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Sur del Jíbaro, la modelo

El crecimiento productivo, la diversificación, la eficiencia y la competitividad de la Empresa Agroindustrial de Granos espirituana la convierten en un ejemplo de la empresa estatal socialista eficiente, como la calificó recientemente el Presidente cubano

Autor:

Lisandra Gómez Guerra

SUR DEL JÍBARO, La Sierpe, Sancti Spíritus.— Los primeros campesinos que en la década del 40 del pasado siglo descubrieron la riqueza de la llanura sureña de esta provincia, seguramente no imaginaron que la grandeza que nace cuando paren esas tierras se robaría muchos años después las miradas de toda una Isla.

Y es que la Empresa Agroindustrial de Granos (EAG) Sur del Jíbaro, en el municipio de La Sierpe, dueña y señora de todo lo que se hace en esa zona, es una de las mayores y más eficientes productoras de arroz, que además ha sabido diversificarse al potenciar la tradición ganadera y generar cultivos varios.

Tanto es así, que la entidad recibió recientemente uno de sus más grandes premios: el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, la bautizó como un ejemplo de la empresa estatal socialista eficiente.

Con el agua por los tobillos

El calificativo dado obliga a redoblar esfuerzos para incrementar los rendimientos. Bien lo sabe Pedro Collo Vasconselos, de 31 años de edad, que no teme a madrugones diarios y jornadas extenuantes con las mangas subidas hasta los codos y el agua por los tobillos en los diques de arroz.

«La clave de nuestros crecimientos productivos está en la organización, planificación y chequeo. Cada quien sabe lo que tiene que hacer y se entrega con conciencia, porque al final ves los resultados en tus bolsillos», expresa categóricamente quien funge como jefe del lote de 162 hectáreas, de la unidad básica de producción cooperativa (UBPC) Peralejo, donde en la más reciente cosecha sus ocho subordinados y él devengaron, individualmente, 30 000 pesos por utilidades, además de sus respectivos salarios.

Este trabajador social de profesión conoce de memoria cada una de las etapas de las diferentes campañas del cereal. Por tanto, no son pocos sus desvelos para elevar las producciones.

«El no cumplimiento de los planes para aplicar fertilizantes y productos químicos a los sembrados mediante la aviación nos mantiene en vilo. Como no son de la EAG no se percatan de lo vital que es tirarlos en el momento justo para que el grano tenga calidad y rendimiento», acota.

Otro anhelo de anegadores y técnicos de lotes es contar con más equipamiento de tecnología láser para la nivelación de tierra.

«Así se logran mayores producciones. En la actualidad contamos con un pelotón para toda la empresa. Por eso cuando llega a nuestras unidades extendemos las horas laborales para agilizar y que se beneficien todos en el período establecido», asegura.

En la mesa de análisis de la asamblea de su UBPC, en la cual se examina cada decisión del colectivo laboral, también se piensa en el estado de la maquinaria.

«Con la nivelación que logramos ahora tendremos más granos y la misma cantidad de equipos de corte, muchos remendados por tanto tiempo de explotación. Pensamos en qué estrategia asumiremos porque no podemos perder tiempo, recursos y mucho menos arroz», opina.

Montura, lazo y sombrero alón

El joven jibareño Yordan Manuel Roger tiene domados los trillos de la llanura sierpense con los cascos de su caballo. Con vista de águila sabe el peso de cualquier animal. Lo aprendió de su familia, mas su labor como jefe de Ganadería en la UPBC Las Nuevas lo ha consolidado en esas lides.

«La fusión de personas experimentadas con jóvenes en la dirección de la EAG, la calidad de nuestras tierras y la tradición de meterle el pecho al campo han sido primordiales. Actualmente en nuestra unidad se limpian ocho caballerías para que las 1 850 cabezas de ganado vacuno no pasten en las de rotación para la siembra de arroz. Cuando tengo que sacarlas de un lado para otro se estresan y eso incide en los resultados», dice.

Esa UPBC registra, además de esa cifra de animales —de los cuales 600 se destinan a la entrega al plan de carne— 63 equinos, 400 ovinos caprinos, 67 cerdos y 200 conejos.

