Más que descubrir niños con aptitudes artístitas, Carrusel de la alegría ha encontrado en cada uno de ellos el talento innato que llevan dentro. Autor: Isairis Sosa Hernández Publicado: 21/09/2017 | 05:03 pm
Con la presentación del espectáculo Cinco para los Cinco, dedicado a los héroes cubanos que guardan injusta prisión en cárceles de Estados Unidos, el proyecto sociocultural capitalino Carrusel de la alegría celebró el domingo su quinto aniversario.
En su sede del cine de Managua, en la periferia de la capital, los más de 50 niños y niñas que conforman el proyecto interpretaron personajes disímiles, cantaron temas antológicos del repertorio infantil, bailaron a ritmo de son y merengue, intercambiaron frases y refranes con el profuso auditorio y recitaron el poema Regresaré, que escribiera Tony en nombre de los Cinco.
En un momento especial de la tarde en que público y artistas se fundieron en uno, estos príncipes enanos confeccionaron cohetes de papel para hacerlos volar —con la fuerza de la imaginación infantil— hasta las celdas de Gerardo, René, Ramón, Fernando y Antonio con mensajes de amor y esperanza.
El espectáculo, que recordarán por mucho tiempo pequeños y adultos en Managua, concluyó con un gran «¡Volverán!» coreado por todos con las fibras del corazón.
Bajo la guía secretamente abnegada de su directora María Isabel y de sus jóvenes instructoras de arte, desde 2005 el grupo ha llevado la cultura a la comunidad con talento salido de ella misma. Pero más que descubrir niños con aptitudes artísticas, Carrusel… ha encontrado en cada uno de ellos el talento innato que lleva dentro.
Al verlos actuar, bailar, cantar y disfrutar de una niñez ennoblecida por el arte, pienso que es preciso multiplicar proyectos como este, y abrirles con más frecuencia las puertas del apoyo, porque involucran a toda la comunidad en un empeño que pretende, como quiso Martí, «enseñar como sin querer».