Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Los CDR han hecho historia en asuntos vitales para nuestra sociedad

Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la clausura del 10mo. Congreso de los CDR, en el Palacio de Convenciones, el 28 de septiembre de 2023, «Año 65 de la Revolución»

Autor:

Juventud Rebelde

(Versiones Taquigráficas - Presidencia de la República)

Queridas y queridos cederistas;

Delegaciones hermanas de Venezuela y México:

Ante todo, nuestras primeras palabras son para desearles felicidades a todos los cederistas de Cuba en el aniversario 63 de la organización fundada por Fidel en una histórica noche (Aplausos).

Un abrazo especial para el Héroe de la República de Cuba que tanto prestigia y aporta a la mayor organización de masas del país y a la dirección recién electa que deberá asumir las tareas del próximo período (Aplausos).

Queridos cederistas:

Estamos en tiempos de ahorro, así que voy a tratar de ahorrar el tiempo de todos y no voy a extenderme en las conclusiones de este entusiasta y combativo Congreso cederista.

Ayer, en una Mesa Redonda especial comparecieron el vice primer ministro y ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, y el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, para explicar la real situación del país en cuanto a disponibilidad de combustible y de la economía en sentido general.

Como ellos esclarecieron, es falso el rumor, la bola, la fake news de que estamos en cero. Con la mayor transparencia y en el tradicional apego a la verdad que ha caracterizado a la Revolución como principio, se ha informado al pueblo de todo lo que hace la dirección del Partido y el Gobierno por enfrentar problemas que todos sufrimos, y no solo nosotros los cubanos, por cierto, debido a las múltiples crisis originadas o acentuadas por disímiles factores, en primer lugar, por el injusto, irracional, criminal y anacrónico orden económico internacional, a los que se han añadido más recientemente los dos años y medio de pandemia y el conflicto entre Rusia y Ucrania, que tampoco es el único en el explosivo panorama internacional.

La baja disposición de divisas causada fundamentalmente por el recrudecimiento del criminal bloqueo y la no posibilidad de cumplimiento de los compromisos de países amigos suministradores de combustible, también debido a sanciones y medidas coercitivas que les han aplicado, han ocasionado déficit para la generación eléctrica y el desempeño de la economía, lo que ha provocado apagones y tensas situaciones económicas y de servicios sociales a la población que endurecen la vida cotidiana de las cubanas y cubanos que habitamos esta isla rebelde.

De inmediato, desde la pasada semana —no solo el lunes, muy anterior al lunes de esta semana— y en los días transcurridos de esta, se tomaron un grupo de medidas para atenuar las afectaciones y superar decididos la situación; medidas que se han compartido con las direcciones de las provincias, que han realizado sus ajustes y, además, con mucha creatividad han propuesto otras acciones, partiendo de la experiencia de situaciones similares que hemos vivido.

Quiero aclarar que nada de esto niega la estrategia que se venía realizando para lograr en el menor tiempo posible la estabilidad del sistema electroenergético nacional, y, como ustedes conocen, se cumplieron los compromisos cuando en el verano tuvimos un mínimo de apagones.

Van a continuar las reparaciones y los mantenimientos programados a nuestras centrales termoeléctricas y también a las plantas de generación distribuida del país; pero en esta ocasión se trata de que hemos tenido poca disponibilidad de combustible para poder suplir los déficit que se provocan cuando hay una avería o cuando ponemos una de las plantas termoeléctricas en funcionamiento.  Y esto está aparejado también a que esta problemática del déficit de combustible no solo ocasiona problemas en el sistema electroenergético nacional, sino en la distribución de alimentos, en el funcionamiento de las principales actividades económicas, en servicios como el transporte y el abasto de agua.

Pero todo esto se ha analizado, lo estamos enfrentando creativamente, con decisión, sin miedo, con coraje y con optimismo y, también, por qué no decirlo, con «guapería cubana», ¡porque aquí no se rinde nadie! (Aplausos).      

Realizamos este Congreso tras la participación de Cuba en dos importantes eventos internacionales que constituyeron victorias políticas y diplomáticas de la Revolución Cubana.

