.
No se dice «El cordón ombligal». Lo correcto es umbilical. Sí es cierto que procede de ombligo; pero quien me preguntó no ganó la acalorada discusión, segura de que la razón era suya.
La respuesta de hoy
Bueno, más que respuesta de hoy, debiera llamarse aclaración de hoy. Un lector, futuro veterinario, me escribe para que agregue a los nombres de los caballos, de acuerdo con el color de su pelaje: tordo. Es el que tiene el pelo mezclado de color negro y blanco. Muchas gracias. En el diccionario aparece: tordo, da. Así nombran al caballo, a la yegua, al mulo o a la mula parecidos al plumaje del tordo, un ave negra y blanca.
