Karla Rodríguez Santana, presidenta de la FEU, en el acto de celebración del Día Internacional del Estudiante, realizado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana Autor: Roberto Suárez Publicado: 17/11/2021 | 02:23 pm
En medio de las precipitaciones y avatares cotidianos propios de quien se empeña en ser cuando menos útil y consecuente con cómo se entiende como revolucionario, con cómo se entiende transitando en el empedrado camino hacia la utopía, hacia el horizonte común que evoca un periplo que está inevitablemente unido a la conspiración con el pueblo todo.
En ese empeño llegan también los estudiantes en una suerte de complicidad necesaria en la desmitificación de una organización como entelequia simbólica, en la divulgación del mensaje real de que se trata siempre de un proceso vivo y continuo su problematización, se trata en primer lugar de estar dentro de ella, participar en ella, formar parte de ella; contribuir a su profundización y avance, alertando de los peligros que se ciernen sobre ella y ayudar a conjurarlos. Sostener una postura de compromiso militante con la organización y velar porque su fuerza sirva efectivamente para lograr los objetivos que nos inspiran y no para la protección de intereses espurios; queremos profundizaciones revolucionarias que nos impulsen hacia adelante.
Los estudiantes en sus más diversas heterogeneidades les debe unir como consenso la construcción de una Federación Estudiantil Universitaria perfeccionadora de manera sistemática, que la representación de sus miembros sea una verdad que conecte sus prácticas con la satisfacción de las aspiraciones de su membresía, una organización más horizontal, con la brigada como su centro, que abandere las luchas por los derechos de todas las personas basados en el rechazo absoluto a cualquier manifestación de discriminación.
José Julián Díaz Pérez, presidente de la FEU de la Universidad de La Habana, en el acto de celebración del Día Internacional del Estudiante, realizado en el Aula Magna.Foto:Roberto Suárez.
Queremos una Federación en la que sus estudiantes encuentren un escenario posible de oportunidades para desde la construcción colectiva y la participación consciente puedan cumplirse con el concurso de todas y todos las prioridades y aspiraciones de la organización. Ha de ser la FEU la plataforma donde su estudiantado dialogue y se construya, defendiendo el debate sincero y respetuoso que ha de caracterizarla.
Aspiramos a transformar nuestra realidad como estudiantes teniendo como horizonte la mayor soberanía posible, que forma parte de ese gran proyecto de Revolución, porque también en el seno de la organización de los estudiantes se puede cuestionar, se pueden defender derechos y poner en practica la creatividad y potencialidades de sus miembros. Lógicamente es más sencillo posicionarse como un vocero de la crítica voraz y destructiva, porque lo contra hegemónico es más atractivo, es más fácil a trabajar día a día por el perfeccionamiento en las brigadas, en las comunidades, forjándonos en la acción cotidiana, creando un hombre nuevo.
Foto:Roberto Suárez.
Siempre nutre más el ego contar en las redes, allí se siente grande quien recibe una cortesía superflua y poco profunda, es más fácil que contribuir desde el anonimato a la construcción de la obra, a su constante renovación, prefieren erigir discursos de organizaciones inertes para no esforzarse en empujarla a seguir ofreciendo un universo de oportunidades para el desarrollo de las tremendas capacidades de sus estudiantes y la concreción de su creatividad.
En esos mares la bitácora tiene que ser el esfuerzo por serle útil a lo que es un principio vertebral del proceso: el pueblo. Como fueron las campales batallas en los centros de aislamiento, la sonrisa oculta a quienes llegamos con la sensibilidad de sabernos actores en el aliento que significa el despertar de un barrio que sueñe, que participe, que se integre a esta quijotesca aventura de construir el Socialismo.
Sabemos que las urgencias del presente se manifiestan como focos de necesaria atención en el marco de la lucha política que se dirime, restaurar los consensos, enanomar del discurso potente de la Revolución.
Y como el Che sabemos que hay sacrificios delante nuestro y que debemos esfuerzo por el hecho heroico de constituir una vanguardia como nación que se fraguó como horizonte el camino que augura primero Patria o Muerte y después Venceremos.