La obra escultórica en bronce, a tamaño natural, del Bárbaro del Ritmo, es la propuesta creativa que el artista de la plástica Lesmes Larroza emplazó a la entrada del estudio principal de la emisora Radio Progreso. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 05:01 pm
Bastón en mano y con sombrero alón, luciendo su traje característico de chaqueta larga, tirantes y pantalones anchos, enrumba, con zapatos de dos tonos, sus pasos de gran bailador por un pentagrama musical, camino que concentra la esencia de su vida.
Lo encontramos entonando una melodía, y a sus pies una frase en notas musicales: «Benny Moré en la Onda de la Alegría otra vez». Es la obra escultórica en bronce, a tamaño natural, que el artista de la plástica Lesmes Larroza emplazó a la entrada del estudio principal de Radio Progreso, escenario desde el cual el músico infinito grabó algunas de sus interpretaciones más conocidas.
Acerca de los motivos que lo condujeron a este encuentro con el Benny; y de otros detalles de su quehacer artístico, dialogó JR con el novel creador. «La obra se distingue por ser un relieve. El hecho de que se haya emplazado en este lugar es muy bueno, porque este espacio, justo a la entrada del estudio de grabaciones que lleva su nombre, carga al conjunto escultórico de una connotación especial desde el punto de vista espiritual y visual», asegura Lesmes.
Para Larroza significa la representación del retorno de ese grande de la música y la cultura cubanas. Según su concepción, lo más importante es que se pensó como «una propuesta del Benny».
Cada creador tiene su forma única y personal de apropiarse de los símbolos e interpretar códigos. En el caso de este joven artista, graduado del Instituto Superior de Arte, su intención fue conducir al público a la reflexión en torno a la imagen y la iconografía del compositor de temas como Bonito y sabroso, Santa Isabel de las Lajas y Cómo fue.
«El cubano en general se identifica mucho con la personalidad del Benny, cada quien lo lleva dentro de una forma especial, con sus recuerdos y anhelos. Mi propósito consistió en que pudiéramos encontrar en la pieza la idea de él que hemos forjado en nuestra mente.
«A partir del diálogo, la confrontación, incluso de la contradicción de si se parece o no, intenté que la obra se erigiera como un camino de rememoración», explica el creador.
Así, Lesmes nos propone un espacio para conocer y reencontrarnos con el Bárbaro del Ritmo desde la interpretación personal y colectiva.
«Cuando una obra está emplazada se convierte en una creación para compartir. El arte que no conduzca a la reflexión, que no genere análisis, pierde encanto y sentido», dice.
Bartolomé Maximiliano Moré, el Benny, nuestro Benny, ha vuelto. Pátina de bronce, acero y piedra artificial se conjugaron para fundir su «regreso». Colaboraron en este empeño grandes figuras del arte, entre ellos el maestro Rey Montesinos, quien asesoró, desde el punto de vista musical, para la correcta conformación del pentagrama; y José Villa Soberón, Premio Nacional de Artes Plásticas 2008, presente desde el inicio con el acertado consejo desde su experiencia.
Se sumaron igualmente, expresa Lesmes, algunos de sus estudiantes de San Alejandro, el Consejo Nacional de las Artes Escénicas, y el fotógrafo José Enrique García.
Al interrogar al también autor del Monumento al hombre común, ubicado en la Necrópolis de Colón, acerca de los elementos que distinguen esta obra de otras anteriores, afirma que «lo novedoso reside en que esta es la primera pieza de corte figurativo que emplazo».
En amena plática, nuestro diario aprovechó la oportunidad para sumergirse en los detalles de otra de sus creaciones, el Monumento a la esperanza —símbolo de los avances de la oncología cubana—, situado en la intersección de las calles 27 y E, en el Vedado habanero.
El escultor explicó que la misma consiste en una flor de cinco pétalos que hace alusión a los cinco tratamientos que se emplean en Cuba en la lucha contra el cáncer: radioterapia, quimioterapia, terapia hormonal, terapia biológica y cirugía. Presenta tres columnas alegóricas a los momentos esenciales de la vida: niñez, juventud y adultez, donde prevalece la presencia de círculos y semicírculos en representación de las células.
Asimismo, nos adelantó que entre sus futuros proyectos está la realización de una escultura en homenaje al periodista Guillermo Cabrera Álvarez.
La idea, surgida a partir de una proposición de los tecleros (movimiento que vio la luz a partir de la sección La tecla ocurrente, publicada por Cabrera en nuestro periódico), está actualmente en la etapa de diseño y presentación.
Lesmes Larroza, el joven escultor, está en constante proceso creativo. Sin embargo, confiesa que en estos momentos prefiere tomar un descanso. «Este ha sido un trabajo muy intenso. Quisiera dedicarme un poco a pintar, para luego tomar nuevamente el cincel y el martillo».