Cienfuegos.— Más de dos décadas después de su última incursión aquí, el cantautor Carlos Varela colmó este jueves el teatro Tomás Terry, con un auditorio en el que convergieron sin prejuicios más de cuatro generaciones. Jóvenes de hoy junto a quienes conservan la frescura del alma de medio siglo atrás —como casi él mismo— concurrieron para apreciar obras antológicas entre las que resaltan Robinson, Como los peces, Nubes y Siete, y el estreno en el patio entre otras piezas de Aro de barril.
Varela presentó su nuevo elenco acompañante, con teclado, batería, bajo, saxo y dos voces femeninas. Durante más de dos horas y obligado a volver al escenario luego de una formal despedida, «el Gnomo» expuso pasajes de su vida, y de su amor por esta isla de la cual valora por encima de todo «el paisaje humano».
Fue, como se lo propuso, un concierto único para Cienfuegos, con un retorno concertado para septiembre.