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Pasar del Facebook al face to face

A propósito del recién finalizado 4to. Coloquio Internacional Patria, noveles y experimentadas voces de la comunicación de izquierda reconocen que la verdad seguirá siendo revolucionaria pero las personas deben sentir la veracidad de los hechos, un desafío latente que necesita de una mayor participación de los jóvenes para contar la verdad de nuestros pueblos

Autores:

Raciel Guanche Ledesma
Rosmery Pineda Mirabal
Laura Fuentes Medina

Tejer redes no fue un simple eslogan del 4to. Coloquio Internacional Patria, con el fin de aglutinar a noveles y experimentadas voces de la comunicación de izquierda bajo un mismo techo, en la histórica Universidad de La Habana. Se trató, en opinión de la comunicadora venezolana Orlenys Ortiz, de una manera de llamar a la acción para unirnos en la batalla común contra el hegemonismo de la información.   

Basta saber que el abanico de redes sociales y canales digitales donde interactuamos la mayoría de las personas hoy está en manos de los poderes de derecha para entender que la competencia se mueve en un campo desleal en el que se manipula, engaña y denigra. En ese espacio, asegura Orlenys, las luchas solo las podemos ir ganando si concretamos alianzas entre grupos afines.

Para Gonzalo Isasmendi, líder de  un semanario impreso en Uruguay, llamado La Juventud, los medios de comunicación contrahegemónicos deben atemperarse más a la actual era digital.

Ser un medio de izquierda dentro de este mundo polarizado por las oligarquías constituye una «afrenta». Mientras en su país, por ejemplo, varios de los principales canales, periódicos o emisoras radiales están en manos de la derecha, Gonzalo cree que la verdad siempre será el arma principal para combatirlos y llegar con el mensaje a la gente.

Para Gonzalo Isasmendi, el mayor compromiso que deben asumir los medios es con la verdad. Foto: Radio Centenario

«La verdad seguirá siendo revolucionaria», enfatiza, al tiempo que asegura que las personas deben sentir la veracidad de los hechos. Así, y al estar las principales plataformas dominadas por capitalistas, quienes manipulan la información con pasmosa impudicia, Isasmendi aseguró que nos corresponde hacer una comunicación directa con la gente.

Pareciera un tanto antagónico pensar así, sin embargo, no lo es. La comunicación barrial y comunitaria, cara a cara, también resulta imprescindible para el partido que representa Gonzalo en Uruguay. «Cada compañero en un barrio de mi país o Latinoamérica se convierte en corresponsal de nuestros medios», refiere.

«En las comunidades y las calles uruguayas están las personas que conocen de primera mano lo que sucede en sus lugares, y cómo enfrentaron las políticas nefastas de derechas que, en el caso del país sudamericano, manejó en los últimos cinco años el impresentable Luis Lacalle», agrega.

Pero, en materia de comunicación, bien sabemos, las batallas no se conquistan de forma aislada. Este Coloquio, dijo, es la piedra fundamental de una coordinación entre medios verdaderamente de izquierda que se dediquen no solo a contar la verdad, si no a organizar a los militantes en la primera línea comunicacional, para pasar a la contraofensiva.

Alianzas para ganar batallas

Para Jorge Gómez Naredo, director del periódico Regeneración, en México, un medio que funge hoy como la voz oficial del partido Morena, «en el Coloquio se forman canales de comunicación directa entre figuras, medios y representantes que les hacemos frente desde nuestras naciones a la mercantilización de las informaciones», refiere.

Jorge Gómez Naredo es el director del periódico Regeneración, medio oficial del partido Morena. Foto: Tomada de su perfil de Facebook

Uno de los grandes problemas que enfrentan nuestros medios es el relacionado con los financiamientos. ¿Cuáles son las opciones para, por un lado, mantenerlos vivos, mientras, por otro, hay que lograr ser más efectivos en las metas propuestas como agentes comunicativos de izquierda? 

Más allá de las limitantes reales, la búsqueda constante por tratar de romper los cercos mediáticos ha dado pequeñas victorias, aunque todavía reste mucha pelea por dar. «Cuando miramos a Cuba en esa lucha
completamente desigual, cataloga, resulta admirable el esfuerzo que han desplegado para contar en 65 años la historia de la Revolución y de nuestros pueblos».

Y si hablamos de comunicación política en el último quinquenio, México y el partido Morena, fundado por Andrés Manuel López Obrador, son claros referentes de la comunicación dialógica entre Gobierno-pueblo.

La Mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum, un programa informativo multiplataforma en el que participa con asiduidad Gómez Naredo, tiene en sus prioridades la transparencia en la gestión de la información. Desde la llegada de AMLO a la presidencia, con el Gobierno de la cuarta transformación, dice, se impulsó este método de trabajo que le habla diariamente a los mexicanos.

