Lázaro Portelles Ramírez, transportista privado. Autor: Liudmila Peña Herrera Publicado: 20/02/2019 | 10:02 pm
HOLGUÍN.— Desde la parrilla de la bicicleta —«heroína del trabajo» desde que llegó a nuestra vida—, me aguanto con una mano de la cintura de mi esposo, que aminora la velocidad para que yo pueda sacar del bolso el celular e intentar capturar la llamativa instantánea.
En el Ford rojo —del ‘49 o ‘50, calculo yo—, el chofer comprende el motivo y hace señales para que me lo tome con calma, pero no contento con disminuir la marcha, nos adelanta, se apea del carro y es entonces que Lázaro Portelles Ramírez, transportista privado y secretario del buró mixto Autos y motos, del municipio de Holguín, explica por qué anda por toda la ciudad con una pequeña bandera cubana ondeando en lo alto de su auto, en cuyo cristal trasero ostenta un cartel con una etiqueta que se ha hecho popular entre los cubanos: #YoVotoSí.
«La nación va en desarrollo, buscando posibilidades y opciones para el pueblo. Por eso, todos los que nos sentimos orgullosos de nuestro país, el 24 de febrero daremos el Sí por nuestro socialismo, por nuestra Revolución, por la familia, por Cuba», asegura este hombre, padre de una niña pequeña y una muchacha de 24 años, cuyo futuro lo lleva a votar por el Sí, para asegurarles una Cuba más acorde con la realidad en la cual viven.
Y destaca cómo en la nueva Constitución se reconoce la propiedad privada sobre determinados medios de producción. «Eso quiere decir que nos incluye a nosotros. Necesitamos que todos los trabajadores se desarrollen, sean de un sector u otro, porque ello lleva a que se desarrolle el país, pues nosotros también hacemos contribuciones que repercuten en la sociedad».
Algo similar le ocurre a Yaliet Peña Rodríguez, presidenta de los juristas en la provincia y directora de la Empresa de Servicios Legales. Consciente del contexto y la importancia histórica de este proceso, a la profesional no se le puede deslindar de la madre de los mellizos Miguel David y Juan Daniel, de 17 años.
«Debemos votar con responsabilidad y no solo pensando en nosotros, sino en nuestros hijos y nietos, quienes heredarán un país que precisa transformarse sin renunciar a sus conquistas y esencias. Más del 70 por ciento de nuestra población nació después del triunfo de la Revolución, por lo que una parte considerable participará por vez primera en un referendo constitucional.
«De no aprobarse, nos quedaríamos con la Carta Magna de 1976, que fue muy progresista en su momento, pero ya no refleja nuestra realidad. Nuestro pueblo siempre ha sabido qué hacer en cada etapa. Ahora nos toca definir el futuro», explica la jurista desde el conocimiento, pero también desde el corazón.
Con menor experiencia, pero igual compromiso hacia su país, el joven abogado Rafael Jorge Noya Laffite, de 32 años, dice a Juventud Rebelde que la nueva Ley de leyes «es el resultado de los análisis y criterios de nuestro pueblo a través de un proceso transparente y democrático, en el que se logran sintetizar las ideas martianas y fidelistas necesarias para lograr la nación más justa, próspera y sostenible que queremos para todos. Por eso, las nuevas generaciones estaremos presentes en las urnas este 24 de febrero, para ratificar su contenido, como representantes legítimos de la continuidad del proceso revolucionario».
Para el Doctor Eduardo Rafael Ávila Rumayor, director de la Casa de Iberoamérica en la ciudad capital y estudioso de procesos socioculturales latinoamericanos, los cambios que se proponen «están impulsados por generaciones variadas y constituyen una manera de ver nuestro socialismo con menos ataduras y subordinaciones. Este es uno de los ejemplos de la existencia de una sola Revolución de 150 años».
Estas son las razones fundamentales por las cuales Rumayor, también padre de familia, con responsabilidad para con sus sucesores, cree que «tenemos que insistir en la idea planteada por la Constitución en muchos de sus artículos: el cambio social es un proceso de larga data y debemos entenderlo como debate de generaciones que refuerza su espíritu y el conocimiento del papel que nos ha tocado».
Con todas estas motivaciones y reflexiones generadas a lo largo de un proceso que incluyó estudios, análisis, debates, transformaciones de los artículos propuestos…, este domingo, teniendo más vivo que nunca aquel histórico reinicio de las luchas por la independencia en 1895, los holguineros ejercerán su derecho al voto, porque son los patriotas que defienden, en el presente —y para el futuro—, los ideales que nos legaron nuestros próceres.
Varios autos como este muestran una etiqueta que se ha hecho popular entre los cubanos: #YoVotoSí.