En la reciente Cumbre del G77 y China lo escuchamos claramente en la voz de muchos líderes del Sur del mundo: es insostenible el actual orden mundial y urge cambiarlo.  Bajo el peso de deudas impagables y promesas de ayuda al desarrollo que jamás se cumplen, nuestros pueblos son los más necesitados, los más vulnerables, los eternos condenados al despojo, al olvido y al subdesarrollo. Y no precisamente por nuestra culpa, aunque hayan
escrito otra historia pretendiendo que lo creamos y que sintamos vergüenza de nosotros mismos, que siempre vamos en el cabús de la gran locomotora del desarrollo.

Como diría el gran poeta y ensayista Roberto Fernández Retamar: «hay países subdesarrollados porque hay países subdesarrollantes. Los países no nacen subdesarrollados, sino que son subdesarrollados por otros, metropolitanos. Esa dualidad subdesarrollantes/subdesarrollados me parece mucho más adecuada que desarrollados/subdesarrollados». O dicho de otra manera, nuestras naciones no son pobres, nuestras naciones han sido empobrecidas por siglos de coloniaje, neocoloniaje y explotación capitalista.

De la Cumbre del G77, a cuyo éxito contribuyeron todos los cubanos de una forma u otra, no hace falta decir mucho, porque fue un evento de interés global que, por la condición de anfitriona, Cuba pudo hacer público hasta en sus mínimos detalles.

Para nadie es un secreto que los enemigos de la Revolución Cubana intentaron hacer fracasar la Cumbre y quitarle relevancia al tema de discusión propuesto, como si al sur le fuera indiferente o innecesario debatir sobre ciencia, tecnología e innovación como un camino para enfrentar los desafíos actuales.

La verdad la vimos brillar en esta sala con los pronunciamientos de casi todos los líderes del Grupo, que es como decir la gran mayoría de los líderes del mundo. Fue unánime el reconocimiento de los participantes a la trascendencia del tema para enfrentar los problemas comunes de la pobreza y el desarrollo.

En medio de las dificultades y carencias, sobre las cuales hablamos abiertamente a las delegaciones llegadas de todo el mundo, se pudo organizar una Cumbre memorable, austera, y preparar una sólida intervención para llevar hasta las Naciones Unidas como síntesis de la posición del Grupo de los 77 y China sobre los más acuciantes problemas de este momento para los 134 países integrados en el mecanismo.

Pero los enemigos de la Revolución tampoco querían la voz honesta y rebelde de Cuba hablando en nombre de tantos, y amenazaron con hacer boicot a nuestra asistencia a la Organización de las Naciones Unidas, donde esta vez se desarrollaron varias cumbres y eventos en unos días.

Amenazaron con todo y lo intentaron todo. Pero fuimos, porque somos hijos de una Revolución que jamás ha rehuido los escenarios incómodos, que jamás se ha dejado amenazar ni amedrentar por el imperio.  ¡Somos la Revolución de Fidel y Raúl! La que siempre dirá: ¡No, señores imperialistas, no les tenemos absolutamente ningún miedo! (Aplausos).

Y ya ustedes lo han visto en los reportes: llevamos la voz del sur junto a la voz de Cuba. Denunciamos sus problemas y los nuestros, que se parecen mucho. Tuvimos numerosos encuentros bilaterales con líderes y otras personalidades estadounidenses, y terminamos nuestra estancia en Nueva York con un acto de solidaridad con Cuba y Venezuela en un lugar desbordado de un público muy joven que vitoreaba las más bellas consignas y aplaudía con el mayor entusiasmo cada mención al socialismo.

Sí, compañeras y compañeros, en Nueva York nos encontramos con una importante cantidad de personas que creen en el socialismo y que otro mundo mejor es posible.  Y la mayoría son jóvenes, críticos del mundo desigual, injusto, excluyente, que también pretende excluir a Cuba inútilmente.

No han faltado los cuestionamientos a la Cumbre de La Habana o a nuestra presencia en Nueva York, considerando el contexto cubano de bloqueo recrudecido, con sus dificultades y carencias cotidianas.  Cuba no puede aislarse ni aceptar el aislamiento que pretenden imponerle los que no han podido doblegarla, porque ese aislamiento sería el triunfo del bloqueo, de la guerra económica, de la guerra mediática y de todo lo que han intentado durante seis décadas para borrar el ejemplo de Cuba de la faz de la Tierra, ¡y eso las cubanas y los cubanos no lo vamos a permitir! (Aplausos).

