Desde El Cerrote se podrá disfrutar de las bellezas naturales, pero también de ofertas gastronómicas. Autor: Liudmila Peña Herrera Publicado: 13/08/2019 | 09:58 pm
MAYABEQUE.— Desde El Cerrote, en lo alto de una de las elevaciones que circundan la comunidad de Jibacoa, en el municipio de Santa Cruz del Norte, la vista queda enamorada. Abajo, el azul del mar contrasta con el colorido alegre de las cabañas, y el movimiento incesante de los bañistas alrededor de la piscina.
Otro es el disfrute desde arriba, mucho más abarcador, pues se aprecia en toda su dimensión el conjunto de áreas y servicios con que cuenta el campismo Los Cocos, instalación insignia de la provincia, no solo porque ostenta la primera categoría dentro del Grupo Empresarial al cual pertenece, sino porque la belleza natural se funde con la excelencia de los servicios y la calidad de las instalaciones.
Por eso, en El Cerrote se trabaja en función de reinaugurar el área gastronómica del mirador, donde los visitantes dispondrán de todo lo necesario para que puedan admirar la riqueza natural que circunda las instalaciones.
Abajo, en Los Cocos, otras propuestas, pensadas para diferentes intereses, atraen la atención de los vacacionistas.
A donde todos quieren ir
Con 90 habitaciones (20 en cuc para 25 clientes y 70 en CUP, con capacidad para 416 personas), el campismo Los Cocos es uno de los que mayor demanda tiene durante el año, sobre todo por los altos estándares de calidad en los diversos servicios (restaurante, parrillada, cafetería, pizzería, mercado, áreas de juego y de baño) y la variedad de opciones recreativas.
Una de las más modernas es la sala tecnológica, cuyo horario se extiende desde las nueve de la mañana hasta las 9 y 30 de la noche, todos los días.
«Este es el local más codiciado del campismo. Aquí vienen visitantes de todas las edades, desde niños hasta personas mayores. En un día hemos recaudado hasta 1 200 pesos», asegura Maribel Rodríguez, técnica en computación al frente del servicio.
Así como la vinculación de la tecnología con la naturaleza suma adeptos en Los Cocos, otras opciones contribuyen al disfrute de los campistas.
El joven Anier Reynoso, de 16 años, nunca había visitado un campismo, mas hoy considera que «esta es una buena manera de celebrar y relajarnos. Disfrutamos en la piscina y el billar. La atención es maravillosa».
Saddry Ortiz, de La Habana del Este, agrega que «la oferta es muy buena porque sale bastante económica, te diviertes y compartes días con los amigos».
Para las artemiseñas Claudia y Yolanda, el campismo Los Cocos es «lo máximo». «Hemos ido a Las Caletas y a La Chorrera, pero preferimos este porque hay variadas ofertas: piscina, playa y diversidad gastronómica. La recreación para los muchachos es sana y hay mucha seguridad. Venimos todos los años y nunca tenemos problema», asegura Claudia.
Cuando todos —jóvenes y adultos— coinciden en el buen servicio, Juventud Rebelde se pregunta cuál es el secreto. El joven de 28 años Yudiel Bermúdez, subdirector de los Servicios de la instalación, devela algunos:
«Trabajamos con mucho esfuerzo, exigiéndole diariamente a cada jefe inmediato el máximo. Y a los trabajadores les damos la atención requerida, porque ellos son quienes posibilitan el buen trato y la alta calidad», explicó el joven, que dedica casi 12 horas al día a las actividades administrativas, a pesar de que su pasión mayor es la animación.
Trabajo en pro del disfrute
A todo lo largo y ancho del país, el Grupo Empresarial Campismo Popular posee 97 instalaciones, de las cuales se encuentran en funcionamiento 89, pues las restantes no están aptas para el servicio por un déficit de mantenimiento o porque transitan por un proceso inversionista, según explicó Déborah Henríquez Lorenzo, presidenta del Grupo Empresarial Campismo Popular.
