Fernando Borroni Autor: Cortesía del entrevistado Publicado: 18/03/2020 | 05:59 pm
«Ayúdenla, ayúdenla, que sea humana la humanidad»
Alí Primera
«A nadie le tiene que sorprender la decisión de Cuba de recibir un crucero con cinco casos de Coronavirus. Si alguien se sorprende debe asumir que ha sido víctima de la política comunicacional devastadora de la derecha que demonizó a Cuba… Ahora, si el hombre y la mujer del mundo fueran en su esencia humana cubanos, el mundo sería otro, que nadie tenga duda, porque si hay algo que construyó la revolución cubana es a una mujer y un hombre que pueden sentir en lo más profundo cualquier dolor, cualquier injusticia y en cualquier lugar del mundo.
«Encontré una nota de la BBC de Londres de 2015, en el título se preguntaba cuáles eran los motivos por los cuales los médicos cubanos viajan al mundo a asistir… La respuesta era que los médicos cubanos viajan porque buscan una mejora económica para sus vidas o buscan no volver a la Isla. Y mirá vos cómo es la historia, que ahora Cuba está recibiendo un crucero británico. Qué suerte que Cuba no piensa la vida y la política, como en este caso, algunos medios ingleses».
Estas palabras se escucharon en toda Argentina recientemente, en la voz del periodista Fernando Borroni, columnista político en el programa de la emisora AM 750, La Mañana de Víctor Hugo, conducido por Víctor Hugo Morales. Defender a Cuba o incluso a Venezuela, en un momento en que la derecha rige América Latina, es un camino que no muchos periodistas están dispuestos a tomar.
Contar la verdad cuando todos prefieren no entender es tan heroico como salvar a una niña o a un barco de enfermos. Cuando escuché a Borroni, recordé esa vez en que me salvaron la vida. Pensé en la gente del crucero, en los niños y sus padres. El mundo se divide entre los que intentan salvar a los humanos y los que no.
El engranaje cubano
Entrevistar a un periodista es una responsabilidad enorme. Uno prepara bien sus preguntas y prefiere no salirse del esquema, para que ese periodista, por demás experimentado y acostumbrado a improvisar en el diarismo radial, no responda con lo que él sabe que quieres escuchar. FernandoBorroni tiene una voz que podría convencer a cualquiera de gritar consignas. Ama a Cuba y yo le creo.
«La disputa en el mundo es por la humanidad y se debe recuperar al ser humano como centro de la política y desplazar al mercado como motor de la misma. Cuba siempre fue el país que puso al ser humano como centro, por eso no me sorprende que recibiese al crucero británico, para salvar la vida de esas personas. El que se sorprende por eso es porque no entendió nunca a Cuba»
«Cuba ha significado para muchos argentinos y para mí, una nueva manera de mirar el mundo. Mientras el capitalismo salvaje se fue instalando en este planeta, parecía que no se podía pensar distinto. La posición histórica de Cuba frente a los derechos humanos, la política, la igualdad, la justicia, frente a qué pueblo y que sociedad queremos, fue la bandera que pudo quebrar el pensamiento único. Cuba le dice al mundo que no hay una sola forma de pensar y vivir y muchos miramos a Cuba como la esperanza cuando el neoliberalismo lo devoraba todo».
«Hoy sigue siendo lo mismo, con las contradicciones que pueda tener cualquier modelo social, pero en estos momentos dolorosos para el mundo, ha quedado muy claro con la actitud de Cuba, lo que ha significado la revolución en términos culturales. Nadie le puede explicar a un cubano lo que significa la solidaridad y el compromiso con el otro, porque el pueblo cubano ha entendido que nadie construye nada solo, que cada integrante de la sociedad es una pieza chiquitita que engrana en el todo».
La ideología no se detiene
Esta entrevista pudo haber tenido muchísimas páginas. Pudo contar, por ejemplo que el entrevistado toca la guitarra y canta temas de Silvio Rodríguez, e incluso ha cantado algunos en su propio programa de radio; que tiene dos hijos, es muy buen padre, y en las paredes de su casa hay fotos de Fidel, Chávez y Lula; o que me lo imagino tomando mate mientras escribe con un Santiago Feliú de fondo, y mira con sus ojos de azul argentino por la ventana. Pero esta entrevista decidió centrarse en el sentir de un continente visto por mismos ojos que cuestionan la realidad más allá del marco.
