Acciones constructivas, la organización de los horarios y otras alternativas solucionan el hacinamiento en 643 grupos de Enseñanza Primaria de Santiago de Cuba Autor: Cortesía de la fuente Publicado: 01/09/2020 | 02:05 pm
SANTIAGO DE CUBA.— Nereyda Hernández, madre de un adolescente y un escolar de cuarto grado, no para: «Primero fue hacer malabares para encontrar los zapatos que se le quedaron al pequeño y estirar el short que le está demasiado corto; ahora estoy revisando gavetas y ropa que no uso para conseguir con qué hacer los cuatro nasobucos diarios que deberá llevar el chiquito, alumno de un centro de doble sesión, y los dos que llevará cada día al Preuniversitario el mayor. Es engorroso, pero necesario», insiste esta locuaz santiaguera.
Su vecina Idania García tuvo mejor suerte, pues la salvó el gesto solidario de su delegación de la FMC, que supliendo con iniciativas y sensibilidad las dificultades del país con la adquisición del tejido para la confección de los uniformes escolares, ha pedido a las federadas que puedan donar camisas y pantalones que ya no necesitan sus hijos para beneficiar a otros. «Así pude sustituir las blusas que precisaba mi hija», dice aliviada.
Concluir el período lectivo 2019-2020 con índices de calidad en el proceso docente-educativo y el estricto cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias para evitar cualquier contagio con la COVID-19, es propósito que anima a los educadores santiagueros.
Así lo ha reiterado por estos días a la prensa Rosa Álvarez Fundichely, directora de Educación en la provincia, quien insistió en que cada nivel educativo ha rediseñado y dosificado sus programas para propiciar una adecuada culminación de estudios, pues las actividades docentes se reanudan con una estrategia posCOVID-19 contextualizada, que incluye sistemas de evaluación, rediseño de programas, adecuaciones curriculares y protocolos de salud, entre otros.
El nuevo curso escolar 2020-2021 en este lado cubano cuenta con una matrícula de 177 644 estudiantes y total cobertura docente, insistió la directiva, y explicó que resultarán decisivos la adecuada organización escolar y el reforzamiento de la labor educativa con los estudiantes, los trabajadores del sector y las familias.
Con esas concepciones de trabajo bien claras, en la nueva etapa lectiva abrieron sus puertas 1 218 instituciones educativas, entre estas ocho de nueva creación: tres escuelas primarias y una de adultos, ubicada en el municipio montañoso del Tercer Frente, y cuatro círculos infantiles en zonas intrincadas de San Luis, Guamá, Songo-La Maya y Contramaestre.
Como expresión de las acciones concretas que se implementan para cumplir con las medidas de bioseguridad impuestas por la pandemia, en los diferentes centros y niveles educativos se ha laborado intensamente para solucionar el hacinamiento en 643 grupos de Enseñanza Primaria, 234 de Secundaria Básica y 154 de Preuniversitario, utilizando alternativas como la organización de los horarios y el uso de locales de otras agencias y de las propias escuelas, lo cual condujo a la creación de 1 158 grupos docentes.
Álvarez Fundichely explicó que, según las características de cada centro y la modelación de sus actividades, se implementarán los protocolos de salud que exigen baños podálicos a la entrada de los locales, el empleo de soluciones desinfectantes para las manos y el uso del nasobuco para estudiantes y profesores.
Se empeñan los educadores y también la familia, que fiel a la tradición de acompañar a la escuela en la preparación de las condiciones para cada nuevo curso sumó al habitual ajetreo de los días finales de agosto la dosis de creatividad necesaria.
PARA GUSTOS, VALORES
Motivo de preocupación y ocupación ha sido la conclusión de los seminarios integradores y otros trabajos que serán evaluados con el reinicio de las clases.
Ángela Márquez le ha declarado a guerra a la internet facilista: «Ciertamente los trabajos tienen su complejidad y han sido diseñados para integrar conocimientos; por eso desde que los indicaron le vengo insistiendo a mi hijo en que es preciso investigar, buscar varias fuentes y no solo cortar y pegar».
Conseguir un tiempo de máquina en los Joven Club de Computación y localizar gráficos y fotos ha sido engorroso para esta familia, que además considera cara la impresión final del trabajo, pero cree que han cumplido con lo que les toca. «Nos corresponde como padres guiar y apoyar a nuestros hijos para que puedan vencer exitosamente este ejercicio; nunca actuaría como he escuchado han hecho algunas familias, que simplemente han comprado el trabajo ya hecho a personas inescrupulosas, quienes ven en ese ejercicio una oportunidad para hacer dinero. ¿Qué valores le estaríamos inculcando a nuestro hijo si lo alentáramos en un fraude como ese?», reflexiona.
«¿Mami, los nasobucos podrán ser de varios colores? Acuérdate que el Reglamento Escolar dice que las felpas y los adornos de cabeza deben combinar con el uniforme», pregunta preocupada a su mamá la pequeña Amanda, y la ingenua interrogante desata el más enconado debate entre quienes esperan un ómnibus.
Tras un largo rato de criterios de todo tipo, la sensatez de los adultos dictaminó que lo importante es usar la prenda todo el tiempo, y es este el mejor de los símbolos de un reinicio escolar en el que los santiagueros, como todos los cubanos, se abrazan al saber, retan a las carencias y defienden la vida.