La puesta en marcha del dique Floting Dock no. 2 le representará a Cuba volver al mercado de las reparaciones navales, ahora con tecnología de avanzada, que tiene, como mínimo, una vida útil de 30 años de explotación. Ello se evidenció este miércoles durante el recibimiento oficial de esta estructura flotante en el Astillero de Casablanca.
Según Johannes Milian Morales, gerente general de Caribbean Drydock Company (CDC), se estima entrar en operaciones a partir del primer trimestre del próximo año, pues se espera recibir buques internacionales de hasta 65 000 toneladas de desplazamiento del tipo Panamax para dar soluciones a sus averías.
Durante el recorrido por el dique —el cual llegó a Cuba el sábado último procedente de la República Popular China— se informó, además, que este no está ubicado en su posición definitiva, ya que es necesario hacer una obra de hidrotecnia en la Bahía de La Habana, cerca del Astillero de Casablanca.
Durante cuatro años hemos trabajado y luchado junto a ustedes, seguro estoy de que este dique lo sabrán aprovechar bien, dijo Yan Dong, asistente del Gerente General de China National Machinary Import and Export Corporation, quien habló durante el acto en nombre de su país.
Este dique sumergible para las reparaciones navales fue adquirido por Cuba gracias a un crédito preferencial chino, y se trasladó en el segundo supercarguero más grande del mundo; demoró más de 50 días en llegar a las costas cubanas, después de 18 meses de su fabricación en la República Popular China.
Cerca de 12 horas tardaron las operaciones de descargue en el malecón habanero por el cuidado que requería el momento, y posteriormente fue trasladado a la Bahía, donde se utilizará la estructura flotante.
Trabajadores de la empresa (CDC) junto a Marta Oramas Rivero, viceministra primera del Transporte; Chen Xi, embajador de China en Cuba; Alejandro García Corrales, presidente del Grupo Empresarial de Transporte Marítimo Portuario, y otros invitados, presenciaron el corte simbólico de la cinta de recibimiento, para luego dar un recorrido por la enorme plataforma flotante de 240 metros de largo.
Se prevé que con el inicio de funciones del moderno equipamiento exista una fuente de entrada de divisas al país en momentos en que se arrecia el bloqueo de EE. UU. contra Cuba.