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Las relaciones entre México y Cuba son históricas y entrañables

«México siempre podrá contar con Cuba», señaló el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a su colega mexicano Manuel López Obrador. Le condecora con la Orden Nacional José Martí. Delegaciones realizan conversaciones oficiales. Firman declaración política y acuerdo en el sector de la Salud

Autores:

Yaima Puig Meneses
René Tamayo León

«La Revolución Cubana le asegura que continuará su marcha triunfante de esperanza y de futuro, y que México siempre podrá contar con Cuba», expresó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a su colega Andrés Manuel López Obrador, que la tarde de este sábado llegó a la Isla para una visita de trabajo, última escala de su gira por Centroamérica y el Caribe.

Ambos mandatarios se trataron durante todo el tiempo en términos de amigo, de hermano. En declaraciones finales ante sus delegaciones y la prensa acreditada para la visita, Díaz-Canel le señalaría: «Nuestro pueblo, querido Presidente, amigo, lo recibe con gran cariño, respeto y la admiración que se ha ganado usted por sus numerosas expresiones y gestos hacia Cuba».

«Las relaciones entre México y Cuba son como usted ha expresado; son históricas y entrañables —le dijo más adelante—.

Al comentar el discurso de poco más de 40 minutos que López Obrador había hecho antes que él, Díaz-Canel le expresó que había «dado una lección de cómo en la propia historia entre México y Cuba se encuentran las razones para justificar, para alimentar, para continuar engrandeciendo esas relaciones.

«Precisamente con esos propósitos se ha estado desarrollando esta visita —añadió—, que confirma el carácter de estos lazos y abre un camino para su avance y profundización».

El mandatario isleño informó al auditorio que en la sesión de la mañana, tras las conversaciones oficiales de ambas delegaciones, se había firmado «una Declaración que consolida una nueva etapa en la relación bilateral entre México y Cuba», y los titulares de Salud de los dos Gobiernos «rubricaron un Acuerdo de colaboración que facilita aprovechar todas las potencialidades sanitarias, científicas, de esfuerzos conjuntos y voluntades que entre nuestros dos países podemos desarrollar en el campo de la salud para el beneficio de nuestros pueblos en esta noble área».

Además, agregó, tratamos «importantes temas de la agenda bilateral, de nuestras relaciones, pero también los temas de la agenda regional y los temas internacionales».

Díaz-Canel agradeció a López Obrador «su posición firme, como ha manifestado en sus palabras, de rechazo al bloqueo genocida impuesto por el Gobierno de Estados Unidos a nuestro país en el ámbito comercial, económico y financiero, además al recrudecimiento que tiene ese bloqueo en los momentos actuales.

«La Declaración que adoptamos —abundó— reconoce el compromiso de ambas naciones con la Proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz que fue creada en una Cumbre de la Celac aquí en La Habana (2014), y el respeto que ambas naciones profesamos al derecho internacional.

«Expresé también a nuestro amigo presidente López Obrador el aprecio y reconocimiento por su papel a favor de la integración de Nuestra América, demostrando la encomiable labor de México al frente de la presidencia pro tempore de la Celac el pasado año, y su defensa al respeto pleno a la soberanía e integridad de los Estados tal como proclamó siempre Benito Juárez.

«Coincidimos en lo improcedente de las exclusiones injustificadas de países de nuestra región, de los eventos hemisféricos, como parece que es lo que ocurrirá en lo que ya podría llamarse la “supuestamente cumbre de las Américas” —entre comillas—. Como ha expresado el presidente López Obrador, las relaciones hemisféricas deben cambiar profundamente».

«Presidente —dijo Díaz-Canel al término de su declaración—, creemos que hemos expresado de ambas partes, voluntad, esfuerzos e integración, y hemos tomado decisiones para el beneficio de México y de Cuba, y por supuesto, de nuestros pueblos».