Comunicar en las infancias

Una realidad diferente a México se vive hoy en Argentina, donde gobierna un nefasto personaje de ultraderecha, liberal y todo lo negativo que podamos imaginar, como Javier Milei. Bien lo sabe Ayelen Giulidori, coordinadora del equipo de comunicación de El Asombroso Mundo de Zamba, serie animada educativa de la cadena de televisión infantil Pakapaka, una señal argentina pública que en este momento se ha visto afectada por las injustas decisiones del Gobierno de Milei.

La argentina Ayelen Giulidori participó por primera vez en el Coloquio Patria. Foto: Tomada de su perfil en Instagram

Ayelen vino por primera vez a Cuba en ocasión de la 4ta. edición de Patria y, en medio de las adversidades que supone un contexto tan difícil para su país, este espacio le dio fuerzas para seguir comunicando para los infantes.

«Fue hermoso enterarnos de que niñas y niños cubanos ven a Zamba, lo conocen y están atravesados en sus crianzas por esta serie, lo cual forma parte de nuestro mayor objetivo. La idea es que Zamba sea visto como un niño más de los que habitan nuestra América y estar en Patria nos ha demostrado que así ha sucedido», comenta.

Una de las grandes premisas para conformar este contenido que, además de ser una serie infantil, también ha tenido muchos otros formatos, como un inmenso parque de diversiones, un museo interactivo, una orquesta sinfónica, un gran musical, libros, revistas y ebooks, es precisamente el de entender a los niños y las niñas como seres completos.

Al respecto, Giulidori explica que la clave está en interpretar a los más pequeños desde todas las aristas que conforman sus personas. «Ello es también ponernos los lentes de la infancia para ver el mundo con su sinceridad, pero no infantilizándolos, sino con su capacidad de mirada propia, con un arraigo cultural y social».

En cuanto a los desafíos pendientes, sobre todo en la comunicación pensada para niñas, niños y adolescentes latinoamericanos, Giulidori apunta a dos cuestiones importantes: la primera es la organización.

«Hay que armar de forma orquestada contenidos propios y lograr que sean accesibles en todos nuestros países, escuelas, casas y plazas, para que ellos puedan acceder a contenidos educativos de calidad, que les sean familiares y atractivos», dijo.

El otro gran desafío, asegura, está en entender las lógicas que sí comprende el mercado del sistema hegemónico, y tomar algunas de esas lógicas sin perder nuestra calidad y capacidad de pensar, decir y hacer. «Hay que entender esas herramientas para luego traerlas a nuestra sensibilidad».

La articulación como Eje

Para otro de los participantes del evento, Ernesto Teuma, profesor de Teoría política en el Departamento de Filosofía, Estética y Teoría política de la Universidad de las Artes-ISA en La Habana, Patria fue una oportunidad para pensar la comunicación como la primera instancia de formulación de políticas y diagnósticos.

«La comunicación brinda señales importantes porque indica cambios que suceden en la cultura contemporánea alrededor del funcionamiento de las redes sociales, la cultura de los influencers, la banalización de los discursos; pero, en su mayoría, los diagnósticos se quedan en esta etapa cuando deberíamos ir muchísimo más profundo».

Según lo explica, «se trata de un cambio que no es solo en el aspecto de la comunicación, de lo simbólico, sino que podríamos incluso hablar de un tipo de cambio civilizatorio».

Y es que las nuevas derechas han comprendido este cambio de manera profunda y, a su vez, «se han hecho más eficaces a la hora de conectar con angustias, ansiedades y malestares, cosechando éxitos electorales y políticos que a la larga intentan consolidarse como victorias culturales en toda regla, y buscan evitar la aparición de alternativas progresistas, de izquierda o emancipadoras de cualquier tipo», detalla Teuma.

Ante esa aplastante realidad, para él, «Patria es fundamental, una respuesta, un camino, porque ya en su 4ta. edición estamos un poco más allá de ciertos diagnósticos con respecto a las limitaciones de los enfoques comunicativos al interior de las izquierdas, sobre todo en América Latina y el Caribe, que sigue siendo el centro de discusión del evento».

De acuerdo con Teuma, un primer reto para la comunicación desde la izquierda latinoamericana es técnico, en el sentido de que, si entendemos que funcionamos en plataformas de uso común, el territorio de estas hoy, en su mayoría, está ocupado por el enemigo.

«Como hemos visto en la transición de Twitter a X y su toma agresiva por parte de Elon Musk, se trata de plataformas que directamente moldean los discursos que circulan, ya sea censurándolos, limitándolos, modificando su alcance o desapareciendo aquellos que consideran problemáticos» añade.

