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Amistad, solidaridad, apoyo, esperanza y confianza desde Estados Unidos para Cuba

Desde las voces de activistas sindicales norteamericanos —la mayoría de ellos muy jóvenes— el emblemático salón Portocarrero del Palacio de la Revolución fue testigo este lunes de la solidaridad, la resistencia y el compromiso con que ellos han asumido la defensa de Cuba

Autor:

Yaima Puig Meneses

Con ustedes aquí se demuestra, una vez más, que desde Estados Unidos, y con lo que ustedes hacen todos los días a favor de Cuba, también «nos llegan amistad, solidaridad, apoyo, esperanza y confianza».

Con esas palabras dio la bienvenida en el Palacio de la Revolución el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a casi 300 activistas norteamericanos —la mayoría de ellos muy jóvenes— que se encuentran en Cuba para compartir las jornadas de celebraciones del Primero de Mayo con nuestro pueblo.

De esperanza y solidaridad fue esta mañana de lunes, en la cual una docena de representantes de delegaciones norteamericanas de solidaridad con Cuba compartió ideas acerca de lo que para ellos significa apoyar la causa cubana, y la trascendencia que tiene la Revolución.

Les puedo asegurar, dijo el Jefe de Estado, que lo que hacen por nosotros está en lo más hondo de nuestro corazón, en lo más profundo de nuestro sentimiento.

En sus palabras compartió cuánto significa llevar a cabo encuentros como este «con representantes del pueblo norteamericano, con representantes de los trabajadores norteamericanos, con representantes de los jóvenes norteamericanos, que llegan con este mensaje de aliento y de apoyo, que sabemos requiere también de un esfuerzo y que tiene un precio para ustedes, porque deben enfrentar entonces el odio de los que están contra Cuba, el odio de los que están contra las ideas más progresistas en Estados Unidos.

«Cuando vienen a Cuba y ven nuestras realidades, las palpan, las entienden, las comprenden, saben cuáles son las causas de nuestros problemas sin falsos idealismos, sin sobredimensionar lo que puede ser Cuba como ejemplo o referente, porque nos queda mucho por hacer», destacó el mandatario.

De eso que tanto nos falta por hacer todavía habló también Díaz-Canel esta mañana, porque mucho de lo que no hemos podido lograr —aseveró— tiene que ver con ese «bloqueo que ustedes están tratando, junto a nosotros, de levantar, de aplastar».

El bloqueo, ante todo, subrayó, es una «violación de los derechos humanos de los cubanos y condena a un pueblo a vicisitudes solo teniendo la explicación de la arrogancia y la prepotencia de la política del Gobierno de Estados Unidos».

«Ustedes pueden tener la certeza de que están apoyando la causa de un pueblo noble, de un pueblo humilde, de un pueblo laborioso y de un pueblo que
sencillamente tiene convicciones y defiende esas convicciones hasta las últimas consecuencias», refirió el Presidente.

El mandatario aseguró, además, que «este es un pueblo que ha tenido la capacidad, en medio de tanta agresión, de no confundir nunca la política genocida, la política criminal, la política agresiva del Gobierno de Estados Unidos, con la bondad, la amistad, los valores, la cultura y la historia del pueblo norteamericano».

Nosotros tenemos un sueño —explicó— y ese sueño es el de lograr, con solidaridad, un mundo mejor, que sabemos que es posible; y «es posible porque nosotros lo soñamos y porque ustedes también lo sueñan; y es posible porque juntos estamos trabajando por que ese mundo mejor sea posible, que necesariamente tiene que ser un mundo sin bloqueo; no puede ser un mundo donde se construyan muros, tiene que ser un mundo de solidaridad, de paz, de amistad, de inclusión, de emancipación y,
además, de puentes, y por eso ustedes están aquí».

De la significación de este encuentro habló entonces el Presidente, pues entre otros muchos caminos para la unidad que se han ido abriendo, el intercambio de este lunes da continuidad a otros que han sucedido en los últimos años con múltiples delegaciones norteamericanas.

Además, dijo, este encuentro tiene lugar en un momento par-
ticularmente difícil para nosotros, en el que el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno de Estados Unidos ha provocado mayores limitaciones al pueblo cubano. «Que ustedes vengan en un momento como este es también un gesto de solidaridad y de amistad inmensas y, sobre todo, de apoyo».