«Nuestra política no es seguir creciendo en instalaciones ni en capacidades, sino recuperar las más de 1 300 habitaciones o cabañas que hoy están cerradas por determinadas causas en todo el país», explicó Henríquez Lorenzo y agregó: «Tenemos varias obras comprometidas para el aniversario 500 de La Habana, como La Cuca, en La Lisa. Hoy se lleva a cabo un proceso inversionista en la instalación de Boca de Galafre (Pinar del Río), y concluyó, de cara al verano, todo un proceso de mejoramiento en la Silla de Gibara (Holguín). Todo esto enfocado principalmente en la planta habitacional y en las áreas de servicio».
La Presidenta del Grupo Empresarial apuntó, además, que así como destaca el trabajo en muchas instalaciones, previo al verano, también «hay que reconocer que no todos los territorios reaccionaron con los mismos deseos y la efectividad que hubiésemos querido. Hoy disponemos de instalaciones que brindan servicios pero no con todas las condiciones óptimas como lo merece nuestro pueblo». A pesar de estas dificultades, al cierre de julio habían acudido a las instalaciones de Campismo Popular 465 286 clientes, 43 384 más que en igual período del año anterior.
Nuevas opciones en el país
Estos resultados se deben, fundamentalmente, a que el Grupo Empresarial Campismo Popular no se mantiene estático durante ninguno de los 365 días del año. Entre las novedades que ya obtienen frutos destacan la modalidad de pasadía o cover, que permite a los clientes el acceso a la instalación por un precio no mayor a los 25 CUP; la incorporación de puntos de venta extrahotelera (de carretera); las acampadas con casas de campaña, la creación de parques rústicos y el mejoramiento de las áreas de baño.
Especial atención se ha brindado a los jóvenes durante este verano, previa coordinación con la Federación Estudiantil Universitaria y la Unión de Jóvenes Comunistas.
Henríquez Lorenzo explicó a JR que se han realizado excursiones desde La Habana hacia diferentes territorios, principalmente a Villa Camping (Mayabeque), Los Taburetes (Artemisa), la Cueva de los Portales (Pinar del Río) y Faro de Maya (Matanzas).
«En octubre retomaremos La ruta del Che, dedicada al segmento juvenil de nuestro país. Esta incorpora lugares donde estuvo Ernesto Guevara, como La Cueva de Los Portales (Pinar del Río) y llegaríamos hasta instalaciones de Villa Clara, pernoctando en varias de ellas», aseveró la presidenta del Grupo Empresarial.
Asimismo, Campismo Popular participó en el homenaje por el aniversario 93 del natalicio de Fidel, con una acampada nacional del 12 para el 13 en las instalaciones que cuenten con tiendas de campaña, con la participación de la UJC y la FEU de cada territorio, según explicó Gabriela Molina González, vicepresidenta del Grupo Empresarial Campismo Popular.
La deuda de los campistas
Ante los esfuerzos de Campismo Popular para contribuir al disfrute del pueblo, y teniendo en cuenta que su propia dirección reconoce lo que les falta por lograr, una deuda de los campistas queda pendiente: el cuidado de las instalaciones y la convivencia respetuosa con el medio ambiente.
«Hay personas que escriben en las paredes; vierten los desechos en cualquier lugar; hacen fogatas clandestinas y traen sus animales a las instalaciones. Además, no es necesario que el cliente traiga hornillas eléctricas, porque tiene a su disposición diversas opciones gastronómicas», aseguró Molina González.
La preocupación de la directiva es comprensible, porque la familia cubana viaja al Campismo Popular en busca de diversión y disfrute, pero no debe dejar a un lado la educación y el respeto hacia las instalaciones y el entorno. De ello depende, en buena medida, la conservación de los espacios donde puede convivir y recrearse de manera amigable con la naturaleza.