Para esta joven desterrar la cultura patriarcal de su entorno laboral precisa uno de sus mayores anhelos Autor: Lisandra Gómez Guerra Publicado: 18/04/2018 | 05:49 am
LAS NUEVAS, La Sierpe, Sancti Spíritus.— Cuando se camina por los trillos de tierra apisonados, entre el ir y venir de personas y carretones, separadores de las casas y edificios, de este consejo popular, resulta casi imposible encontrar a alguien que reconozca a Yilian Díaz Meneses por su nombre. «Ya me cambiaron el nombre. Ahora me dicen la diputada», refiere esta hija de Las Nuevas, una de las localidades más apartadas de la cabecera municipal de La Sierpe, el territorio con menor densidad poblacional en Sancti Spíritus, 15 habitantes por kilómetro cuadrado.
«No me lo esperaba. Salí de delegada de mi circunscripción y luego todo ocurrió de una forma muy natural. Pero para mí es un honor representar a La Sierpe, a la juventud y a la mujer cubana en la 9na. Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular», acota.
Yilian siempre se ha distinguido por defender lo que cree.
Actualmente cursa el segundo año de la carrera de Derecho por la modalidad de curso para trabajadores, pues con anterioridad se graduó como licenciada en Estudios Socioculturales.
-Siendo egresada de una carrera de humanidades, ¿cómo llegas a laborar en la Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro (EAG)?
—Me ubicaron allí para atender el área de Comunicación. Pero a los tres años pedí trasladarme hacia el secadero de Las Nuevas, con el fin de mejorar en salario y cercanía al lugar donde resido. Desde entonces asumo el puesto de Técnica de gestión documental, una plaza de funcionamiento y control.
«Estoy acostumbrada a un ritmo cotidiano que, aunque un poco rutinario, no me desagrada. He vivido toda mi vida aquí, entre el polvo y los baches de los caminos. Cojo el carro temprano porque debo entrar a la Unidad a las siete de la mañana, ya que se trata de una industria con un proceso cíclico, y regreso a las cuatro de la tarde».
-Es alentador ver a tantos jóvenes en la industria y los campos sierpenses...
—Sí, aquí seguimos muchas tradiciones campesinas. Este es un municipio eminentemente agrícola. Además, la EAG es nuestro centro más importante y todas las labores que se realizan requieren de fuerza joven, que es donde está la cantera, el relevo. Pero todavía tenemos que abrirnos más. Todavía hacen falta más de los que hay, y debemos interesarnos por integrar a más personas.
«En tiempos de cosecha, por ejemplo, somos más de 200 trabajadores, y entre ellos hay solo 30 mujeres. Aquí la cultura patriarcal está muy arraigada. No hay ninguna mujer que forme parte del Consejo de dirección, a no ser yo, pero no ocupo un cargo decisorio. Las otras están vinculadas a tareas reproductivas. Fundamentalmente, se dedican a barrer los silos, secaderos o molino, y a cocinar.
Yilian Díaz, quien tiene hoy 31 años, acumula ya experiencias muy gratificantes. Su asistencia como delegada espirituana al 19no. Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, en Sochi, aún le estremece. «Todo el tiempo sentí el amor que tienen muchas personas por Cuba, por Fidel y por el Che. Somos paradigmas para muchas naciones»
—¿Qué importancia le concedes a ser una de las jóvenes integrantes de la Asamblea Nacional del Poder Popular?
—Pienso que lo mejor está en el intercambio generacional, en esa fusión, ya que somos la generación que va a dar continuidad a un proyecto que construimos entre todos, y que nos involucra y compromete no solo en el presente, sino también en el futuro».