«La EAG tiene la finca de alimento animal, donde se obtienen caña, king grass, morera, titonia y moringa. Se procesan ahí mismo para asegurar la proteína a los rebaños y un ciclo cerrado de utilización de recursos. Con eso priorizamos a los desnutridos, porque al resto los alimentamos con la caña que sembramos en nuestra UPBC y la miel del bagacillo que compramos en el central Uruguay.

«Velamos por el manejo de los animales ya que sabemos que existen, a nivel de país, problemas con los medicamentos. Por eso es mejor garantizar su salud», dice, quien resguarda con orgullo su condición de internacionalista en Venezuela como licenciado en Cultura física.

Vestido al estilo del más legendario vaquero, Yordan Manuel busca todo el tiempo alternativas para que su ganado se mantenga entre los primeros de la región. «Tenemos en una vaquería novillas con características genéticas muy buenas. Con 40 entregamos la misma cantidad que en la otra área, donde hay 80 vacas. Para este año aspiramos a construir un termo de recogida en nuestra misma UBPC», anuncia.

El final del proceso

Pocas veces, cuando se degusta un arroz desgranado, se piensa en cuánto saber hacer tuvo su proceso industrial. Precisamente, es la última etapa y no menos importante del ciclo productivo. Sobre ello habla Osmel del Toro Quintero, especialista principal de Industria en la EAG, que cuenta con una capacidad de recibo diaria de unas 800 toneladas de arroz húmedo, las cuales se dedican al consumo —en un mayor por ciento— y al turismo.

«En la búsqueda de la calidad hemos modernizado casi todo el molinado con tecnología de sacos, que aunque exige de la importación de sus piezas, nuestros aniristas trabajan constantemente, por lo que no paramos mientras tenemos materia prima», explica.

Pero no solo de las máquinas del Sur del Jíbaro sale arroz. La entidad cuenta con una minindustria donde se produce dulce en almíbar, pulpa de frutas, jugo, néctar, encurtido y se benefician viandas y hortalizas.

«El plan para este año es de más de 160 toneladas. Aunque aún no estamos satisfechos, esas producciones se expenden en otras unidades de la empresa y a la población, principalmente del municipio de La Sierpe. Se trabaja en la certificación de un grupo de producciones y ya tenemos representación en el mercado en divisa», añade Maikel Nogart Parra, especialista de Producción de la UEB Comercializadora de productos agropecuarios.

Uno de sus grandes orgullos enlatados, el casquito de guayaba, mereció el premio a la calidad y medalla de oro en la 21ra. Feria Internacional Agroindustrial Alimentaria. En consonancia con ello, Nogart Parra refirió que la meta es «ampliar la línea en los vegetales y hortalizas para que salgan listos para consumir».

Otra parte industrial se enfoca, también, en la elaboración de embutidos y cortes especiales de carne de res, empleados para el turismo. Además, desde esas sabanas sureñas se exportan cientos de toneladas de carbón vegetal.

Estas producciones confirman la riqueza de una región que ha sabido ser aprovechada por un recurso humano indetenible.

«Muchos piensan que ganamos mucho, pero trabajamos fuertemente y aún estamos insatisfechos. 

Nace una empresa

La Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro surgió con la fusión, primero, de la antigua arrocera —impulsada por Fidel Castro a mediados de los años 70 del pasado siglo— con la Pecuaria Ceba Sur y luego con la Agropecuaria de La Sierpe y el antiguo CAI 7 de Noviembre.

Cuenta con 15 unidades empresariales de base, cinco UBPC y siete cooperativas de crédito y servicios, entre las que se logró vender, el pasado año, más de 580 millones de pesos, con 8,5 millones de utilidades.

Esta entidad, además de ser de las mayores y más eficientes productoras de arroz en el país, con cifras como la del pasado año, cuando completó su compromiso anual al entregar unas 45 700 toneladas de arroz listas para el consumo, aportó en el mismo período más de 5,7 millones de litros de leche y unas 3 100 toneladas de carne.

Desde hace varios años, la EAG fortalece sus nexos con los centros de investigación y su colaboración internacional, como el proyecto Vietnam-Cuba. Cuenta con un programa de desarrollo hasta 2030 con la ejecución de importantes inversiones en equipamiento y construcciones.

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