El conocimiento profundo de la Historia y del Marxismo-Leninismo continúa siendo fundamental para las nuevas generaciones en los tiempos actuales. Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 13/01/2022 | 11:51 pm
El conocimiento profundo de la Historia y del Marxismo-Leninismo continúa siendo fundamental para las nuevas generaciones en los tiempos actuales, según trascendió en el espacio Dialogando sobre jóvenes, que cada segundo jueves del mes coordina el Centro de Estudios sobre la Juventud (CESJ).
Durante el encuentro —que centró su análisis en la importancia de cómo hacer llegar estas dos materias de la mejor manera posible a los estudiantes—, el panelista Alejandro Gumá Ruiz, investigador del Instituto Juan Marinello, dijo que esa es una batalla que no se dirime solo en un aula universitaria, sino dentro del pueblo.
Además, se refirió brevemente la secuencia histórica del marxismo hasta traerlo al contexto nacional dentro de la Revolución Cubana y recordó cómo se fueron forjando las ideas de Marx bajo la figura quimera del Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz.
Por su parte la Sicóloga, Yisel de Armas Peraza, expresó la necesidad de educar bien el marxismo porque en este descansa, sobre todo, un método importante de lucha. «Él toca la realidad, la piensa y la profundiza, por tanto, hoy gana mayor vigencia su conocimiento en el momento que atraviesa la Isla», dijo.
Los retos están en revisar constantemente la teoría, sus postulados y continuar con un pensamiento creativo para buscar siempre la emancipación. Por eso en la actualidad sigue siendo esencial enseñarlo y comprenderlo desde las aulas de la mejor manera, agregó.
Sobre esto último el profesor de historia, Yeyler Blanco, recordó que cuando se revoluciona la enseñanza de la historia, entonces los estudiantes llegan a entenderla de la forma más amena posible. «Si no sacamos esta asignatura del “teque” y de lo no sensitivo estaremos fracasando con los jóvenes y frente a toda un aula», alertó.
En otro momento, Javier Sánchez, estudiante de sociología de la Universidad de La Habana, dijo que la carencia en la enseñanza de la historia y el marxismo están en su opinión en un problema de métodos. La educación popular, según insistió, es una de las vías para la emancipación y el conocimiento que se debería potenciar en el contexto nuestro.
Tenemos carencias porque las maneras en que enseñamos estas materias, sobre todo, en las etapas de secundaria y preuniversitario a veces son demasiado lineales y aburridas, reconoció Ludys Galarraga, jefa del departamento de la carrera Historia y Marxismo-Leninismo en la Universidad del Deporte Manuel Fajardo.
Desde su experiencia en preuniversitarios de la capital con la tarea Educando por amor, Karla Santana, presidenta de la FEU, expresó que lo primero para sensibilizar al alumno es que el propio profesor asuma un método viable y atractivo en la búsqueda de trasmitir la historia. Mientras que el estudiante, Josué Benavides, se pregunta qué significa ser creador en la enseñanza del marxismo. Para él todo pasa por un proceso organizativo desde lo individual y colectivo.
Al final del intercambio —al cual asistieron, entre otros, Jorge Luis Broche, miembro del secretariado del Comité Central del Partido, y Aylín Álvarez García, primera secretaria de la UJC; Keyla Estévez García, directora del CESJ, se reconoció que existe un consenso en el tema de potenciar aún más la enseñanza de la Historia y el Marxismo-Leninismo en el país.