Orlando Jorge Suárez Curbelo, 29 años. Autor: Laura Brunet Portela Publicado: 17/06/2023 | 09:06 pm
Aguada de Pasajeros, Cienfuegos—. Cuando en 2013 Orelvis Morales Jiménez terminó el Servicio Militar Activo (SMA) volvió a Las Cajas, su lugar de origen, para recibir dos caballerías de tierra que le fueron concedidas en usufructo a partir del Decreto Ley 358.
A sus 36 años, este joven ya ha formado una familia con dos hijos que han crecido a la par de sus espigas de arroz. «Cuando él empezó nosotros no teníamos casa nada, ya pudimos comprarnos una vivienda y tenemos lo nuestro», comentó en la puerta del hogar Yadira Rosas Díaz, esposa del arrocero.
Morales Jiménez reconoce que las condiciones actuales para el trabajo agrícola resultan muy retadoras. Pero en el buen cubano que caracteriza su expresividad comentó que «si no tuviera las tierras estuviera comiendo candela, como se dice. Gracias a esto nosotros hemos mejorado bastante».
En ese plural incluye a un núcleo familiar más extenso que no solo contiene a su descendencia. Sus padres y el resto de sus hermanos también han puesto manos en esos diques que han rendido hasta cerca de unas cuatro toneladas (t) por hectárea (ha).
El otorgamiento de tierras en usufructo forma parte de las oportunidades que ofrecen las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) a quienes completan su SMA. En Cienfuegos, cerca de 40 desmovilizados del SMA han abrazado esta oportunidad para dedicarse a los cultivos varios, la ganadería, el arroz y la caña.
Orelvis Morales Jiménez, 36 años.
Honrar la herencia familiar
El municipio de Aguada de Pasajeros posee la lista más larga de productores noveles favorecidos con la entrega de tierras en usufructo en la provincia. La mayor parte de los 20 que han insistido en dedicarse al trabajo agrícola responden a una tradición campesina bien arraigada.
Yuniel González Core, de 30 años, proviene de una familia asentada en Las Yaguas que no ha querido moverse de su entorno rural. Por eso él también quiso aportar desde las 13 ha que recibió tras el SMA.
«El área tenía marabú, pero logramos limpiarla con un bulldozer, una picadora, y una brigada de 30 personas que nos ayudaron a dejarlo todo listo para sembrar», expresó sobre aquellos primeros días en 2013.
Los González Core crían cerdos, aves, tienen ganado vacuno y ovino, y siembran cultivos varios. Yuniel se ha especializado en la producción arrocera, que también resulta el cereal distintivo de su demarcación.
Yuniel González Core, 30 años. Fotos: Laura Brunet Portela.
Misleidy Core Hernández, madre de Yuniel y de otros tres muchachos dedicados al trabajo en el campo, expresó que desde los primeros meses en el SMA ellos le aconsejaron aprovechar la oportunidad de tener tierras a su cargo.
«Le ayudamos mucho para que tuviera su caballería lista para empezar. Y el Estado también lo ayudó mucho, porque pudo acceder a un crédito para la preparación de la tierra que resultó un buen adelanto», comentó Core Hernández, merecedora de la Distinción Antero Regalado por la dedicación con que trabaja en el campo, la misma que han heredado sus «pequeños».
Tras varios años sacando frutos de sus diques, González Core reconoce que los tiempos y las producciones no son los mismos, debido a la falta de abono, líquidos y otros recursos. «Han mermado un poco, pero se resuelve, siempre se saca algo. Lo importante es seguir sembrando», respondió el afiliado a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Juan Manuel Márquez.
Ganadero desde las entrañas
A Orlando Jorge Suárez Curbelo siempre le gustó la ganadería y terminó atendiendo a La Guacamaya. Todo parece indicar que no concretó su sueño de niño. Mas es todo lo contrario.
La Guacamaya es una finca donde atiende a diario a más de 30 vacas desde 2015, cuando recibió una caballería para dedicarla a tales fines.
Pasa los días pastoreando, pues sus animales todavía se alimentan de la forma más tradicional. Dice que no se ha decidido a sembrar plantas proteicas, aunque posee una reserva de caña para los terneros.
En Las Cajas resultó uno de los primeros en verse afectado por el hurto de ganado. En su caso fue un par de caballos que utilizaba a diario. Pero también figuró entre los pioneros para implementar un sistema de vigilancia conjunta con la Policía Nacional Revolucionara que logró aprehender a los malhechores.
Suárez Curbelo defiende con todo lo que ha logrado forjar con su sudor y que pretende entregar como legado a su pequeño de apenas seis años.
«Todo el que entre al SMA sin idea de lo que va a hacer después, puede acogerse al Decreto Ley 358. Es una buena opción para los jóvenes, especialmente del campo, para garantizarnos un sustento económico sin depender de nadie», consideró Suárez Curbelo.