Acerca de la resistencia creativa del pueblo cubano para enfrentar esas tantas carencias y amenazas explicó el mandatario, quien detalló varios elementos que distinguen los actuales desafíos de Cuba, así como «los principios y convicciones que nos permiten a nosotros, como dicen algunos, tan testarudos, seguir defendiendo a capa y espada, a ultranza, hasta las últimas consecuencias, la cons-
trucción socialista».

Agradeció Díaz-Canel la presencia de tantos jóvenes como parte de estas delegaciones. Son jóvenes, refirió, «comprometidos con una visión diferente de la que tiene el Gobierno de Estados Unidos, son jóvenes anticapitalistas, son jóvenes antimperialistas, y muchos de ustedes han abrazado las ideas del socialismo y
están profundizando en el estudio de las ideas socialistas, tienen una visión de lo que puede ser la construcción del socialismo para un mundo mejor».

Al hacer referencia a las afectaciones del bloqueo, el Presidente recordó cómo en los últimos tres años fue cruelmente recrudecido durante el enfrentamiento a la COVID-19, lo cual hizo más difícil aún para Cuba superar la epidemia. Pero Cuba, aseveró, demostró en todo momento su «voluntad de resistir, de no rendirnos y de perfeccionar la construcción socialista».

El futuro de Cuba, ratificó, se basa en «la construcción socialista, que es la que nos garantiza soberanía, independencia, prosperidad, igualdad, emancipación y toda la justicia social posible», esa misma justicia social que, recordó el Presidente de la República, defendió siempre Fidel y nos legó en sus ideas.

Voces amigas para Cuba

Desde las voces de activistas sindicales norteamericanos —la mayoría de ellos muy jóvenes— el emblemático salón Portocarrero del Palacio de la Revolución fue testigo este lunes de la solidaridad, la resistencia y el compromiso con que ellos han asumido la defensa de Cuba, desde el propio corazón del pueblo estadounidense.

Son representantes de más de 35 organizaciones políticas y movimientos sociales de Estados Unidos, juntos bajo el lema Construir el futuro y romper el bloqueo, porque tal como dijo Manolo de los Santos, codirector ejecutivo de The People’s Forum e investigador de Tricontinental: Institute for
Social Research, la lucha del pueblo cubano y norteamericano es la misma, «es la lucha contra el imperialismo, es la lucha contra la dominación del capital sobre las vidas y el planeta; y es la lucha por ese futuro que todos queremos construir, donde quepamos todos, donde se respete la diversidad, donde haya justicia social».

Como un «maravilloso encuentro con la verdad del pueblo cubano», consideró los días que han vivido en Cuba desde su llegada: «nos hemos dado cuenta de las dificultades del pueblo cubano, y también de sus fortalezas».

De continuar divulgando mensajes contra el bloqueo y apoyando la lucha en contra de esa cruel política habló luego Chris Smalls, reconocido sindicalista norteamericano y fundador del primer sindicato de Amazon. Hemos demostrado, aseveró, que cuando los jóvenes se unen es imposible impedir la voluntad de los pueblos.

Fueron una docena de intervenciones, en las cuales los representantes de las principales delegaciones asistentes hablaron sobre cuánto más pueden hacer aún para seguir demostrando al mundo lo injusto del bloqueo que el Gobierno norteamericano impone a la Mayor de las Antillas y también sobre cómo el pueblo cubano se ha convertido en símbolo de resistencia e inspiración no solo para los pueblos de América Latina y el Caribe.

La mañana fue además un homenaje a Fidel, de quien los presentes admiraron su visión de que un mundo mejor es posible y la manera en que llevó a la práctica esas ideas en Cuba. El agradecimiento llegó entonces para la Revolución Cubana, que «ha demostrado que es posible ese mejor futuro».

Honramos el liderazgo de Cuba, aseveró Bill Camp, líder sindical en California, porque «ustedes han logrado el rumbo correcto y estamos muy contentos de estar aquí».

Muchos hablaron entonces de la esperanza que Cuba representa para las jóvenes generaciones, de este enriquecedor encuentro con el pueblo cubano, del honor de ser recibidos por el Presidente de la República, y de los tantos desafíos que siguen sumando de ahora en adelante.

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