Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Con todos de Buena Fe

Los seguidores del popular dúo utilizaron a la web de Juventud Rebelde como mediadora de una conversación que hurgó en la discografía de los músicos, sus fuentes de inspiración y su visión martiana de la Isla

Autor:

Yelanys Hernández Fusté

Cinco preguntas humanas se entrelazan con respuestas sinceras que llevan la aureola martiana de que Todo el mundo cuenta. En poco más de cuatro minutos de canción, es evidente la guía, el símbolo del poeta y luchador que hizo verdadero su verso al mo-rir de cara al sol. El sencillo se une a otros 11 para formar esa etérea fórmula que es ¶ (3,14).

Buena Fe deja impregnada en su último disco la estela del pensador cubano. Lo ha-ce también en la ruta que encausan por la Isla y que han nombrado Con todos. Una respuesta de Israel Rojas, voz y líder del dúo, los aprestaba antes de partir: «Soy ateo, pero Martí es mi religión. Cuba, mi templo».

Le contestaba así a Ricardo, uno de los tantos seguidores de Buena Fe que utilizaron a Juventud Rebelde digital como mediador de una conversación que hurgó en la discografía del grupo, en qué inspira cada canción y en las formas de promoción para los noveles artistas. Un «cibermomento» que permitió igualmente conocer la filosofía de vida de Israel Rojas y Yoel Martínez. Tres horas de diálogo que ahora resumimos en el papel, sin más mediación que la palabra del público y los músicos.

Buena Fe adentro

De un lado de la web, Reynier desea co-nocer detalles de la mítica unión del dúo que ahora se presenta como una banda. Yoel le explica que fue «en esencia, dos guantanameros que decidieron unirse un día y hacer canciones, y aun cuando fueran duras sus letras o sintiera alguien que ponían el dedo en la llaga, fue con responsabilidad y de buena fe».

Israel insistió en que resulta divertido «el trabajo en colectivo, es muy funcional y lúdico. Nos fajamos, pero no nos hacemos daño. Aprendemos y crecemos. ¿No es eso la vida acaso?».

Viajando a los inicios, Gilmar les recordó a ambos artistas aquellas tardes de descarga en el Parque Martí de la ciudad que los viera nacer. Yoel se apresuró a rectificarle: «Eran momentos de rones y guitarras, que parecía que venía Buena Fe en camino, pero solo quedaba una gran resaca con hipoglicemia... Ya luego, en la Casa del Joven Creador, sí comenzamos a tomarnos en serio lo de las descargas con buenas canciones y menos ron».

A los que encuentran las mil y una formas de analizar la discografía de Buena Fe, Israel les señala que «los discos nos parecen consecuentes con nuestro entorno, nuestra edad, nuestra espiritualidad. No vemos un disco superior a otro. Queremos que ca-da uno refleje nuestras inquietudes y tratamos de realizarlo lo más acabado posible. Con la mayor calidad de sonido, de arreglos, con la experiencia acumulada...».

Los fonogramas son como un hijo. Los ve así Yoel, quien tampoco podría hablar de ¶ (3,14) y Extremistas nobles —hecho de conjunto con el cantautor Frank Delgado— sin mencionar Déjame entrar. Es que cada entrega muestra la madurez artística que van adquiriendo, pues «cada año de vida Buena Fe vive diversas experiencias en su carrera» y ello matiza sus álbumes.

Los seguidores se fijan en los detalles más mínimos. Yordanys ha notado el corazón de las barajas (pica) en el diseño de las caratulas de los compactos. «¿Por qué decidieron que ese símbolo los caracterice?», pregunta, a la vez que les lanza dos nuevas inquietudes: «¿Existe alguna relación entre los nombres de sus discos? ¿Les han provocado algún tipo de inconveniente las letras de sus canciones?».

Yoel precisó que la pica estuvo desde Dé-jame entrar, cuando Tomás Miña la incluyó en el diseño del CD. «Todo encajaba: primer disco, llegados de Guantánamo, queríamos entrar y comunicarle a la gente lo que contenía el 480 —primer número de serie de un producto nuestro en la EGREM.

«Entonces Israel comentó la idea de po-nerle al corazón un triangulito para salvar nuestra imagen. Cuando indagamos, era muy interesante el significado de la pica. En cada disco se muestra en diversos diseños, justo la espada que necesitaba Buena Fe».

Sorprende en las revelaciones de los músicos la carencia de una relación entre el nombre de cada uno de sus discos. Israel explicó que todo se debe a que «la casualidad y causalidad se han dado la mano y no-sotros hemos sido oportunos de atrapar la idea, de manera que se integre a los trabajos anteriores y vaya completando un discurso estético».

¿Inconvenientes?, pues confiesa que «algunos temas sí y otros no. Pero no nos ahogamos en las lamentaciones. No creemos tener siempre la razón, y por eso nos parece lógico que las canciones tengan tropiezos a la misma altura que aceptaciones. Si no, no sería real».

Catalejo que todo lo ve

¿Cómo pueden ver nuestra cotidianidad y luego sintetizarla en metáforas que logran ese efecto tan profundo y auténtico? La inquietud viene de un usuario que se nombra «Lacuba», también de Claudia Marín y del médico Javier Domingo, actualmente de misión en Venezuela.

Israel les dijo que para darle luz a las le-tras se apoya en los profesores que ha te-nido, «desde Margarita, mi maestra de primer grado, hasta Lezama, que ahora fue que lo descubrí».