Por ello, «la batalla cuesta arriba es y ha sido siempre la construcción de plataformas y dispositivos tecnológicos propios a partir de los cuales nuestros discursos puedan circular».

Sin embargo, el énfasis en las redes sociales suele hacer invisible otro gran desafío también desde este lado: la brecha digital. Teuma explica que «la mayoría de las poblaciones no están conectadas al ciento por ciento todo el tiempo y, por lo tanto, la resonancia que pueden tener, incluso las mejores campañas, es muy limitada si no se sabe incorporar y adoptar un enfoque que supere esa brecha y permita a la comunicación ir hacia donde, por ejemplo, clásicamente la izquierda tuvo un predominio».

Con esos espacios de preponderancia, el joven teórico cubano hizo alusión al ámbito de la calle, de lo social, de lo laboral y a aquellos espacios donde no solamente a través de la comunicación, sino a través de la organización, se podía alcanzar a un grupo de personas más amplio.

La figura del influencer

Bruno Lonatti es uno de los influencers argentinos comprometidos con las causas de la izquierda continental, que le otorga también un valor importante a las voces populares en su trabajo diario, para luego amplificarlas en distintas plataformas digitales.  

Es lo que ha hecho en los últimos meses, incluso, con una labor vinculada con señales televisivas prestigiosas como la multiestatal Telesur. «Desde mi rol como creador digital, por ejemplo, hemos podido integrar nuestro equipo de trabajo a medios de comunicación de todo el continente, particularmente para modernizar los canales digitales de estos medios».

Ahí está la importancia del Coloquio Patria, agrega, sirve para involucrarnos todos, nos ponen a trabajar en comunidad y en unidad para la construcción de plataformas comunicativas alternas.

Bruno Lonatti es uno de los influencers comprometidos con las causas de la izquierda continental. Foto: Cubaperiodistas

Este es el espacio de la vanguardia comunicacional latinoamericana, dice, porque en ningún otro lugar del continente ocurren los debates con tanta profundidad. El desarrollo político que tiene este espacio en su 4ta. edición es muy alto, destacó.

Eso sí, todavía nos falta romper algunas barreras nacionales. El principal desafío está en construir una unidad efectiva desde todos nuestros pueblos, rompiendo las fronteras geográficas, las barreras nacionales en términos digitales y comunicacionales, para avanzar en la comunicación común, plural, que nos permita erigir ese gran proyecto político que necesitamos, puntualiza.

La ruta para tal cometido se resume al Coloquio Patria, comenta, en el que cada año crece el número de participantes. «Recuerdo que en la primera edición éramos poquitos, alrededor de 20; y en esta fueron más de 200 delegados internacionales. Este evento ha adquirido una legitimidad y un renombre en todo el mundo que cada vez atrae a más personas».

Al referirse al papel de los jóvenes en la comunicación de izquierda, recordó una realidad latente: «no somos muchos los que estamos integrados en las esferas de la comunicación política latinoamericana, y no somos muchos los que llegamos a este tipo de instancias, por lo que debemos trabajar para que eso cambie, particularmente desde las organizaciones de base».

¿Qué comunicar?

Y es que a las nuevas generaciones buscan inocularles mediante las redes sociales un sentido de repudio a todo lo que huela a progresismo. Según reconoce René Ramírez, exministro de Educación Superior, Ciencia y Tecnología de Ecuador, estamos casados con el uso de X, Facebook, TikTok, y en ser más eficientes en su uso, cuando es esa tecnología la que está generando una subjetividad contraria en los jóvenes y las personas a los proyectos colectivos, democráticos y sociales que defendemos.

Estas redes, comenta, reflejan intrínsecamente una mirada de la construcción de un hombre y una mujer antisocial y antidemocráticos.

Entre los temas que más le preocupan a René está que se pone mucho énfasis en la técnica, en la tecnología y no en qué comunicar. Eso constituye un problema también de los proyectos progresistas de izquierda nacional y populares.

Cuando llegamos al poder a principios del milenio, en lo que se denominó la «primera ola de Gobiernos progresistas», había una agenda, un sueño, una propuesta que seducía; llegamos a hacer proyectos hegemónicos incluso dentro de nuestros pueblos. Ahora ese debate se ha dejado de lado, reconoce.

Suelo sugerir pasar del Facebook al face to face, porque necesitamos repensar el vínculo social, la articulación de la comunicación de a pie y de la pedagogía. Es necesario que los consumos en las redes sociales sean críticos, lo cual no significa dejar de visitar estos espacios, sino que debemos pensar otros contenidos para nuestros pueblos, señaló.

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