En su editorial político matutino del miércoles 18 de marzo, Fernando Borroni comparó la actitud solidaria de Cuba al recibir el crucero británico con enfermos de Coronavirus, con la noticia de queChile convocó a una reunión online con diferentes presidentes, para tomar medidas acerca de la pandemia y decidió no tener en cuenta a Venezuela.
«En los momentos difíciles aparece lo que somos. Este Sebastián Piñera antidemocrático, no pensó en el pueblo venezolanoni en estos momentos, porque ese pueblo no vive el modelo que la derecha chilena quiere. Piñera mata a su propio pueblo y no descansa ni un segundo en estigmatizar y criminalizar lo distinto.
«Venezuela es un país aislado de la mayoría del continente, porque los medios de derecha lo han demonizado, como lo han hecho con Cuba. Hay medios que incluso reconocen a Juan Guaidó como presidente de ese país. En el neoliberalismo la muerte es dolorosa y vale la pena tenerla en cuenta en dependencia de quién muera. El delito es delito en dependencia de quién lo cometa. Si Mauricio Macri tenía 55 cuentas offshore en las Islas Caimán, eso no es delito, es habilidad del empresario, pero si un muchacho sale a robar porque no tiene que comer, los medios le llaman ladrón y hablan de la inseguridad y la violencia en las calles».
«Por supuesto, hay que conmoverse por los muertos en Estados Unidos, Francia, Italia, pero no hay que ayudar a los venezolanos. Esa es la perversidad del sistema capitalista y ese modelo está por encima de los gobiernos, es un modelo regional donde gobierna Piñera en Chile, donde la derecha ganó en Uruguay, donde Bolsonaro manda en Brasil, donde Lenín Moreno está en el poder ecuatoriano tras traicionar a Correa, donde Colombia sigue siendo Colombia. En ese modelo no encaja la libertad del pueblo venezolano».
Una pandemia política
«Si después de esta pandemia seguimos igual, va a ser un suicido para la humanidad, por eso hay que dar la batalla cultural, porque si no, pueden pasar tres pandemias y nada va a cambiar. Al mercado no se le puede pedir que entienda de solidaridad, ni que sea sensible frente a la fragilidad humana. Hay que enseñar a la gente a ponerse en el lugar de la otra y el otro, a ver al resto como las personas que necesitamos para construir una sociedad más justa y no como el adversario.
«La derecha desprecia a su enemigo profundamente y no hay momento en que titubee en perseguirlo. La ideología no se detiene ni aunque se caiga el mundo a pedazos. Cuba, en cambio, se muestra solidaria y recibe un crucero inglés con personas infectadas para salvar sus vidas. Los hechos sintetizan lo que somos».
«Desde hace un tiempo está claro que el capitalismo fracasó, pero los medios nunca van a dar esa noticia. El capitalismo está en una decadencia total y esta enfermedad lo demuestra: muertos, sistemas de salud colapsados que son capaces de dejar morir a los ancianos, hospitales que no te atienden en medio de todo esto, si no pagas. Quedó claro que el mercado no te cuida, como no cuida que la gente no pase hambre, ni a los desempleados, ni a los marginados por la desigualdad que fomenta».
«El Coronavirus pone a la humanidad frente a un espejo de lo que ha construido, pero también es un escape para la derecha. Piñera debe estar brindando con champán porque tenía a manifestantes desde hace meses en las calles pidiéndole que se vaya y de pronto la cuarentena le ha tranquilizado el país, en nombre de un enemigo común. A Donald Trump le sirvió porque estaba en pleno juicio político. En Argentina, en cambio, si las cosas siguen como van, Alberto va a tener un enorme triunfo, porque ha sabido manejar la situación».
La burguesía soberbia
«La sensación de la mayoría de los argentinos, sean de izquierda o de derecha, es que el gobierno está tomando cartas en el asunto. Incluso intenta ayudar a las empresas privadas para que no dejen de pagar los salarios y decidió dar tres mil pesos más a todos los jubilados que cobran la mínima pensión, así como duplicar la asignación universal por hijos. Los precios máximos de los productos están establecidos, por lo que no deben aumentar su valor en ninguno de los sectores de la economía».
