Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Toda protección es necesaria y prudente

Ocupados en desplegar todas las medidas para proteger la vida y minimizar los daños, viven las horas previas al embate del huracán Melissa los pobladores de las provincias que pudieran recibir su impacto directo

Autores:

Osviel Castro Medel
Odalis Riquenes Cutiño
Jorge Fernández Pérez
José Manuel López Blanco

Semáforos recogidos, cristales tapados con piezas de madera, hombres desobstruyendo una añeja zanja de decenas de metros, personas cargando pertenencias rumbo a centros de evacuación... 

Esas son algunas de las escenas que se viven en Granma, provincia que recibirá en las próximas horas el impacto del poderoso huracán Melissa y que es uno de los territorios más complejos del país, pues posee montañas proclives a deslizamientos de tierra, costas bajas y llanuras extensas que han sufrido inundaciones en otras épocas. 

Por todo eso, decretada desde ayer la fase de alarma ciclónica para la región oriental del país (Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín, Granma, Las Tunas y Camagüey) cada medida hay que llevarla al extremo, con la máxima percepción de riesgo. 

Lo anterior explica por qué en Granma, en la presa Cauto del Paso, tercera del país por su capacidad (330 millones de metros cúbicos) fue puesta a liberar agua, aun estando al 44 por ciento de su llenado. 

«Está desembalsando más de 900 metros cúbicos por segundo como medida de prevención», explicó a los medios locales Mabel Hidalgo Tamayo, directora general de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico en la provincia. 

No es una decisión exagerada, teniendo en cuenta que el embalse recibe aguas provenientes de Santiago de Cuba, Holguín y varias represas de Granma, y ha llegado a ponerse casi al tope en otros tiempos de abundantes precipitaciones. 

Tampoco resulta un aspaviento hoy el plan de evacuación que se ha seguido en la provincia: más de 110 000 personas; es decir, más de un 15 por ciento de la población. 

Ante ese escenario tan complejo, el general de cuerpo de ejército Roberto Legrá Sotolongo, viceministro primero y jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, con un grupo de trabajo supervisó los preparativos para mitigar los daños al paso de este monstruoso huracán.

Por otra parte, en Jiguaní, municipio al este y que debe ser uno de los que más sentirá el azote de Melissa, se crearon ocho centros de evacuación para recibir a unos de 1 100 pobladores, aunque en total deben protegerse cerca de 13 360 personas (el resto en casa de familiares y amigos). 

No obstante, siempre hay individuos que no tienen percepción de riesgo, por más indicaciones que se emitan por los medios de comunicación. En tal sentido, las máximas autoridades de la provincia, encabezadas por Yudelkis Ortiz Barceló, presidenta del Consejo de Defensa Provincial (CDP) en Granma, han insistido en que bajo ningún concepto las personas deben quedarse en construcciones que no sean de cubierta de concreto y mampostería fuerte. 

En los territorios costeros se recogieron las embarcaciones y se trasladaron a lugares seguros; también fue resguardada (en Manzanillo) la campana de La Demajagua y se aseguró (en Niquero) la réplica del yate Granma, que constituyen símbolos de la historia nacional.

Santiago de Cuba

Mientras el potente huracán Melissa avanza por aguas del Caribe como una promesa de horror y devastación para el oriente cubano, en tierra santiaguera, el territorio que los especialistas coinciden en ubicar como la zona por la que pudiera penetrar al país el meteoro, se viven horas de tensión y ajetreo en pos de preservar por encima de todo la vida humana y minimizar los daños.

La presidenta del CDP, Beatriz Jhonson Urrutia, aseguró este lunes que se avecinan horas difíciles, al tiempo que pedió a su pueblo disciplina, accionar responsable y solidaridad en el cumplimiento de las medidas. 

Con la prudencia que el peligro aconseja y aprovechando el margen de tiempo que el lento movimiento del peligroso organismo ciclónico con nombre de muchacha jovial les ha
concedido, la mayoría de los lugareños aprovecha el compás  de espera para precisar cada detalle de la evacuación y protección de las  personas residentes en áreas vulnerables, el aseguramiento  de techos y ventanas, la poda de árboles y desobstrucción de drenes y alcantarillas, el aprovisionamiento de alimentos y agua potable. 

Un recorrido de JR al final de la tarde por zonas de la ciudad heroica nos develó una urbe de barricadas en los techos, alternativas para asegurar cristales y ventanas, una ciudad concentrada en su mayoría en reducir los efectos de esta nueva prueba que le impone la naturaleza.

En prever está la respuesta 

Pocas horas restan para que el oriente de Cuba reciba el embate del peligroso huracán Melissa y, en Holguín, como en sus vecinas provincias, no se pierde un solo minuto para garantizar durante el impacto del fenómeno meteorológico que no existan pérdidas de vidas humanas.

Así trascendió en la reunión del Consejo de Defensa del territorio efectuada este lunes, en la que su presidente, Joel Queipo Ruiz, recalcó que el territorio debe prepararse para el peor de los escenarios, pues no existen precedentes en el territorio, en los últimos tiempos, de un huracán como el que se aproxima.

Es un error subestimar las consecuencias que puede tener este evento, por lo que, entre las últimas medidas dictadas, se encuentra prohibir el movimiento innecesario de personas, así como las actividades que puedan poner en riesgo sus vidas, incluyendo la venta de bebidas alcohólicas.

Si bien hasta este momento en Holguín no han ocurrido lluvias significativas, con las precipitaciones que se pronostican se prevé que ocho embalses comiencen a verter, algo inusual y que debe conducir a la protección de más de
34 000 personas que residen en las zonas de agua abajo. No se puede perder tiempo para concluir la evacuación, según enfatizó Queipo Ruiz.

Preservando lo más valioso

De esa forma también viene sucediendo en Guantánamo, donde a cada hora se intensifican las labores y tareas para lograr reducir los posibles daños de este fenómeno meteorológico que, en cuestión de poco tiempo, ganó en intensidad y fortaleza al sur de la región oriental del país. 

De acuerdo con las orientaciones del Consejo de Defensa Provincial para proteger lo más sagrado, la vida humana, más de 108 000 ciudadanos permanecen resguardados en casas de familiares y amigos, mientras que otro importante grupo de personas con riesgos potenciales en sus viviendas son recibidos en centros acondicionados para la actual contingencia. Ahí se garantizan los servicios básicos y la asistencia de salud.

Dos de esos centros de evacuación están ubicados en la Universidad de Guantánamo, y la de Ciencias Médicas del territorio. Allí ya se encuentran un número importante de familias, a las cuales se les garantiza alimentación, servicio de salud y atención sicológica. 



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