José Miguel Ramos Puerto, director de la revista Faro, nos informa que nuestra sección está publicándose en lenguaje braille. Para Juventud Rebelde y para mí, constituye un honor. Leí en una ocasión: «Los sordomudos echan a volar las palabras; los ciegos las acarician». Cuando en la editorial de la ANCI tradujeron una narración infantil mía, sentí una emoción inmensa al saber que los niños invidentes acariciaban lo que yo había escrito: Créanme, lo considero el premio más alto que he alcanzado.
La respuesta de hoy
Predecible, previsible y prevenible, se prestan a confusión para algunos. Una lectora muy amable, desea que lo explique; ha escuchado errores en el empleo de esos adjetivos. Veamos: predecible: ‘que puede (-ible) anunciarse, por revelación, ciencia, o conjetura, algo antes (pre-) de que ocurra’. Digamos predicho, no predecido.
Prevenible no aparece registrado, aunque sí prevenirse, prepararse y disponerse para un fin; es actuar antes (pre-) de que las cosas «vengan»; lo que puede (-ible) ser prevenido, preparado, aparejado y dispuesto con anticipación. «Prevén (tú) ese desastre que se aproxima»; no previene tú. Se trata de un imperativo mutilado. Se conjuga igual que venir.
Previsible significa ‘lo que puede ser (-ible) previsto o entra dentro de las previsiones normales’. De prever y no preveer, es ver antes (pre-), conjeturar por algunas señales o indicios, lo que ha de suceder. Disponer o preparar medios contra futuras contingencias. Conocer de antemano un daño o prejuicio; también precaver, evitar, estorbar o impedir una cosa. Hay varias acepciones más.