Los exmandatarios posando en un cómodo butacón negro de los salones de protocolo del aeropuerto internacional José Martí Autor: Twitter Publicado: 08/03/2018 | 07:32 am
Como quien cumple su papel en un guion escrito en Washington, los expresidentes Andrés Pastrana, de Colombia, y Jorge (Tuto) Quiroga, de Bolivia, se prestaron ayer para una nueva provocación contra Cuba.
Ambos se embarcaron en Bogotá en un vuelo de Avianca con destino a La Habana con el propósito de recibir el premio otorgado por una organización contrarrevolucionaria a expresidentes iberoamericanos, cuyo único «mérito» consiste en atentar contra los gobiernos progresistas de la región y plegarse a los intereses de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Granma ya había denunciado en su edición de ayer que la mal llamada «Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia» y sus asesores extranjeros planeaban una nueva provocación con el objetivo de generar inestabilidad, dañar la imagen internacional del país y afectar la marcha de las relaciones diplomáticas de Cuba con otros países.
Tras aterrizar en el Aeropuerto Internacional José Martí y en ejercicio de las leyes que sustentan la soberanía de la nación, las autoridades cubanas le comunicaron a Pastrana y a Quiroga que no eran bienvenidos y que debían regresar a su puerto de origen.
Ambos conocían de antemano la posición de Cuba de no permitirles acceder a territorio nacional con sus provocativas intenciones y no parecieron muy sorprendidos por la medida, según se desprende de sus comentarios en las redes sociales sobre el incidente.
Sin embargo, los contados minutos que permanecieron en territorio internacional sirvieron para armar un revuelo internacional y lanzar denuncias contra Cuba por «agresión injustificada» y «violación de los derechos» de los exmandatarios, reseña el diario Granma.
Si no hubiera sido por las fotos y comentarios en tiempo real que dejaron los propios Pastrana y Quiroga en internet, cualquier incauto podría haber pensado que en verdad se encontraban detenidos o apresados.
En una de las fotos compartidas en Twitter desde uno de los salones de trámites del aeropuerto internacional José Martí, se ve a los exmandatarios
posando sonrientes en un cómodo butacón negro, a la espera de la salida de su vuelo.
¿Qué detenido sonríe a las cámaras? ¿Qué agresión se puede llevar a cabo en una sala de protocolo?
El plan era evidente. La tarea de Pastrana y Quiroga consistía en intentar ingresar al país y «poner a prueba» la determinación de las autoridades. En cualquier caso, luego se pondría en marcha la maquinaria mediática para vender el incidente ante la opinión pública como una agresión de Cuba.
Pero una vez más fracasaron en sus intentos. El año pasado armaron un plan muy parecido con el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y tampoco lograron sus objetivos.
Qué lecciones de democracia y gobernabilidad pueden dar la OEA o los exmandatarios de la llamada Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), compuesta por una selección de promotores del paramilitarismo, corruptos, vendepatrias, auspiciadores del terrorismo, asesinos, responsables de masacres y neoliberales que arruinaron a sus países.
Dedicado en la actualidad a promover golpes de Estado en su país, el corto mandato de Tuto Quiroga (2001-2002) vino a poner el sello de la corrupción y la venta de los recursos naturales que caracterizaron a los gobiernos derechistas en Bolivia antes de la llegada de Evo Morales.
Entretanto, la incapacidad de Pastrana de cumplir sus compromisos y lograr unificar al país en torno al proyecto de paz, fueron las principales causas del fracaso del proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en San Vicente del Caguán.
En no pocas ocasiones solicitó la ayuda de Cuba y la del Comandante en Jefe para llevar adelante los diálogos con la guerrilla. La postura de la Revolución y su liderazgo fue siempre consecuente y está reflejada en el libro de Fidel La Paz en Colombia.
No pueden ser bienvenidos políticos y personalidades que se prestan a manipulaciones contra Cuba, ni quienes le hacen el trabajo sucio a Washington en momentos en que se desempolva la Doctrina Monroe y se busca destruir el progreso alcanzado a favor de la unidad y la integración latinoamericana y caribeña.
Ningún revolucionario digno podría permitirlo.