El Jefe de Estado anfitrión también agradeció a su colega, las condolencias al pueblo cubano ante los hechos ocurridos en los últimos días, en referencia al siniestro en el hotel Saratoga.

Previamente, el estadista mexicano había hecho un recorrido por la historia de las relaciones entre Cuba y México, los vínculos entrañables entre importantes patriotas de ambos países en su tiempo, y el apoyo y participación de estos en las luchas de ambos pueblos desde el siglo XIX hasta la fecha.

López Obrador también ratificó su postura sobre el bloqueo del Gobierno de Estados Unidos a Cuba: «he dicho con toda franqueza, que luce mal el Gobierno de Estados Unidos utilizando el bloqueo para impedir el bienestar del pueblo de Cuba con el propósito de que este, obligado por la necesidad, tenga que enfrentar a su propio Gobierno. Si esta perversa estrategia lograse tener éxito —algo que no parece probable por la dignidad (del pueblo cubano) a que nos hemos referido—, de todas formas, se convertiría en un triunfo pírrico, vil y canallesco, en una mancha de esas que no se borran ni con toda el agua de los océanos.

«Pero también sostengo que ya es tiempo de la hermandad y no de la confrontación. Como lo señalaba José Martí, el choque puede evitarse, “con el exquisito tacto político que viene de la majestad del desinterés y de la soberanía del amor”. Es el momento de una nueva convivencia entre todos los países de América, porque el modelo impuesto hace más de dos siglos está agotado, no tiene futuro ni salida y ya no beneficia a nadie. Hay que hacer a un lado la disyuntiva de integrarnos a Estados Unidos o de oponernos en forma defensiva.

«Es tiempo de expresar y de explorar otra opción: la de dialogar con los gobernantes estadounidenses y convencerlos y persuadirlos de que una nueva relación entre los países de América es posible.

«Nuestra propuesta puede parecer utópica y hasta ingenua, pero en vez de cerrarnos debemos abrirnos al diálogo comprometido y franco, y buscar la unidad en todo el continente americano.

«Además, no veo otra alternativa ante el crecimiento exponencial de la economía en otras regiones del mundo y la decadencia productiva de toda América (...)».

Para América, señaló López Obrador más adelante, «la propuesta es, ni más ni menos, construir algo semejante a la Unión Europea, pero apegado a nuestra historia, a nuestra realidad y a nuestras identidades. En ese espíritu, no debe descartarse la sustitución de la OEA por un organismo verdaderamente autónomo, no lacayo de nadie sino mediador a petición y aceptación de las partes en conflicto en asuntos de derechos humanos y democracia. Aunque lo aquí planteado pueda parecer un sueño, debe considerarse que sin el horizonte de los ideales no se llega a ningún lado y que, en consecuencia, vale la pena intentarlo. Es una gran tarea para buenos diplomáticos y políticos como los que, afortunadamente, existen en todos los países de nuestro continente.

«Por nuestra parte, creemos que la integración, con respeto a las soberanías y formas de gobierno y la buena aplicación de un Tratado para el desarrollo económico y comercial, nos conviene a todos y que en ello nadie pierde; sería, por el contrario, la salida más eficaz y responsable frente a la fuerte competencia que existe, que se acrecentará con el tiempo y que si no hacemos nada para unirnos, fortalecernos y salir victoriosos en buena lid, llevará de manera inevitable al declive de todas las Américas».

En otro momento de su discurso, el Presidente de México expresó: «con todo el respeto a la soberanía y a la independencia de Cuba, les expongo que seguiré insistiendo para buscar, como primer paso, que Estados Unidos levante el bloqueo a esta nación hermana para iniciar el restablecimiento de las relaciones de cooperación y amistad entre los pueblos de las dos naciones.

«Por ello, insistiré con el presidente Biden en que no se excluya a ningún país de América Latina y el Caribe en la Cumbre del mes próximo a celebrarse en Los Ángeles, California, y que las autoridades de cada país decidan libremente si asisten o no a dicho encuentro, pero que nadie excluya a nadie».

