El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, presenta en conferencia de prensa este jueves 22 de octubre, el Informe de Cuba sobre el impacto ocasionado por la política de bloqueo de Estados Unidos durante el último año. Autor: Maykel Espinosa Rodríguez Publicado: 22/10/2020 | 12:01 pm
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, presentó en conferencia de prensa este jueves 22 de octubre, el Informe de Cuba sobre el impacto ocasionado por la política de bloqueo de Estados Unidos durante el último año.
Debido a la compleja situación epidemiológica a nivel global y en particular en Estados Unidos, la resolución titulada «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba» será presentada por vigesimonovena ocasión durante la sesión reanudada del 75 periodo de sesiones de la Asamblea General, en mayo de 2021.
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En conferencia de prensa el canciller cubano denunció que el Gobierno de Estados Unidos ha recrudecido de forma brutal y sin precedentes el bloqueo económico, comercial y financiero a Cuba, aprovechando el contexto de la pandemia de COVID-19. La crueldad de su aplicación en medio de las condiciones de una pandemia es verdaderamente inédita, agregó.
Señaló también la aplicación de medidas no convencionales impropias en tiempos de paz sobre los suministros de combustible a Cuba.
Gane quien gane las elecciones de noviembre, Estados Unidos tendrá que enfrentar la realidad ineludible de que el bloqueo viola los derechos humanos, afecta a las familias cubanas, afecta la movilidad y los derechos de los ciudadanos norteamericanos, sus derechos a la información y contradice los derechos fundamentales refrendados en este país, afecta a sus empresarios e incluso el interés de la nación, que sufre gran aislamiento y descrédito ante sus aliados, acotó.
Recordó que este es un instrumento que, por su condición extraterritorial, daña el multilateralismo y los derechos de las demás naciones.
Es cínico decirle al pueblo cubano que el bloqueo no lo daña, decir que esa política afecta solo a unos pocos cubanos y pretender justificarla con la pretensión de modificar nuestra Constitución, nuestras leyes y la forma en que soberanamente nos organizamos y el pueblo decide su destino y su futuro, dijo.
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, en conferencia de prensa este jueves 22 de octubre. Foto: Maykel Espinosa Rodríguez
Es sorprendente que cada vez se utilicen más mentiras y calumnias fabulosas e injustificadas contra Cuba. Son tiempos de un nuevo macartismo, que llega hoy a niveles tan insólitos que permite que el Gobierno disponga de una lista de artistas cubanos para ser perseguidos en ese país, denunció.
Explicó que en el periodo comprendido entre abril de 2019 y marzo de 2020 el bloqueo ha causado pérdidas equivalentes a 5 570 millones de dólares americanos; es la primera vez que ese mecanismo sobrepasa los 5 000 millones en afectaciones al país en un año, agregó.
Al referirse a los daños acumulados, desde su implantación hace ya seis décadas, dijo que estos alcanzan los 144 213 millones de dólares, lo que para una economía como la de Cuba es una carga abrumadora. Acotó que, si se toma en cuenta la depreciación del dólar ante el oro, ese monto supera hoy el billón de dólares.
El bloqueo plantea a nuestro gobierno un desafío adicional para enfrentar la COVID-19, y significa limitaciones extraordinarias para Cuba por su carácter extraterritorial y general. En este minuto significa de manera práctica la negación a Cuba de insumos, tecnología y equipamientos médicos que procedan de Estados Unidos o que, viniendo de otro país, tengan un 10 por ciento de componentes norteamericanos, ahondó
El desempeño eficaz de nuestro Gobierno ante la pandemia, a pesar de todas estas situaciones, solo puede explicarse con la fortaleza del sistema de salud cubano, del potencial científico que posee y la colaboración de la ciudadanía, dijo.
Teniendo en cuenta que el periodo comprendido en el informe solo abarca el inicio del enfrentamiento a la pandemia, el canciller cubano señaló que las dificultades siguen siendo descomunales en estos momentos para obtener medicamentos e insumos para su fabricación, destinados estos al combate del virus y a garantizar la recuperación de los enfermos.
A modo de ejemplo de las implicaciones que la aplicación de este instrumento sobre terceros tiene en el enfrentamiento cubano a la COVID-19, mencionó el donativo de insumos médicos enviado por la compañía china Alibaba que no pudo arribar al país.
Otras compañías tampoco pudieron entregar a Cuba ventiladores mecánicos para garantizar la ventilación artificial a los enfermos por el virus, debido a la vinculación de estas con Estados Unidos.
Además, Medicuba contactó a 50 compañías de este país para importar equipos médicos y medicamentos indispensables, de las cuales la inmensa mayoría no respondió, y tres denegaron cualquier operación, señalando explícitamente la existencia del bloqueo como impedimento, detalló Rodríguez Parrilla.
El funcionario llamó la atención sobre el hecho de que el endurecimiento del bloqueo contra Cuba en esta última etapa coincide con el recrudecimiento de la política agresiva contra la isla y otros países de la región. Denunció, además, el uso continuado de técnicas no convencionales, más propias de tiempos de guerra que de paz.
Se han aplicado medidas disimiles, enumeró, como la campaña calumniosa contra la colaboración medica cubana, la negativa a renovar las licencias a compañías americanas que tenían negocios en Cuba, la reducción unilateral extrema de la transportación aérea entre ambos países, el ataque agresivo a las remesas familiares, la reducción al mínimo extremo de los contactos y la comunicación entre los que viven en Estados Unidos y sus familias cubanas, la inclusión de Cuba en listas espurias, el restablecimiento de restricciones económicas y financieras adicionales, entre otras .
El bloqueo, en su naturaleza y en su reforzamiento en los últimos años, es una expresión de incapacidad histórica de aceptar que Cuba es una nación independiente, que debe poder ejercer su soberanía y autodeterminación. Es una violación de los derechos internacionales, de las normas internacionales de comercio y de navegación, por eso despierta el rechazo internacional tan unánime, sentenció.
Representa un acrecentado impedimento a las perspectivas de desarrollo del país, es una violación grave, flagrante y sistemática de los derechos humanos, tiene un impacto dañino y real en el proceso de actualización del modelo económico cubano y es un lastre en el avance de las relaciones bilaterales de ambos países. Carece de cualquier justificación moral y política, dijo.
Por eso, agregó, merece condena y por eso la Asamblea General de la ONU así lo ha hecho por más de tres décadas, concluyó.
Consulte el informe completo:
Desde la caricatura una mirada contra el bloqueo