El encuentro en Nueva York con políticos, académicos, científicos, artistas, periodistas, activistas sociales, entre otros muchos que fueron a visitar la Misión cubana, a pesar del acoso vulgar y vergonzoso de un grupito de cubanos al servicio de los enemigos de su patria, nos confirmó la importancia de llevar la verdad cubana al mundo, mostrar el rostro real de Cuba y demandar que se nos deje en paz y sin bloqueo, construir nuestros propios sueños.

Compatriotas:

Desde el 9no. Congreso de los CDR hasta la fecha, el país ha vivido circunstancias especiales en el orden económico y social.  Al despiadado recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos se suman los efectos de la pandemia que sorprendió al mundo y nos obligó a resistir y crecernos, así como la ocurrencia de devastadores fenómenos naturales y de accidentes que nos enlutaron al segar la vida de decenas de compatriotas.

Como respuesta al llamado que en el 8vo. Congreso del Partido hiciera nuestro General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, sobre la necesidad de revitalizar las organizaciones de masas en todas las esferas de la sociedad y actualizar su funcionamiento, en correspondencia con la misión y el contexto actual, fue aprobada en diciembre de 2021 la Estrategia para fortalecer la labor de los Comités de Defensa de la Revolución.

Revolucionariamente, ustedes se han propuesto lo que es necesario: revitalizar el trabajo de la organización cederista, tomando como premisa las tradicionales tareas y también los problemas actuales con los que tenemos que luchar.  Son muchas las tareas: la batalla contra el delito, la batalla contra el consumo de drogas, o la batalla por crear una conciencia cada vez más sólida; la batalla por ayudar a la mejor organización de la sociedad, el cumplimiento de las leyes y del orden; la batalla por la decencia, por la vida en armonía en nuestras comunidades; el empeño para garantizar la tranquilidad, el avance y la felicidad de toda la población en cada una de nuestras cuadras.

Entre otras importantes tareas acometidas por los CDR están la recuperación de materias primas, el trabajo voluntario en labores agrícolas y las acciones desde el barrio para evitar la propagación de enfermedades, especialmente en la campaña contra el mosquito Aedes aegypti.

Es significativo el programa de donaciones de sangre, que representa un acto de especial altruismo del pueblo y un relevante aporte al sistema de salud pública.

También, la vigilancia revolucionaria y nuevas o renovadas tareas: el combate en las redes sociales digitales, el trabajo social, la atención a las situaciones de vulnerabilidad, el cuidado de la tercera edad, el trabajo con los jóvenes, la transformación social de las comunidades, el autoabastecimiento o autoconsumo, o sea, la soberanía alimentaria y la educación nutricional en la comunidad; el potenciar los sistemas productivos locales y las estrategias de desarrollo local; enfrentar la discriminación en todas sus manifestaciones, así como la violencia de género y, en particular, la violencia contra nuestras mujeres, el embarazo precoz, la recreación para los jóvenes, la atención a los jubilados, la garantía de la tranquilidad ciudadana, y el apoyo a los programas sociales y a los proyectos medioambientales.

Como parte de ese proceso de revitalización y fortalecimiento se modificó la edad de ingreso a la organización, de 14 a 16 años. Igualmente, las estructuras en CDR y zonas se adecuaron a las prioridades de trabajo, quedaron en cuatro cargos; se seleccionaron los activistas para el combate en las redes sociales digitales y el de la atención al trabajo social, y se entregó la condición a quienes se destacaron en las tareas cederistas en sus comunidades.

Tiene especial importancia que el proceso orgánico 10mo. Congreso diera seguimiento a los acuerdos del 9no. y a los objetivos y acciones contenidas en la Estrategia de revitalización y fortalecimiento de la organización, porque en ellas están recogidas las prioridades de trabajo, la misión social y preventiva, la vigilancia popular revolucionaria y la labor con niños, adolescentes y jóvenes.