«Lamentablemente, aquí la solidaridad no es la norma, sobre todo en las clases altas. En Vicente López —barrio de la Provincia de Buenos Aires, donde vive gente con mucho poder adquisitivo— un joven guardia de seguridad se acercó a un vecino que había llegado de viaje, para exigirle que cumpliera con la cuarentena, y este hombre le respondió a golpes. Es muy triste también que a la región del Chaco llegase el virus, gracias a un médico y su hija que al volver de un viaje no cumplieron la cuarentena. Precisamente uno de los dos argentinos muertos hasta ahora es chaqueño».
«En la burguesía argentina hay mucha soberbia. Son macristas de corazón. Durante ese gobierno no teníamos ni Ministerio de Salud. Macri lo redujo a una simple secretaría. Cuando estaba Cristina Fernández en la presidencia, los ancianos tenían más de 170 medicamentos gratis, Macri los anuló todos, así como las pensiones a discapacitados. Decidió junto a María Eugenia Vidal, gobernadora de la provincia de Buenos Aires, no construir más hospitales. Cuando llegó el gobierno de Alberto Fernández, encontraron muchísimas vacunas contra la tuberculosis empaquetadas, cuando con el macrismo había vuelto esa enfermedad y el sarampión».
«En los modelos neoliberales está la idea de la méritocracia: si te va bien en la vida es porque hiciste lo suficiente y al que le va mal, es pobre y no tiene nada, es su problema. Aquí se llegó a decir que la gente era pobre porque quería y la pobreza que he visto, no tiene que ver con la sencillez, sino con el hambre. Macri se fue dejando al 50% de chicos y chicas menores de 17 años en la pobreza. Siestuviese en el poder en este momento, Argentina estuviese perdida».
«Actualmente las esperanzas están puestas en que Alberto Fernández entienda, más allá de su historia política, que el pueblo lo va a acompañar si él respeta la voluntad popular. Cristina se lo dejó muy claro el día que asumió la presidencia, frente a la Plaza de Mayo, al decirle, algo así como: señor presidente, no le tenga miedo a la tapa de un diario. Aquí tiene a su pueblo, si usted duda o se siente presionado, busque a su pueblo, su pueblo le será leal y lo acompañará si usted lo respeta y no le falla. Nosotros confiamos en Cristina y ella confía en manos de Cuba nada menos que la vida de su hija, cómo no vamos a creer en ustedes».
Borroni es director y cofundador de la primera Escuela Popular de Medios Comunitarios en radio y televisión Homero Manzi y de su emisora radial Radio Hache. Ha escrito varios libros, entre ellos La inquisición neoliberal que se presentó en la reciente FeriaInternacional del Libro de La Habana.
«Recién terminé otro libro, llamado Victorias populares, un texto que habla de pensar América Latina como región, y de la victoria que ha representado para todos, que un indio y un tornero, Evo y Lula, lleguen a ser presidentes. Dos hombres que nacieron marginados por el modelo económico, y lograron transformar su realidad, hacerla colectivo, presidir un país y revolucionarlo. Así como, el caso de Elián en Cuba, que es la demostración de que todo un pueblo puede detenerse por un niño y es un claro ejemplo de cómo un país tiene a los seres humanos como centro de la política».
«Ayúdenla, Ayúdenla, que sea humana, la humanidad, así cantaba hace un rato el venezolano Alí Primera. De eso Cuba es ejemplo. Todos sabemos que Cuba envió médicos a todo el mundo y no solamente ahora… y es responsable de que China haya bajado grandemente el nivel de contagio…. En los momentos más dramáticos de la epidemia del ébola en África, estuvieron los médicos cubanos, en las catástrofes naturales o epidemiológicas de las últimas décadas, se ha contado siempre con la solidaridad de Cuba, no hay sorpresa… Qué bueno que Cuba no es Chile y que Fidel no fue un Piñera»
Así le dice, exaltado Fernando Borroni a sus oyentes de la mañana, así habla de un país que le trataron de esconder en las noticias, de una historia que tuvo que averiguar por sí mismo para contársela a la gente con esa seguridad, así se adueña del criterio de una oyente y cierra diciendo que «cuando todo esto pase, resultará imperdonable seguir siendo los mismos».
Fernando Borroni.