Como factor más prevalente en los casos graves de COVID-19 y principal factor en la mortalidad por esta causa, la enfermedad renal crónica (ERC) fue objeto de un estudio que evidenció la necesidad de implementar acciones de prevención y control evolutivo para tratar las secuelas renales en pacientes víctimas del nuevo coronavirus.
COVID-19 y Riñón: Riesgo, Daño y Secuela, es el título de una investigación multidisciplinaria que fue conducida por el Instituto de Nefrología Dr. Abelardo Buch López.
Los resultados fueron presentados en el encuentro de esta semana del Primer Secretario del Comité Central del Partido, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con científicos y expertos que participan en las actividades de ciencia e innovación tecnológica para enfrentar la pandemia.
El Doctor en Ciencias Raúl Herrera Valdés, quien tuvo a cargo la exposición, informó que el estudio indica que es «probable que las lesiones renales adquiridas durante la fase aguda de la enfermedad, potencializadas por la inflamación crónica persistente, puedan progresar de forma lenta y asintomática hacia estadios avanzados de la ERC».
Dada «la cuantía de casos de COVID-19 a nivel mundial —argumentó—, se predice la posibilidad de que millones de personas en el planeta puedan requerir de diálisis y/o trasplante renal en el futuro».
Al abordar algunos antecedentes, señaló que la ERC es un problema de salud en Cuba; se estima que afecte al diez por ciento de la población adulta del país, por lo que alrededor de 875 000 personas pueden estar sufriéndola en alguno de sus estadios.
«La enfermedad renal crónica tiene una evolución silente y es imprescindible su pesquisaje», explicó el científico al plantear la necesidad de dar atención y seguimiento a quienes han enfermado de COVID-19.
Herrera Valdés puso énfasis en el trabajo de prevención que deberán realizar los sistemas de atención primaria y secundaria de Salud para la detección precoz de estos pacientes y su tratamiento.
Para esto, dijo, es imprescindible una transformación en la labor de los especialistas, a fin de acompañar a sus colegas en estos procesos. La COVID-19, agregó, nos ha enseñado muchas Cosas; y nuestro sistema nacional de salud está preparado para ese acompañamiento comprometido.
El desafío y esfuerzo que significa atender las secuelas renales en pacientes que enfermaron de COVID-19 lleva recursos, pero el humano es el principal, y de ese disponemos, sentenció Herrera Valdés.
El Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, destacó los resultados e insistió en la respuesta multidisciplinaria y multisectorial que debe tenerse para dar el seguimiento que requieren estos casos.
Señaló que desde la ingeniería cubana mucho se puede apoyar y aportar en cuanto a equipamiento técnico para tratar la enfermedad renal crónica, algo en lo que ya se avanza, pero que puede impulsarse más a partir de las nuevas tecnologías, como las impresiones en 3D y otras novedades.
Como es costumbre en los intercambios del Presidente de la República con los científicos y expertos, el Doctor en Ciencias Raúl Guinovart Díaz, decano de la facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana, hizo una actualización sobre el comportamiento de la COVID-19 para las próximas semanas.
Explicó que para «todas las provincias se pronostica una disminución de la incidencia de casos en los próximos días»; o sea, que en Cuba tenemos «un control de la epidemia en todas las regiones». No obstante, apuntó que «se aprecia una tendencia a crecer el número de fallecidos en las provincias de Ciego de Ávila y Santiago de Cuba.
El especialista acotó que uno de los modelos, este «menos amigable», está previendo un descenso lento en el comportamiento de la enfermedad; aunque otro pronostica que a corto plazo mantendremos la tendencia al descenso de casos activos, confirmados y de fallecidos.
Según este algoritmo, los confirmados podrían estar próximos a los 300 casos diarios a inicios de marzo y los fallecidos podrían ser más esporádicos.
En el encuentro también se presentaron algunos resultados de los estudios poslicenciamiento de la serie de vacunas cubanas Soberanas, como el efecto de la vacunación en grupos de riesgo, la duración de la respuesta en vacunados, la capacidad de refuerzo en esquemas heterólogos, el seguimiento del impacto en variantes de preocupación en población pediátrica y la transferencia materno fetal de títulos de anticuerpos.
En el habitual intercambio de los martes de la dirección del país con científicos y expertos que trabajan en el enfrentamiento a la pandemia, participaron, además, los vice primeros ministros Inés María Chapman Waugh y Jorge Luis Perdomo Di-Lella.
Seguir conteniendo al virus
Encabezada por el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la jornada de este martes también sesionó la reunión del Grupo temporal de trabajo del Gobierno para la prevención y control del nuevo coronavirus.
En formato de videoconferencia con todos los territorios, el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, quien condujo el encuentro, refirió que, según expresaron estas autoridades, el comportamiento de la enfermedad en cada provincia y el municipio especial de Isla de la Juventud se comporta según los pronósticos informados en el intercambio con los científicos y expertos.
El Primer Ministro indicó, empero, que a pesar de continuar avanzándose en el control de la epidemia, no pueden apresurarse los tiempos ni disminuir las medidas sanitarias para la contención de la transmisión.
En el encuentro participaron el Vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, y los vice primeros ministros Inés María Chapman Waugh, Ricardo Cabrisas Ruiz, Alejandro Gil Fernández y Jorge Luis Perdomo Di-Lella, además de ministras, ministros y otras autoridades.