En cuanto al realismo, aclaró que encontraron la clave en trabajar de manera sacerdotal, «sin sábados, ni domingos...».

Cada vez que alguna dificultad se levanta, la pregunta para enfrentarla ha sido: «¿Qué haríamos si estuviéramos en Guantánamo?». Y ese «viaje a la semilla» como fuente de motivación, tiene también el efecto de ponerte los pies en la tierra, cuando la vanidad nos hace desplegar unas alas que no son las de volar hacia los demás, sino hacia el egoísmo enfermizo. La cura es no olvidarte de tu barrio».

La chilena Alcione y la periodista venezolana Brigitte Hernández le solicitan a Buena Fe que ofrezca su parecer sobre conceptos y dogmas que habría que reverdecer.

Ellos enumeran: «La pasión por los sueños, el compromiso con la vida, amar al prójimo como a uno mismo... Quizá es muy ro-mántico, pero es la única manera de salvar y de salvarnos como seres humanos.

«Es terrible que a parte de la juventud de este mundo la movilice hoy más un campeonato deportivo que la protesta contra una guerra. Los centros de poder hacen todo lo posible por embobecernos. Si lo logran, estamos perdidos. Ellos, los dueños, también están perdidos, lo que pasa es que no se enteran aún.

«La responsabilidad de los artistas en es-tos tiempos de cambios es la misma: ser consecuentes con su pueblo y su tiempo... Que la humildad nos acompañe, será vital. La humildad de sabernos útiles, pero ni mejores ni peores que el obrero, el campesino, el soldado, el estudiante, el emigrante, el periodista. En fin. Estar al lado de la gente para que la Revolución no se detenga jamás y se la sepamos legar a nuestros hijos».

Arsenales de la promoción

Debemos verlos más a menudo en conciertos y en programas musicales de la televisión y la radio. Lo reclama la artemiseña Yusi, que trabaja en el Centro de Investigaciones del Petróleo.

«Pero si no paramos de trabajar y de hacer presentaciones, le responde Israel. Lo que pasa es que Cuba no es solo donde resides y no tenemos el don de la ubicuidad. Tenemos una web (www.buenafemusica.com) donde te puedes enterar de los conciertos.

«Por otra parte, la televisión es un espacio que todos los músicos necesitamos, pero depende de los directores de programas. Si no te llaman...».

Por su parte, Yarian Quintana Hernández y Brian quieren saber si los músicos se sienten afectados por el hecho de que su obra vaya, sin ánimos de lucro, de (memoria) flash en flash, de PC en PC y de quemador en quemador.

Yoel le contesta en forma de mensaje y a nombre de aquellos artistas que no existen en el mercado de las trasnacionales: «¡Vi-va la piratería!». Su colega Israel ve en ese fenómeno un aliado para «los artistas independientes, los que no tienen nada que perder, los que ven el arte como una maravilla democrática y abierta, como un bálsamo para quien lo necesita».

El capitalismo y sus presagios

El estudiante de Ingeniería nuclear Ariel Zúñiga, quiso conocer qué piensa Buena Fe acerca de los jóvenes que se dejan deslumbrar por la vitrina del capitalismo, apartándose de sus raíces, su cultura.

A Yoel Martínez le bastó ver «el Primer Mundo, el Segundo y el Tercero, para darme cuenta de que mis padres tenían toda la razón. Lo más importante es lo que llevas dentro, ese es tu gran tesoro. Esos valores que te inculcaron, no te los puede quitar nadie», apuntó.

Mientras, su colega Israel afirmó que por cada muchacho «que sucumbe, hay dos que despiertan. Cada día conozco a más jóvenes que despiertan, o que nunca se han dormido, y me da fe en el futuro. Solo es fecundo lo que brilla con la luz de la virtud.

«Los que atacan a Cuba por Internet o los que solo tienen quejas que imputarnos, al menos yo, no les hago mucho caso. “La candela es aquí” y nosotros sabemos apagarla cuando hay que apagarla o utilizarla cuando el frío aprieta».

A Frank Josué y otros ciberlectores les interesó saber de la gira de Buena Fe por Estados Unidos y algunos elementos de la retroalimentación con ese público.

Israel sintió que era hora de hablar de satisfacciones e insatisfacciones. En cuanto a las primeras, aseguró: «El público maravilloso, excelente, respetuoso. Con gran nostalgia y necesidad del encuentro con el arte que se genera en su cultura. Y los norteamericanos que fueron a las presentaciones, ávidos de lo diferente, muy cultos.

«La prensa amarillísima (no amarillo pollito) y falta de profesionalidad. Pero entendemos que no nos atacaban a nosotros, sino al intercambio cultural. No a nosotros, sino a las ilusiones de que podíamos ser utilizados como cabeza de playa contra nuestra gente».

Todo el mundo cuenta

¶ (3,14) lleva el espíritu del Maestro y sus autores aseguran que es «una suerte de alquimia musical, de interacción continua con la realidad de nuestro tiempo y nuestro mundo. Es un disco que relata cómo podemos ser los cubanos de humoristas y de serios, de alegres y de melodramáticos y de sensibles y de ásperos».

Las canciones del fonograma recorren la Isla desde el pasado 6 de enero. En 14 presentaciones —la última se desarrollará el día 27 en el capitalino Parque Central—, Buena Fe rinde tributo al más universal de los cubanos, porque «para hacer conciertos y homenajear a Martí siempre habrá ganas».

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