Nuestra sección de este martes será una larga «Respuesta de hoy». Contestaremos la carta que nos envía Nicasio Vázquez, desde Corralillo, Villa Clara. Él dice: «Se suelen usar indistintamente los vocablos: sobre y encima de; dentro, adentro; fuera, afuera; incluso, inclusive; y adelante, delante, alante. Le agradecería una aclaración».
Sobre se considera sinónimo de encima de, y por encima de. Encima de, entre otras acepciones, es posición superior de una cosa con respecto a la que está más bajo, y en contacto o no, con ella. En América se dice también: arriba de. Hay una diferencia sutil entre sobre y encima de. Prefiero decir: La lámpara está sobre la mesa, y el libro está encima del pupitre. Una vez, explicaba esto a mi hija Patricia, que entonces tenía cuatro años, y después que me oyó atentamente, preguntó, Bueno, y ¿por qué no se le dice «encimadecama» a la sobrecama?
Dentro significa en la parte interior de un espacio real o imaginario: Dentro de esa caja, Dentro de mi corazón. También, durante un período de tiempo o al cabo de él: Dentro de un año.
Adentro es hacia o en el interior: Pasar adentro. Igualmente quiere decir pensamientos o sentimientos íntimos de alguien: Para mis adentros.
Fuera, en la parte exterior de un espacio real o imaginario: Lo echó fuera de su habitación. Afuera hacia la parte exterior, o en la parte exterior. Se usa para pedir a alguien que se retire.
Inclusive es sinónimo de incluido, pero se usa pospuesto a una palabra. Los alumnos, cuyos apellidos comiencen con las letras iniciales desde la a hasta la f, ambas inclusive, deberán dirigirse al aula número dos. Incluso es también incluido. Se emplea en casos como: Ama, incluso a quien no lo merece.
Adelante es más allá; se refiere al tiempo que vendrá, y se emplea para invitar a pasar a alguien. También en la frase: De ahora en adelante.
Delante, en posición anterior a algo o a alguien que tomamos como referencia. Igualmente sirve para señalar la primera posición: Estaba delante de mí. Es asimismo, enfrente: Se lo gritó delante de todo el mundo.
Los cubanos usamos algunas veces: «alante», que es un barbarismo, pero indudablemente, muy nuestro. Casi siempre se nos oye en la frase: «Pa´lante, pa’lante como Sánchez Figueras». Con esas palabras arengaba a su tropa ese general, muy conocido en nuestra historia, y no solamente por sus innegables hazañas guerreras.