Abel Prieto Jiménez, presidente de Casa de las Américas, se honró tanto con la presentación del volumen de Ramonet como por la acogida del evento. Foto: Roberto Suárez Autor: Roberto Suárez Publicado: 12/02/2023 | 12:45 am
El 1er. Encuentro Internacional de Publicaciones Teóricas de Partidos y Movimientos de Izquierda —previsto inicialmente para el mes de octubre de 2022 y pospuesto por el huracán Ian— tuvo la dicha de ser reprogramado dentro del evento mayor de la cultura cubana: la 31ra. Feria Internacional del Libro Cuba 2023.
A juzgar por el saldo cuantitativo obtenido por los organizadores —centenar y medio de participantes acreditados, entre activistas sociales, editores, traductores, académicos y periodistas— la materialización del evento sobrepasó las esperanzas de quienes durante dos intensas jornadas debatieron y confraternizaron en la sala Che Guevara de la Casa de las Américas.
Convocada por la revista Cuba Socialista —órgano teórico y político del Partido Comunista de Cuba—, la cita de las publicaciones de izquierda hizo recordar la impronta de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad (REDH) creada en 2003.
En un contexto de acoso mediático y crisis multipolar que guarda semejanzas con el momento en que Pablo González Casanova divulgara el llamamiento A la conciencia del mundo, los delegados al Encuentro se vieron imbuidos de aquellos eventos épicos auspiciados por la REDH a comienzos de este milenio. Los protagonistas de aquella época fundacional para la intelectualidad comprometida comparten con sus colegas contemporáneos, el deseo de contener la dominación planetaria de los medios hegemónicos de la comunicación; exaltar el impacto sociopolítico de las acciones artísticas-culturales con propósitos descolonizadores; defender la movilización de intelectuales y artistas como una expresión legítima de la lucha social; y generar una red de información que difunda contenidos ajustados a la verdad y objetividad periodísticas.
Durante sus dos jornadas de trabajo el Encuentro puso en evidencia la contribución teórica y ejecutiva de las fuerzas políticas de izquierda y los movimientos sociales de diverso signo —ecológicos, feministas, confesionales— a la conformación de un orden geopolítico donde impere la paz planetaria, la defensa de las libertades públicas y la conquista de la justicia social.
En ese sentido el taller El socialismo y la juventud, moderado por Yoerky Sánchez Cuellar, director de Juventud Rebelde, e integrado por la profesora universitaria Marxlenin Pérez Valdés y el activista Manolo de los Santos, plasmó la congruencia de las ideas marxistas y leninistas no solo en el plano filosófico y hermenéutico, sino también en su capacidad de convocatoria y de transformación en un contexto marcado por la apatía ciudadana, el consumismo acrítico y la inercia desesperanzadora.
Ante la interrogante de la capacidad de acción y comprometimiento de una generación que creció bajo los vítores del «fin de la historia» y de la muerte de las ideologías de izquierda, los sagaces panelistas evidenciaron cuán pertinente resulta la formación política basada en el estudio de los clásicos del pensamiento cultural —Antonio Gramsci, Michel Foucault, Paulo Freire, Franz Fanon— y el accionar comprometido tanto en los espacios públicos como en las redes sociales.
Durante el espacio de intercambio ofrecido a los delegados, se polemizaron en franca lid algunas cuestiones de importancia como la obsolescencia programada del sistema capitalista —tanto simbólica como de consumo—, la necesidad de construcción de ámbitos de ocio donde la juventud no incurra en el escapismo o la enajenación y la condición irreverente de los nuevos actores del escenario sociopolítico.
El poema de Mario Benedetti Qué les queda a los jóvenes, que sirviera de exordio para la presentación del referido panel, fue el leitmotiv de cada una de las sucesivas intervenciones, en las que se expresaron el nivel de compromiso social de los participantes con la defensa de la multiculturalidad, la educación inclusiva y el pensamiento crítico.
Entre los órganos y asociaciones políticas que participaron en el debate se encontraban representantes de los partidos comunistas de Rusia, Argentina y España; los admirables hacedores de publicaciones como Diario del Pueblo (China), Nueva Hegemonía (Perú) y El Machete (México); y las instituciones nacionales de notable quehacer como el Movimiento Juvenil Martiano, el Centro Martin Luther King y el Centro de Estudios sobre la Juventud.
La jornada de cierre generó un interés particular con la presentación del libro de Ignacio Ramonet La era del conspiracionismo, en el que se profundiza con encomiable rigor y creatividad la eclosión de fenómenos mundiales como la colonización cultural, el irracionalismo epistémico y la manipulación de conciencias. Utilizando como caso de estudio el asalto de los grupos trumpistas al Capitolio durante la certificación de las elecciones presidenciales, Ramonet profundiza en los alcances de la cultura de la falsificación y el despojo de racionalidad de las conocidas fake news.
Consideradas como una manifestación de carácter minoritario, las célebres teorías de la conspiración están atrayendo cada vez más atención del ámbito académico, editorial y periodístico. Su carácter global —alentado por el despegue de las tecnologías digitales— representa una indudable amenaza para los sistemas democráticos y los saberes fundamentados por la ciencia.
Como colofón al Encuentro que resaltó el prestigio internacional de Cuba como escenario para la discusión cordial y el diálogo pleno, se aprobó por consenso el Plan de Acción que enfatizó en el componente transformador de la ciencia, así como en el carácter complementario de pilares de la convivencia humana como la paz incondicional, el desarrollo sostenible y la equidad social.
Entre los acuerdos de mayor trascendencia referidos en el Plan, se destacan la articulación de editores y pensadores en plataformas como la REDH; la condena permanente a las medidas unilaterales que vulneran la soberanía de las naciones y el derecho internacional; el rechazo a la banalización de los símbolos revolucionarios; la defensa de la memoria histórica en sus múltiples soportes y manifestaciones; la circulación de publicaciones contrahegemónicas; la concertación de estrategias comunicacionales de amplio espectro socio-informativo; y el hallazgo de fuentes alternativas de financiamiento para los venideros proyectos editoriales.
Serán extensas las expectativas para los próximos encuentros internacionales de publicaciones de izquierda pactados en noviembre de 2023 en Caracas, y en La Habana en febrero de 2024, en rechazo a la Doctrina Monroe, a 200 años de su enunciación y en homenaje al aniversario 65 del triunfo de la Revolución Cubana.
Ante el reprobable renacer del panamericanismo y las recientes victorias electorales en Brasil y Colombia —dos expresiones contrapuestas de la complejidad del escenario político latinoamericano— el aporte de la ciudadanía será decisivo para que prevalezcan los genuinos intereses de los pueblos en la época presente.