Si algo no le debe fallar a un productor musical es el olfato. Y el del musicólogo José Manuel García Suárez está al kilo. Al menos si nos guiamos por la opinión de los expertos que no solo nominaron para este Cubadisco 2007 a proyectos suyos como Descarga pa’ gozar. Grandes del Latin Jazz y Voces de la Nueva Trova en Compilación; Toque natural (Azúcar Negra) en Música Bailable; y El Gremio, en Rap/Dance/Hip-Hop; así como Tin Tin- voy a cantar, Tin Tin- voy a jugar y Tin Tin- voy a bailar, en Compilación Infantil; y Como una sola flor seremos, en Música para Niños, sino que además le otorgaron el premio en las dos últimas categorías a estos fonogramas pertenecientes a Bis Music.
A nivel popular, las personas relacionan a José Manuel sobre todo como el «descubridor» de Buena Fe —ha sido el responsable de sus cuatro discos— y con la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM), de la que fue su director, pero en verdad no ha dejado de producir discos de probada calidad. De hecho, ya está trabajando en dos fonogramas más de música infantil para presentarlos este verano y un tercero que tendrá como protagonista al gran Tata Güines.
Foto: Calixto N. Llanes —José Manuel, ¿cuál es la función de un productor musical?
—Es bien compleja. Son muchos los factores que intervienen en este trabajo, que van desde la selección del artista a quien se va a presentar, el repertorio, y el estilo y las obras que mejor le pueden quedar, hasta buscar los arreglistas, los grabadores, los músicos que participarán en la grabación, etc. Al mismo tiempo hay que saber cuál es la imagen que se le dará a ese artista lo mismo para la portada del CD (debe llamar la atención del consumidor) que para presentaciones en los conciertos.
«Después viene todo el tema del estudio, es decir, tienes que ir cubriendo todas las fases de la grabación y estar a la viva, porque algo que te falle será un defecto. Un productor se tiene que preocupar por todo: la afinación, la calidad de grabación y de la mezcla, que cada instrumento esté en el plano que le corresponde. Todo ese tipo de cosas».
—Evidentemente se requieren varios conocimientos...
—Pesan los conocimientos que poseas desde el punto de vista musical, pero también la información que tengas de cómo está sonando la música a nivel internacional. Un productor debe tener un sexto sentido que le indique qué es lo que puede funcionar de un intérprete en el mercado, y prever si va a resultar o no, porque toda producción implica consumir un presupuesto, y hay que tratar de dar en el blanco la mayoría de las veces.
—Hablas de un mercado del disco que en Cuba no existe, ¿o sí?
—Yo pienso que sí. Aunque aquí el disco tiene muchas cosas en contra, como el hecho de que comercializa en una moneda que no es la que circula fundamentalmente y, no obstante, consume mucha música. No se puede perder de vista que también hay un mercado pirata que vive de comercializar mucho más barato que el mercado oficial. Claro, se supone que el mercado fundamental de un artista debe estar en su propio país, y es a eso a lo que debemos aspirar. Asimismo, hay que pensar en el mercado externo, ver cómo cada producción cubana se puede insertar más allá de las modas, para lo cual se debe conocer cómo se está moviendo el mercado internacional en cualquiera de los géneros.
—Tú has tenido buenos resultados en ese sentido...
—Algo. Recuerdo una compilación que realizamos cuando se inauguró el Estudio 18 titulada Yo sí como candela, donde invitamos a importantes figuras como Mayito Rivera, Pedrito Calvo, Coco Freeman, Leo Vera, Ángel Bonne y Augusto Enríquez, entre otros, y fue un CD licenciado por la Sony, que lo comercializó con éxito en América Latina. También funcionó muy bien Lo mejor de la música cubana, versiones instrumentales de las obras cubanas más difundidas y reconocidas internacionalmente. Ahí estaban, por ejemplo, La gloria eres tú, La Guantanamera, Mambo No. 1, Rompiendo la rutina, El manisero y Quiéreme mucho, por ejemplo.
—Se nota en tu trabajo una preocupación por las compilaciones. ¿Algún interés en particular?
—Me atrae sobremanera el estudio de la música cubana. Y las compilaciones y las antologías te permiten conocerla a fondo. Me apasiona reunir grabaciones efectuadas a lo largo de los años, compilar diversos estilos. Es una labor muy interesante desde lo musicológico.
—¿Por qué decides hacer esta compilación del tan llevado y traído reguetón?
—Sucede que se ha difundido mucha música mala dentro del reguetón, que le ha dado la mala fama que lo precede, pero al final no es él el culpable, pues no es más que una fórmula rítmica como cualquier otra. Pero se han sumado a esa corriente muchas personas que no son músicos ni artistas, y han hecho un producto que ha contribuido a deteriorar su imagen. Dentro del reguetón se pueden hacer no pocas cosas interesantes, y a lo largo y ancho del país hay varias agrupaciones jóvenes que aportan cosas valiosas, como Acento Latino, Karell, Tecnocaribe, Duglen, Pandilla X y New Boys.
«Por esa razón nos propusimos hacer El Gremio, para evidenciar que no todo es desdeñable. Nuestro objetivo era demostrar que utilizando una fórmula rítmica como el reguetón, que ha probado que tiene una gran aceptación dentro del público juvenil, se puede hacer un producto atractivo y digno de difundirse y presentarse dondequiera».
—¿Qué nos puedes decir de la compilación de música infantil y de Como una sola flor seremos, los ganadores?
—Nos propusimos hacer un disco que recopilara la música infantil que ha trascendido durante todos estos años e ideamos una colección a la cual nombramos Tin Tin. La denominación de cada uno de los discos está en dependencia del contenido, pero son fundamentalmente las canciones con las que han crecido muchas generaciones: Barquito de papel, Marinero quiero ser, Mi gatico Vinagrito. A todas esas piezas halladas en los archivos de la radio nacional se le hizo un trabajo de reconstrucción muy serio, porque había grabaciones muy deterioradas, y hubo que reconstruirlas, masterizarlas, etc., a diferencia del homenaje que le dimos a la obra de Teresita Fernández con Como una..., donde se actualizaron algunas de sus composiciones, a partir de los arreglos novedosos de Eddy Cardoso, y se le hicieron versiones con cantantes que gozan de gran popularidad como los integrantes del dúo Buena Fe, Haila, Yumurí, Sory y Leo Vera. Son álbumes lo mismo para chicos que para mayores.