Las escuelas pedagógicas tienen el desafío de ser cada día mejores y de vincularse con la comunidad para aumentar la calidad de la educación cubana. Autor: Yanelkys Llera Céspedes Publicado: 13/05/2024 | 11:13 pm
BAYAMO, Granma. —La educación cubana, hoy con más de 231 000 docentes y 1,6 millones de alumnos de las distintas enseñanzas que anteceden a la universidad, no solo depende de la escuela, porque un grupo de factores deben participar en ese proceso, incluyendo la familia, la comunidad y la sociedad.
Esta idea fue expuesta aquí por la ministra de Educación, Naima Ariatne Trujillo Barreto, quien participó en la clausura del 9no. Encuentro nacional de escuelas pedagógicas, concluido el pasado fin de semana en esta ciudad y que convocó a más de 130 alumnos de las 29 instituciones de este tipo en la nación.
Señaló, en diálogo con Juventud Rebelde, que entre los retos del sistema educativo y también de la sociedad toda está tratar de que la visión social de la actividad pedagógica sea la correcta.
Es cierto que en los últimos tiempos hemos tenido que hacer una formación emergente de profesores; es una actividad muy compleja en la que se invierte mucho tiempo, acotó la Ministra, quien se refirió a la importancia de mantener eventos como el encuentro de escuelas pedagógicas, en el que se socializan buenas prácticas y se realizan concursos de distintas asignaturas.
«Cuando uno se dedica todo el día a cuidar de otros, especialmente niños y adolescentes, se convierte en un ser humano distinto, pero evidentemente la actividad pedagógica requiere también un profesional muy exigente, de altísimo nivel en las competencias que hay que adquirir», expresó.
Asimismo, reconoció que hay provincias que están muy comprometidas por la falta de profesionales, por eso se han tenido que asumir variantes que pueden debilitar asuntos de calidad en la escuela, pero aun así en Cuba no se ha cerrado ni una de las más de 10 000 instituciones educativas.
«Hemos diseñado un modelo en la plataforma que genera el tercer perfeccionamiento, que es cada vez más flexible, en el que participan cada vez más actores y eso también tenemos que hacerlo sólido», añadió.
Trujillo Barreto sentenció que, pese a no pocos problemas, la educación en la Mayor de las Antillas ha logrado realizaciones que apenas son aspiraciones en otras partes del mundo, incluyendo la universalidad, su sentido de equidad, inclusión y de justicia; a lo que añadió «los resultados extraordinarios de nuestro país en las olimpiadas internacionales».