Revisando la lista de temas más debatidos durante el proceso previo a este Congreso, resaltan: el funcionamiento orgánico, la política de cuadros, la vigilancia popular revolucionaria, la necesidad de incrementar la lucha contra el delito, las ilegalidades, la corrupción, las drogas, y el trabajo con la familia y los jóvenes. Indudablemente, esto se corresponde con las que deben ser y son preocupaciones principales de la masa de cederistas.

Pero también han quedado expuestas las principales deficiencias en el trabajo de la organización, en particular por su impacto a largo plazo en la atención a la selección, preparación y estabilidad de los cuadros y sus reservas en todos los niveles, así como el débil funcionamiento de las estructuras de base en CDR y zonas, lo que resulta impostergable teniendo en cuenta la actual situación y las dinámicas sociales contemporáneas.

Los CDR han hecho historia en asuntos vitales para nuestra sociedad. 

Durante la pandemia de COVID-19, la organización desarrolló un rol muy activo en varias labores de apoyo, como la vinculación a centros de aislamiento y zonas rojas y en la distribución de alimentos y medicamentos a personas en situación de vulnerabilidad.

También tuvieron un papel protagónico en los diferentes procesos electorales realizados y particularmente en la Consulta Popular del Proyecto de Constitución de la República de Cuba y del Proyecto de Código de las Familias.

Hoy la vigilancia popular revolucionaria sigue siendo la actividad esencial de la organización, y es importante reconocer que en los últimos meses se han creado nuevas formas de realización de la guardia cederista, ajustadas a las características y necesidades de cada lugar, con la formación de destacamentos a nivel de zonas.  Sin embargo, no en todos los barrios se logran resultados en el enfrentamiento a la actividad delictiva y las indisciplinas sociales.

Otra de las acciones acometidas por la organización está relacionada con la formación de 300 destacamentos Mirando al Mar, cuyos integrantes trabajan en conjunto con las Tropas Guardafronteras en la vigilancia y protección de nuestras costas.  

En los últimos años, entre las tareas de apoyo a la economía y la producción de alimentos, los CDR han promovido la campaña Desde el barrio cultiva tu pedacito, y si bien se han generalizado buenas experiencias, aún son muchas las familias con posibilidades de incorporarse a este movimiento, que no lo han hecho.

En el ahorro de energía, pese a su contribución principalmente mediante audiencias públicas y visitas a hogares de altos consumidores, las acciones promovidas por los Comités de Defensa de la Revolución no resultan suficientes, máxime en las actuales condiciones de escasez, cuando más deberían desatarse las iniciativas.

Me preguntaba, mientras revisaba el contenido de las discusiones de este Congreso, si ya han evaluado con rigor el tema de la comunicación social y el papel que en las nuevas plataformas digitales le corresponde a la organización, como planteraron dos jóvenes dirigentes cederistas aquí hoy.  Un papel, sin dudas, más activo para contrarrestar las campañas mediáticas desestabilizadoras contra la Revolución, así como para dar a conocer la realidad de las comunidades cubanas.

En las relaciones internacionales, pese a los resultados, en particular con organizaciones sociales de diferentes partidos que integran el Frente Continental de Organizaciones Comunales, se requiere ampliar y profundizar las relaciones con organizaciones afines en otras áreas geográficas.

El Encuentro del Frente Continental de Organizaciones Comunales, que mañana reunirá a todos los miembros de este mecanismo regional de integración comunal para discutir sobre las principales problemáticas que atraviesan los países latinoamericanos, debía ser una oportunidad para avanzar en ese camino.

De igual manera, teniendo en cuenta la presencia de delegaciones extranjeras, tendrá lugar el encuentro de solidaridad Por la unidad, la paz y la integración de los pueblos, este propio viernes 29, a las nueve de la mañana, en el Salón de Protocolo del Hotel Palco, otra oportunidad para el diálogo e intercambio de experiencias.

