Cuba importa cerca de 8 000 toneladas de café para el consumo de la población. Con el fin de reducir esos volúmenes existe una estrategia en el país que cada año se consolida con resultados palpables. Tan es así que para 2022 se aspira a producir 17 000 toneladas del grano, y en 2030 el compromiso asciende a 30 000.
Lo anterior trascendió en conferencia de prensa donde funcionarios del Grupo Empresarial Agroforestal ofrecieron detalles de cómo se reordena su organización, los programas de desarrollo, las inversiones y la estrecha vinculación que existe entre los dos centros de investigaciones adscritos al referido Grupo con las bases productivas vinculadas con el mismo.
Elexis Legrá Calderín, director de Café, Cacao y Coco, explicó que las 66 000 hectáreas de café que poseen están enclavadas básicamente en la montaña, pero desde 2017 se incorporan a la actividad cafetalera empresas ubicadas en el llano de La Habana, Mayabeque, Matanzas, Ciego de Ávila, Camagüey y Las Tunas.
Lo anterior forma parte de la estrategia para aumentar los volúmenes productivos cafetaleros, a lo que se suma la renovación de áreas, e incluso la consideración de incorporar sistemas de riego a 10 000 hectáreas para duplicar y hasta triplicar los rendimientos, en un plazo que se extenderá hasta 2030.
Legrá explicó que también están aplicando la técnica del injerto, pues con la misma aumenta la resistencia de las plantaciones a plagas y enfermedades. Cerca del 60 por ciento de los cultivos cafetaleros cubanos requieren de ese procedimiento.
Para 2018 se espera obtener 8 100 toneladas de café, una cantidad superior a la del año anterior, que fue de 6 600 toneladas.