Que nadie falte a la consulta

Si en algo coincidieron los participantes en las tres comisiones permanentes de trabajo de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que este lunes conocieron del avance en la elaboración del anteproyecto de Ley Código de la Niñez, Adolescencias y Juventudes, es que su construcción tiene que convertirse en un amplio proceso de discusión y consulta popular.

Y debe ser así, pues esta norma jurídica tiene por objeto propiciar el desarrollo integral de las nuevas generaciones, el ejercicio y respeto pleno de sus derechos y establecer el marco institucional destinado a orientar, impulsar e implementar políticas, planes, programas y proyectos que garanticen su protección, participación, inclusión y su contribución al desarrollo social.

En tal sentido, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, aseguró que este es un tema que «apasiona, motiva y estimula la sensibilidad, y con el que todos tenemos una altísima responsabilidad». Por eso convocó a un debate profundo de lo que será esa norma jurídica, pues «es una prioridad, es el futuro de la patria, y ese futuro se construye desde el presente».

Apuntó que su elaboración debería estar sustentada en una jornada de debates y análisis profundos en el país, con nuestros pedagogos y profesores; con niños, adolescentes y jóvenes, con toda la población. Que haya una amplia participación popular para que sea «conocido, interpretado, asumido por convicciones, y que todas las instituciones y familias lo llevemos al actuar de nuestra vida.

«Yo sé que vamos a llegar a un buen código, como se logró con el de las Familias, un código moderno, que contemple toda la amplitud de la heterogeneidad en todos los ámbitos de nuestra sociedad, y va a ser un código totalmente emancipador y enaltecedor», señaló el Jefe de Estado, quien añadió que, aunque necesitamos seguir ampliando la consulta para lograr esta norma, se puede avanzar en muchas cosas, pues tenemos la Política integral de niñez, adolescencias y juventudes.

Ante los diputados e invitados de las comisiones de Atención a la Juventud, la Niñez y la Igualdad de los Derechos de la Mujer; de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, y la de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, Naima Ariatne Trujillo Barreto, ministra de Educación, explicó que si bien el contenido del documento solo se ha hecho público desde hace unas semanas en el sitio web del organismo, desde el pasado año se ha desarrollado un amplio trabajo de intercambio y estudio sobre su contenido, por parte de los especialistas.

«Hasta el momento ha sido un proceso intenso y de mucha negociación para llegar a importantes consensos. Este es un tema con el cual estamos muy motivados y comprometidos», señaló al informar que el trabajo continuará en los próximos meses, posteriores a esta sesión de trabajo, con una consulta más amplia, que incluye, sobre todo, a los principales destinatarios y a sus familias, lo cual será «un momento decisivo para escucharlos».

Lo que trae la norma

Para llegar a la versión actual de la norma jurídica han sido valiosos los intercambios con jóvenes, estudiantes, campesinos, profesores, académicos, científicos, expertos en la Constitución y el Código de las Familias, así como con miembros de las organizaciones estudiantiles, asociaciones, institutos y centros de estudios, especialistas de la Fiscalía General de la República, el Tribunal Supremo Popular y los ministerios de Educación Superior, Salud, Interior y Relaciones Exteriores, y la Oficina Nacional de Estadística e Información.

En tal sentido, Marlen Triana Mederos, viceministra de Educación, subrayó que eso ha permitido que entre los principales valores que se han reconocido del Código estén un sólido catálogo de derechos y garantías, principios aplicables a toda la actuación relacionada con esos grupos etarios, así como la definición de un órgano rector en materia de niñez, adolescencias y juventudes. Además, dijo que lo recogido en el documento está en total coherencia con la Convención sobre los Derechos del Niño, la Constitución de la República de Cuba y el Código de las Familias.

Entre las cuestiones identificadas en el diagnóstico para la elaboración del anteproyecto, mencionó la desarticulación entre políticas, programas y planes sectoriales dirigidos a las nuevas generaciones, la dispersión de la información estadística e insuficiente aprovechamiento de la existente para el seguimiento y evaluación sistemática de la situación de niños, adolescentes y jóvenes en condiciones de vulnerabilidad.

Varios diputados destacaron la urgencia de que en el proceso de consultas se logre involucrar a la mayor cantidad de niños, adolescentes y jóvenes, lo que permitirá seguir perfeccionando y enriqueciendo su propia ley, como aseguró Karla Santana Rodríguez, diputada por La Habana Vieja, quien llamó a «generar un gran movimiento en nuestras escuelas; qué bonito sería movilizar las conciencias de ellos en función de algo tan espectacular».

También se dijo que a la par de los espacios físicos de debate que se están organizando se empleen otros escenarios de comunicación muy cercanos a las nuevas generaciones, como las redes sociales, para que el proceso deje mayores beneficios. En tal sentido, Ricardo Rodríguez González, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria, ponderó la necesaria participación que ha de lograrse en momentos como estos.

Se enfatizó en la importancia de que el nuevo texto sea coherente no solo con la Constitución, sino que se articule con los programas de Gobierno que se implementan en la actualidad y con otras normas en proceso legislativo. Además, se debe involucrar más a las familias, porque es en ellas donde radica la base de la educación. Igualmente, se insistió en el rechazo al trabajo infantil y a fenómenos como el bullying y la violencia en las escuelas.

A que este código —una vez que entre en vigor— no se convierta en un papel del momento, llamó José Luis Toledo Santander, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, quien añadió que tiene que perdurar para garantizar la adecuada formación de ese sector especial de la sociedad. «Eso es una responsabilidad de los organismos formadores, los cuales tienen que encargarse de incorporar la norma a la formación de la educación cívica de todos nuestros estudiantes», dijo.

Por eso, al reconocer que «se ha hecho un trabajo intenso», el Presidente cubano apuntó que, luego de aprobado, será un gran reto cómo lo implementamos y, por lo tanto, es importante diseñar, desde ahora, cómo vamos a controlar ese código, a la vez que señaló la pertinencia de contar con un sistema de observatorio para dicha norma.

El Primer Secretario del Comité Central del Partido agregó que la implementación de este código tiene que ser creativa, innovadora y debe garantizar la participación, como se ha hecho para llegar a las ideas que hoy se tienen.

«Aquí estamos hablando del presente y el futuro del país, de un código que tiene que proteger, pero también preparar para la vida, preparar a nuestros niños, adolescentes y jóvenes para que puedan desarrollar todas sus capacidades a favor de la Revolución. Es un código que va a profundizar en los valores, en la ética, en el comportamiento cívico», señaló.

Díaz-Canel reconoció que existe un arsenal en la pedagogía, en las ideas de Martí, Fidel, el Che, para avanzar en la construcción de este código. «Contamos con una base de pensamiento revolucionario en nuestra historia que argumenta la necesidad de dar un paso legislativo como este en los complejos momentos que vive el país», enfatizó.

Otros temas en agenda

Durante este primer día de trabajo, la comisión también analizó:

—Los resultados de la presentación de Cuba a la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y las principales recomendaciones del Comité.

—La actualización sobre los avances en la implementación del sistema de cuidados para la vida en Cuba, que recientemente fue aprobado por el Consejo de Ministros.

—Los resultados del proyecto de Atención a infantes, adolescentes y jóvenes en situaciones de riesgo.

Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana