Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Refugio de fe y acompañamiento popular

Diez matrimonios de pastores de la Iglesia del Nazareno fallecieron en el trágico accidente aéreo del pasado viernes. JR se acerca a las muestras de solidaridad y homenaje de los holguineros  hacia sus hermanos durante estas jornadas

Autor:

Liudmila Peña Herrera

HOLGUÍN.— Cuando la fatalidad se cierne sobre una comunidad y cobra vidas humanas, las fronteras entre cualquier postura, tanto religiosa como existencial, se desvanecen en función de la solidaridad y el humanismo. Todo gira alrededor del consuelo a los dolientes, del apoyo material y sentimental que ellos necesiten.

Esas muestras de hermandad entre los seres humanos fueron protagónicas durante la noche del lunes y la mañana del martes, cuando el pueblo, de manera masiva, se unió a la pena de los familiares de las dos parejas de pastores cuyos restos mortales regresaron a su tierra natal, para que sus cuerpos descansen cerca de sus seres queridos. 

Como homenaje póstumo a la obra y la memoria de los matrimonios de Norma Suárez Niles y Jesús Manuel García Oberto, y Gelover Martín Pérez Avalo y Yoneisi Cordovez Rodríguez, los feligreses de la Iglesia del Nazareno en esta provincia concurrieron a la funeraria Los Álamos y a la sala principal del Centro Provincial de Arte, respectivamente, para acompañar en el dolor a sus familiares y unirse todos en su fe.

Hasta ambos lugares también llegaron compañeros de trabajo, vecinos, amigos y las máximas autoridades del Partido y el Gobierno del territorio, como muestra de solidaridad por la pérdida.  

A Alina Rodríguez Ochoa, profesora de inglés de la Universidad de Ciencias Médicas y miembro de la Iglesia del Nazareno, la encontramos haciendo de intérprete a hermanos de fe canadienses que se encontraban de vacaciones en La Habana y al enterarse de la tragedia decidieron viajar hasta Holguín.

Ella asegura que en estos momentos su lugar está al lado de los dolientes y reconoce la entrega de cada persona al acompañar en la pena a quienes hoy sufren.

«En medio de la tristeza por la pérdida de nuestros hermanos y amigos, tratamos de apoyar en todo porque el director del distrito se ha quedado sin su junta directiva. Mi familia está apoyando en la casa para que yo pueda estar hoy aquí. Mi hijo tiene solo 15 años y quiso permanecer junto a los tres niños de mis pastores fallecidos, mi esposo está al frente de la casa haciendo las tareas que sean necesarias y mi mamá, aunque es muy viejita, también ayuda», expresó Alina.

A su lado, Ruth Collins, de Nueva Escocia, en Canadá, expresó su más profundo dolor por la pérdida física de los pastores.

«Nuestros hermanos en Canadá están orando todo el tiempo», dijo la miembro de la Oxford Church of the Nazarene. 

Los directivos de la congregación también expresaron su conmoción. Luis Ramón Batista Ramírez, superintendente de la obra de la Iglesia del Nazareno en el distrito Cuba-Este (desde Ciego de Ávila hasta Maisí), expresó:

«Estamos muy afectados emocionalmente, no solo por nuestros compañeros y hermanos de la fe, sino por todos aquellos que perdieron la vida en el accidente. Esto es muy doloroso para la comunidad cubana e internacional. Doy gracias a Dios por la colaboración que ha provenido de las iglesias, los vecinos, los amigos… todos siempre apoyando».

Como consecuencia de la muerte de los matrimonios, diez menores de 16 años quedaron huérfanos. El Superintendente expresó la responsabilidad que asume la Iglesia con esos niños, en su decisión de «no desampararlos nunca, mantenerlos en nuestro regazo, los vamos a ayudar siempre. Aunque no podremos sustituir a sus padres, haremos todo lo posible para ayudar en su educación, para que sigan conociendo a Dios y hacer por ellos todo lo posible hasta que sean hombres y mujeres».

En tanto, Héctor Rafael Ortiz Hidalgo, presbítero de la Iglesia y miembro de la Junta de Estudios Ministeriales, recordó a sus hermanos fallecidos como «gente intachable, de fe, con convicción; gente en la que, tanto la iglesia como los vecinos, tenían una confianza enorme».

El presbítero reconoció, asimismo, la ayuda del Gobierno de la provincia, «que ha resultado incondicional» y recalcó: «La relación Iglesia-Gobierno ha sido tremenda: nos han brindado carros, abastecimientos, todas las facilidades para hacer el trabajo que hemos llevado durante estos cuatro días, con médicos y sicólogos. La Iglesia del Nazareno le está muy agradecida».

En esta hora de dolor, es muy difícil que los familiares accedan a brindar declaraciones a la prensa. No obstante, Milagro Suárez Niles, hermana carnal de Norma Suárez Niles, se sobrepuso al sentimiento que la embarga para agradecer a todos los que, de diferentes maneras, en numerosos espacios y a diversos niveles, se han mostrado sensibles a su pérdida:

«Hemos sentido la solidaridad desde el Consejo de Estado, en la figura del Presidente Miguel Díaz-Canel; de la Iglesia a nivel nacional, de los compañeros del Gobierno… Todos han sido muy atentos. Lamentablemente no tenemos al ser que queremos al lado. Por eso, reconozco la compañía de los hermanos de religión, porque  han orado para que tengamos calma. Todo el mundo me ve y me abraza, me besa. Me queda la satisfacción de que mi hermana estaba feliz los días antes del accidente, compartiendo y celebrando con sus compañeros. Eso me da fuerzas en medio del dolor que nunca va a pasar», expresó Milagro.

Según el colega Ernesto Herrera Pelegrino, quien ha estado muy cerca de la congregación durante estos días por cuestiones profesionales, se han sucedido, en numerosas comunidades del territorio, las expresiones de apoyo a los familiares y de homenaje a las víctimas.  

«Los pastores que trabajaban en el barrio de Estrada (Urbano Noris) se encuentran entre los fallecidos. Allí el pueblo hizo un libro de condolencias de manera espontánea, llevaron flores a la iglesia y formaron una especie de recordatorio. Muchas personas se unieron a los feligreses en su dolor para recordar a aquellos pastores que impactaron con su ejemplo y su entrega. En la comunidad de La Calera, cerca de Velasco, hicieron un culto fúnebre a uno de los pastores que falleció. En medio del dolor, estas expresiones han sido muy hermosas como gesto de solidaridad», aseveró el joven periodista.

Estas son muestras de sensibilidad y humanismo de un pueblo que, diverso en sus posturas religiosas y de pensamiento, se une frente al dolor, «en cuadro apretado», como nos enseñó el Maestro.  

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