Las emociones vibraron en los cederistas reunidos en el Palacio de Convenciones de La Habana. Foto: Maykel Espinosa Rodríguez

 Cederistas:

A grandes rasgos hemos repasado algunos de los muchos aportes de los CDR a la sociedad.  No hay otra conclusión: los Comités de Defensa de la Revolución son indispensables e inseparables de la Revolución y lo seguirán siendo mientras la Revolución exista, o sea, ¡lo seguirán siendo por siempre! (Aplausos).  Por eso resulta crucial revitalizar y fortalecer el trabajo de la organización estrechamente vinculado al rol que se debe desempeñar en las actuales condiciones en que vive el país.

Les comentaba al principio las informaciones dadas por los ministros de Energía y Minas y de Economía y Planificación en la Mesa Redonda, la importancia de que se conozcan de primera mano los asuntos que ellos esclarecieron anoche.  Y es que necesitamos mucho del barrio para promover cada vez más una mentalidad de ahorro sin renunciar a disfrutar de un nivel de vida determinado; es decir, no se trata de dejar de disfrutar todas las bondades de la modernidad, se trata de hacerlo con un grado de conciencia tal que nos permita mantenerlo, sostenerlo; porque gastando por encima de nuestras condiciones y posibilidades, no solo ya no es posible, ¡no es sensato!, compromete avances que podríamos alcanzar tan solo con actuar más racionalmente en el uso de la energía y los portadores energéticos.  «Ahorrando más tendremos más», eso lo comprendieron tempranamente las sociedades más desarrolladas, después de enfrentar períodos desafiantes de escasez.

El Gobierno trabaja sin descanso para que el país funcione y avance a pesar del bloqueo y todas las arbitrariedades que esa política criminal nos impone; pero hay tareas que solo tienen resultados positivos cuando se asumen colectivamente por el mayor número posible de personas.  El ahorro es una de ellas, la mentalidad ahorrativa, la búsqueda del beneficio de toda la sociedad con el menor gasto posible.  Todo eso cuesta nada y produce mucho.

Lo ha dicho muchas veces el General de Ejército: «El ahorro de recursos de todo tipo continúa siendo una de las fuentes principales de ingresos al país, pues todavía existen gastos irracionales e inmensas reservas de eficiencia que debemos explotar con mucho sentido común y sensibilidad política».

Tenemos por delante un cúmulo de tareas muy desafiantes, y el mayor desafío estará en asumirlas con sentido común y sensibilidad política, como planteaba Raúl.  No hay que inventar ni que invertir más recursos que no tenemos, ¡hay que sacarle el quilo a lo que tenemos!

Por cada bombillo innecesariamente encendido que apaguemos, vamos a encender uno en nuestro pensamiento, en nuestra forma de actuar.  Quizás esta sea la oportunidad que no hemos sabido darnos de acabar con el reunionismo, el burocratismo y los esquemas mentales que no nos dejan avanzar más rápidamente.

¡Es la hora de la provincia, del municipio, del barrio, del CDR!  A nivel local tenemos que impulsar cuanto podamos en cuanto a soluciones para la alimentación, el transporte, la atención a los vulnerables, la comunicación social e institucional, el enfrentamiento a las ilegalidades y todos los problemas sociales de las comunidades.

Este Congreso no puede sustraerse de la situación del país, que es económicamente compleja y puede hacerse más difícil si no actuamos todos con sentido de país. Ese sentido de país nos llevará a actuar como la unidad que somos, a sacar lo mejor y lo más generoso de nosotros mismos.  Si el barrio actúa, el delincuente retrocede, el corrupto se avergüenza, la familia se fortalece, el desprotegido encuentra amparo, y los jóvenes, espacios para sus proyectos; en fin, las posibilidades son infinitas en nuestras comunidades.

Es la hora del control popular; de defender la Revolución y de defender el derecho, refrendado en la Constitución, a construir y desarrollar el socialismo que elegimos como único sistema que garantiza el mayor grado de justicia social posible.

Y en esa disposición, en primera fila, ¡a la vangurdia va el Comité!  Como su fundador y eterno líder, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

¡Vivan los CDR!  (Exclamaciones de: «¡Viva!»)

¡Viva Cuba Libre!  (Exclamaciones de: «¡Viva!»)

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!  (Exclamaciones de: «¡Venceremos!»)

(Ovación).

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