Al finalizar sus palabras, el mandatario mexicano señaló: «A título personal sostengo que yo no apuesto al fracaso de la Revolución Cubana, a su legado de justicia y a sus lecciones de independencia y dignidad. Yo nunca voy a participar con golpistas que conspiran contra los ideales de igualdad y fraternidad universal. El retroceso es decadencia y desolación, es asunto de poder y no de humanidad, prefiero seguir manteniendo la esperanza de que la revolución renace en la revolución, y aquí en Cuba es la nueva enseñanza mayor: este pueblo volverá a demostrar que la razón es más poderosa que la fuerza».

López Obrador también agradeció «al generoso, solidario y ejemplar pueblo cubano» por haber sido condecorado, de manos del Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con la Orden Nacional José Martí, ceremonia a la que asistieron los miembros del Buró Político del Comité Central del Partido, Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, y Manuel Marrero Cruz, jefe del Gobierno de la República.

A Martí, dijo López Obrador, «lo admiro tanto como a Bolívar y a nuestro Juárez».

Pueblos hermanos, presidentes amigos

El presidente Andrés Manuel López Obrador llegó al Palacio de la Revolución sobre las 10:00 de la mañana de este domingo, donde rindió homenaje al Héroe Nacional de Cuba, José Martí, colocando una ofrenda floral en la base del monumento al Apóstol al pie del Memorial en la Plaza de la Revolución.

A continuación, el mandatario fue recibido oficialmente por su par cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Juntos pasaron revista a la Guardia de Honor y luego saludaron a las delegaciones que los acompañan.

Por la parte mexicana participaron el canciller Marcelo Ebrard Casaubón; el general Luis Cresencio Sandoval González, secretario de Defensa; el almirante José Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina; el doctor Jorge Carlos Alcocer Valera, secretario de Salud; Lázaro Cárdenas Batel, coordinador de asesores del presidente López Obrador, y Miguel Díaz Reynoso, embajador de México en Cuba, entre otras personalidades.

La delegación cubana estuvo integrada por el canciller Bruno Rodríguez Parrilla; el general de Cuerpo de Ejército Álvaro López Miera, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias; Rodrigo Malmierca Díaz, ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera; José Angel Portal Miranda, ministro de Salud Pública, y Marcos Rodríguez Costa, embajador de Cuba en México.

También participaron el doctor Eduardo Martínez Díaz, presidente de BioCubaFarma, y la doctora Olga Lidia Jacobo Casanueva, directora del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed), entre otras personalidades.

Al inaugurar el intercambio entre las delegaciones oficiales, el mandatario cubano le comentó a López Obrador el placer y satisfacción por tenerlo en Cuba.

«Esta era una visita deseada, esperada, anhelada, en la cual podemos trasladarle en nombre del Gobierno y el pueblo cubano, toda la admiración, el respeto y el cariño que le tienen aquí en Cuba por sus expresiones y sus gestos con el pueblo cubano.

«Cuba no olvida cuando usted expresó, para todo el mundo, que el pueblo cubano era un pueblo que por su dignidad y heroísmo merecía ser reconocido como un patrimonio de la humanidad».

«Esta visita —le expresó más adelante Díaz-Canel a López Obrador— para nosotros tiene una significación altísima, y tiene que ver con varios elementos, en primer lugar, estamos celebrando los 120 años del establecimiento de relaciones ininterrumpidas entre nuestros dos países y su visita honra esa historia de lazos de amistad, de hermandad, de solidaridad».

El presidente Andrés Manuel López Obrador le respondió luego que ya podría ser, como dicen los escritores, un lugar común hablar de la amistad entre Cuba y México, pero que estaba aquí para ratificar esa hermandad y solidaridad entre ambos pueblos. «Nos da mucho gusto estar aquí, Presidente, amigo Presidente Díaz-Canel», reiteró.

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