Cubadisco 2010. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 04:57 pm
Las discográficas nacionales también han apostado por «hurgar» en zonas sonoras menos favorecidas por la mirada mediática. Es grato percibir entre los nominados al premio Cubadisco 2010 a noveles artistas y agrupaciones vocales, que resaltan valores musicales cubanos y que toman elementos de otras manifestaciones.
Resulta interesante que la competencia devele, desde las candidaturas, un mundo sonoro impregnado de cubanía. Se constata en apartados como la música coral, la de cámara, de concierto, el jazz y los instrumentales.
Del segmento que se dedica al canto entre voces se destaca la búsqueda por delinear un círculo perfecto entre la poesía y la canción tradicional y trovadoresca. Dos agrupaciones se disputan el lauro: el Orfeón Santiago —que en este 2010 celebra su aniversario 50— y el Coro Profesional de Bayamo.
El Orfeón anda precisamente Por los caminos de la poesía (2009). El grupo que dirige el maestro Electo Silva quiso grabar con Producciones Colibrí un álbum que rinde tributo a quienes desde el verso han hablado en nombre del amor y de la gente. También de los que con su música han reflejado ambas temáticas.
El disco recoge aquel concierto en vivo del grupo en la mítica Sala Dolores, de Santiago de Cuba, donde afloraron poemas del chileno Pablo Neruda, el español Federico García Lorca y los cubanos Nicolás Guillén, Mirta Aguirre y Alex Pausides. Resulta muy sensible la versión que la agrupación interpreta de Gracias a la vida, de Violeta Parra. Igual sucede con Cánticos de celebración, de Leo Brouwer, y Canto de los cafetales, de Alejandro García Caturla.
Otra de las apuestas de la disquera Colibrí es A tu lado (2009), disco que contó con la producción musical de la maestra Digna Guerra y en el que el Coro Profesional de Bayamo interpreta canciones cubanas a las que siempre nos resulta ineludible recurrir.
Aparecen en esta entrega del coro bayamés desde Manisero, de Moisés Simons, y Perla marina, de Sindo Garay, hasta La guantanamera, de Joseíto Fernández.
Categorías como la música instrumental, de concierto y el jazz exhiben una significativa presencia de noveles artistas, un matiz que ha perfilado el certamen desde ediciones anteriores. Y esta tendencia tiene un eco en álbumes como Amnios 1407 (Colibrí), del trompetista Yasek Manzano; Cimarrón (Colibrí), del pianista Rember Duharte, Con clarinete (Bis music 2009), de Aire de Concierto, Sones y flores (EGREM 2009), de Alter ego, o En vivo (Colibrí 2009), del pianista Aldo López-Gavilán.
Estos volúmenes tienen como punto común que son las melodías las protagonistas. Los ejecutantes buscan una forma particular de tocar, ya sea desde composiciones propias o interpretando a otros autores.
En el segmento de instrumentales sobresale el interesante juego de acordes que une al tres, la guitarra y el laúd en la ópera prima de los santaclareños de Alter Ego, quienes exponen en Sones y flores un diapasón de potencialidades.
Allí mismo compite el grupo Aire de Concierto —que también pudiera hacerlo en jazz—, cuyos integrantes profundizan en Con clarinete, en esa manera de hacer jazz desde los clarinetes, apoyados por el saxofón, la guitarra acústica, el bajo eléctrico y la batería. Estos muchachos toman estilos musicales menos convencionales como el nengón, changüí, mozambique y pilón, entre otros.
Dos jazzistas irrumpen, el trompetista Yasek Manzano y el pianista Rember Duharte, cuyos fonogramas pertenecen a la colección del joven espíritu del jazz de Colibrí. Del primero aparece el CD-DVD Amnios 1407, el cual reúne diez melodías que impresionan a los amantes del género por su calidad y virtuosismo. El material trae anexado un documental dedicado a Manzano, un concierto del trompetista y fotografías suyas.
Se aloja en la misma categoría Cimarrón, que constituye el estreno discográfico de Rember Duharte y en el que reúne una docena de temas suyos en los que vuelca su imaginación hacia referentes cercanos como su ciudad, el otoño…
En su propuesta En vivo, Aldo López-Gavilán muestra el concierto que ofreciera en agosto de 2006 en el Teatro Auditórium Amadeo Roldán. El joven despliega con soltura obras de Johann Sebastian Bach, Serguei Prokofiev y Modest Mussorgski, para cerrar bien arriba con la versión de George Cziffra de El vuelo del moscardón.
En apartados como la música de cámara, de concierto y los instrumentales figuran el CD-DVD Pulso de vida, del pianista José María Vitier, y Concierto en La Habana, que nos redescubre el encuentro especial de Sergio Vitier y la Orquesta Sinfónica Nacional (ambos del sello Factoría Autor, de la SGAE).
La Orquesta Sinfónica aparece además junto a Erick Grossman y Jorge López Marín en De mutuo a - Cuerda, un CD grabado por Colibrí que cuenta con conciertos para violín y orquesta escritos por López Marín.
Mientras, el dúo D’accord llega con Tarde en La Habana, volumen que agrupa piezas de compositores contemporáneos cubanos y en el que se conjuga ese exigente dueto de piano y clarinete ejecutado por Marita Rodríguez y Vicente Monterrey.
Esta noche se entregarán los premios Cubadisco 2010 en el capitalino teatro Karl Marx. Aunque al final los certámenes siempre busquen un ganador, esta vez la selección resulta difícil, pues tanto las entregas de los noveles artistas como las de los consagrados, han dibujado una manera muy personal y válida de interpretar cada género.