Trabajadores del sistema judicial celebraron el inicio del Año judicial, junto a Díaz-Canel, Machado Ventura y Esteban Lazo Hernández Autor: Estudios Revolución Publicado: 09/01/2020 | 10:34 pm
La ética, transparencia y comportamiento honesto de quienes integran el sistema de tribunales cubano, fueron destacados por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante su reunión anual de balance, que tuvo lugar en La Habana.
En el contexto actual, donde se están implementando las disposiciones transitorias de la nueva Constitución de la República, que incluyen la aprobación de diferentes leyes, el estadista subrayó la valía de los aportes que pueden hacer al proceso nuestros jueces, magistrados y especialistas.
Los exhortó, además, a dar un adecuado seguimiento a la implementación de las leyes que se vayan aprobando. Si trabajamos así, si lo hacemos de esa manera, estaremos pensando como país, y estaremos aportando al Año judicial que ahora comienza, durante el cual —enfatizó— también deberá continuar trabajándose por la calidad de los procesos penales.
Celebrada este jueves en la sede del Tribunal Supremo Popular, en la reunión anual del sistema de tribunales participaron también el Segundo Secretario del Partido, José Ramón Machado Ventura, y Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
La reunión de trabajo, bajo el lema «Justicia efectiva y transparente», se concentró, más que en los logros, en las deficiencias que aún persisten en el sistema, que aunque son minoría, marcan la línea de trabajo para el perfeccionamiento continuo en la impartición de justicia en Cuba. Son, a la vez, el punto de mira de los mecanismos de control y medición de la calidad que se aplican en el sistema de justicia.
Entre las deficiencias, que también son las principales quejas de la población, Rubén Remigio Ferro, presidente del Tribunal Supremo Popular, refirió demoras injustificadas en trámites, falta de profesionalidad y solemnidad en actos de justicia, violación de procedimientos y garantías establecidas en la ley y decisiones tomadas sin suficientes elementos de prueba.
El Presidente del Tribunal Supremo igualmente criticó la emisión de sentencias con mala redacción y déficit de argumentación en estas, el trato descortés de jueces y secretarios y la actuación esquemática y burocrática.
A la presentación de Remigio Ferro, fruto del análisis colectivo sobre los problemas del sistema en el año recién terminado, siguió un sincero debate sobre las deficiencias detectadas, las vías para solucionarlas, y lo que se hace desde los territorios para erradicarlas.
Asistieron al balance, además, Yamila Peña Ojeda, fiscal general de la República, y Oscar Manuel Silveira, ministro de Justicia, así como jueces y otros profesionales del ramo de todo el país.
Otro año de justicia
La jornada comenzó con una solemne ceremonia de apertura del Año judicial 2020, en la cual el presidente del Tribunal Supremo, Rubén Remigio Ferro, reseñó lo realizado en igual período de 2019 y los retos y metas para este.
«En pleno apogeo —como estamos— de la actualización del modelo económico y social cubano, muchas de las interacciones y situaciones que se suceden en los escenarios institucionales, empresariales, mercantiles, laborales, patrimoniales y personales, dan lugar a nuevos y varios conflictos y reclamaciones entre personas —naturales y jurídicas— que, en ocasiones, devienen procesos judiciales de marcada complejidad», así indicó Ferro, a manera de síntesis, las características de la impartición de la justicia en el país en estos tiempos.
El contexto está marcado, además —expuso—, por «el hecho de que la nueva Constitución de la República, en su definición y alcance, refuerza notablemente los derechos de las personas y las garantías que aseguran su cumplimiento».
Como ejemplo del incremento continuo de la calidad del trabajo en el sistema de tribunales, informó que en 2019 se resolvieron más del 90 por ciento de los asuntos tramitados ante los tribunales (superaron las 140 000), y se ejecutaron también más del 90 por ciento de las sentencias firmes (casi 80 000).
En representación de los jóvenes, la jueza espirituana Kiara Claudia Espinosa Borroto, casi recién graduada de la universidad, subrayó la posibilidad que se le ha dado de impartir justicia en nombre del pueblo, tras un largo y profundo aprendizaje en los tribunales desde que era una alumna.
Kiara se enamoró del oficio viendo trabajar a los mayores —algunos solo un poquito más que ella—, ya graduada, comenzó como jueza suplente, ahora es principal. No fue casualidad que se le diera la voz, alrededor del 80 por ciento de quienes trabajan en el sistema de tribunales son mujeres, y más del 75 por ciento jóvenes.
El Sabor de Cuba
Con el propósito de entender, promover y asumir los valores de la cocina cubana como historia, tradición y modernidad —declarada en octubre último Patrimonio Cultural de la Nación—, comenzó este jueves el 2do. Taller Culinario Cuba Sabe 2020, al que asistió el Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y Manuel Marrero Cruz, Primer Ministro.
Como parte de la inauguración del evento, Frei Betto —el teólogo brasileño, amigo de Cuba y defensor de la soberanía alimentaria, para quien la gastronomía ha sido una pasión desde la cuna, gracias al conocimiento que le transmitió su madre— ofreció una conferencia magistral en la cual subrayó el valor de la alimentación para los seres humanos, «que pueden vivir sin demasiados saberes pero no sin los alimentos», dijo.
Destacó datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, los cuales confirman que existen 821 millones de personas que viven sin los nutrientes esenciales. Sin embargo, expresó, aunque en el mundo viven unos 7 000 millones de personas, se producen alimentos para 11 000 millones. No se trata de falta de alimentos, destacó, sino de justicia.
Tras insistir en la necesidad de inculcar nuevos hábitos alimentarios desde los primeros años de vida, Frei Betto aseguró que la vida es un constante beso en la boca a la naturaleza, y por eso hay que cuidarla, porque ella ha vivido millones de años sin nuestra incómoda presencia, pero nosotros aún no hemos descubierto cómo vivir sin depender de ella.
A la inauguración del evento —que se extenderá hasta el próximo sábado y es organizado por la Agencia de Turismo Cultural Paradiso, de conjunto con el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, la Federación Culinaria de Cuba y las Asociaciones de Cantineros y Sommeliers— también asistió Homero Acosta Álvarez, secretario de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Con sede en el capitalino hotel Grand Iberostar Packard, en la cita participan más de 200 delegados de Cuba, Estados Unidos, México, España e Italia —país invitado de honor al tratarse de una nación con una huella palpable dentro de la gastronomía cubana—, entre otras naciones, y contempla talleres, conferencias, degustaciones y conciertos.
Lis Cuesta Peraza, gerente de Servicios Académicos de la Agencia de Turismo Cultural Paradiso y presidenta del comité organizador, aseveró que Cuba Sabe llega para justipreciar la esencia de la cocina cubana como parte de nuestra cultura de resistencia, aprendido de nuestras madres, padres y abuelos, hacedores de magia en la cocina, verdaderos maestros, que han demostrado que es el amor el ingrediente fundamental de cualquier plato.
Al dar la bienvenida a los participantes, aseveró que este segundo taller va del amor a esa parte de la cultura cubana que es su culinaria, va de perpetuar ese saber y esas esencias que con tan solo una probada nos hacen volver, estemos donde estemos, al sabor de casa, que es el sabor de Cuba. No se trata de un taller de comida, aclaró, sino de compartir los saberes, el conocimiento profundo que nace de nuestras tradiciones, dijo.