Terremoto en Granma Autor: Tomada de Cubadebate Publicado: 10/11/2024 | 02:11 pm
BAYAMO, Granma.- Una jornada tensa vivimos este domingo en Granma, provincia en la que se han sentido varios temblores de tierra, dos de estos «de espanto».
A las 10:50 de la mañana miles de personas se asustaron cuando vieron las sacudidas de mesas, muebles, vasos, paredes… y más. Pronto se supo que había sido un sismo de 6.0 grados (en la escala de Richter), cuyo epicentro fue ubicado a unos 50 kilómetros de Pilón.
«Mi hermana lo sintió en Vado del Yeso (localidad cercana a Las Tunas), así que fue fuerte», dijo Joaquina en el poblado de Cautillo Merendero, perteneciente al municipio de Jiguaní.
«Primera vez que algo me pone tan nervioso», expresó el joven de 22 años Luis Ricardo, desde Bayamo.
Precisamente en esa ciudad vimos a cientos de vecinos de edificios salir a lugares abiertos, una medida recomendada después de un temblor de tierra.
El segundo susto llegó unos diez minutos antes de las 12:00 del mediodía. Una tremenda sacudida hizo correr y alarmarse a las personas en distintos puntos de la geografía granmense.
«¡Está temblando otra vez!», fue uno de los gritos que se escuchó a esa hora. «¡Este es más fuerte, este es más duro!», soltó Sucel mientras bajaba con su niña de un año en brazos desde la quinta planta de un edificio del reparto El Golfo, en la Ciudad Monumento.
Rogelio, un bayamés que estaba en una cola para llenar recipientes con agua potable, tomó rápido su motorina y partió raudo porque su esposa, quien vivió dos años en Ecuador junto a él, le tiene pánico a los movimientos telúricos.
Al rato, varios medios de prensa confirmaban que el terremoto había tenido un epicentro cercano al primero, pero con una magnitud de 6,7.
«No puede ser, qué va eso es muy fuerte. Tienen que haberse caído varias paredes», expresó el propio Rogelio con dudas, por sus experiencias en Quito.
Sin embargo, en el noticiero de televisión de la 1:00 P.M, el Doctor en Ciencias Enrique Arango, director del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS), reafirmaba que sí había sido de 6,7, con reportes de perceptibilidad en todas las provincias orientales y centrales.
Tiempo después supimos, por las redes sociales que el epicentro fue a unos 32 kilómetros de Pilón y dejó daños en inmuebles estatales, viviendas y el tendido eléctrico en varios municipios de Granma, especialmente en Pilón, Niquero, Campechuela, Media Luna, Manzanillo y Bartolomé Masó.
Las imágenes del malecón de Pilón, con grietas en la tierra, se volvieron virales; también las de casas con paredes cuarteadas o caídas.
«Todas las vasijas empezaron a caerse y yo a dar gritos, hasta que vi que también el televisor se fue al piso, pero cuando voy a levantarlo me dio un tremendo mareo y caí de cabeza. El televisor se desbarató. Acto seguido cayó una pared y aplastó el refrigerador. Qué desgracia, me acabó la casa», narró Maribel Marrón desde el barrio de Tiburcio, ubicado entre Pilón y Marea del Portillo.
Ella ahora mismo no tiene corriente porque hay transformadores y redes dañadas, aunque dice que, pese a lo sufrido, lo más importante es la vida.
En esa coyuntura, Yudelkis Ortiz Barceló, primera secretaria del Partido en Granma, recorrió varios municipios, en los que hay cientos de historias estremecedoras, como la del legendario Faro Vargas, en Cabo Cruz (Niquero), que había resistido varios terremotos y que ahora se agrietó en varios niveles.
La dirigente exhortó, mediante sus redes sociales, a mantener la calma, mantenerse informados, protegerse en lugares seguros y no crear el pánico. Esto último es esencial porque algunos, de mala fe, publicaron una falsedad: que iba a ocurrir un gran tsunami en la costa sur del oriente cubano.
Luego de los dos fuertes sismos, a la 1:46 y a las 4:27 de la tarde, varias personas sintieron movimientos de la tierra, aunque probablemente en otros momentos también, pues Cubadebate publicó hoy en su página web: «El Servicio Sismológico Nacional resume la jornada hasta el momento con un sismo premonitorio de magnitud 6,0 en la escala Richter, un sismo principal, más de 300 réplicas, de estas 15 perceptibles (de magnitudes que oscilan entre 2,5 a 5,9)».
A las cinco de la tarde de este domingo ya no se observaban personas en las áreas verdes aledañas a los edificios bayameses; no obstante, muchas sí se mantienen alertas.
Hay calma, pero no se puede afirmar que se evaporó la tensión. Al pasar de las horas sabremos más de estos eventos que nos han sacudido más que el cuerpo y el alma.