A pocos metros del Sena, en un pequeño teatro del Centro Internacional de las Artes de París, Jorge González Buajasán estuvo a un paso de realizar el sueño de la excelencia al descollar con el premio del concurso internacional Flame de Francia por segunda ocasión.
Según un cable de PL, logró desmarcarse de sus contrincantes en la categoría de jóvenes promesas de 15 y 16 años, al obtener el primer lauro especial gracias a los 96 puntos (de 100 posibles) que le otorgó el jurado del tradicional evento.
Ya no fue esta vez una distinción compartida y su impecable actuación le abrió el camino para la gala de laureados del Flame esta noche en la cual tendrá el placer de presentarse con una de sus favoritas, Estudio Opus 8 Nro.12 Patético de Scriabin.
Me sentí contrariado porque decidieron quitarnos a los competidores finales una pieza a cada uno por razones de tiempo. Era la Balada Nro.3 Opus 47 en La Bemol de Chopin. De todas formas estoy muy feliz con el reconocimiento, dijo a Prensa Latina.
Tal vez por fracciones de segundos perdió la concentración y los cuatro puntos que le faltaron para alcanzar el centenar exigido para el Grand Prix, pero en su nivel nadie pudo superar su apasionado diálogo con el piano en la ejecución de Mozart.
Mucho menos al interpretar a Scriabin, uno de los autores con obras más complejas en el pentagrama que exigen exquisito tecnicismo a un concursante de apenas 15 años de edad.
Tengo una deuda permanente de agradecimiento con mis profesores desde niño en La Habana, con el Instituto de la Música, con Alicia Perea, con Cuba y con mis padres, comentó.
Es la segunda vez que gana el Flame, un evento en el cual tomaron parte representantes de más de 35 países de Europa, Asia y el continente americano.
En febrero pasado, González Buajasán, quien estudia con una beca en el Conservatorio Nacional de la región Ile de France, en París, conquistó el primer premio compartido del concurso de Lagny-sur-Marne, Francia, con una felicitación especial del jurado.