Instituciones cubanas con nombres vinculados a Chile recibieron la bandera del país andino de manos de la presidenta Michelle Bachelet. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 08/01/2018 | 11:16 pm
La marcha de las relaciones comerciales bilaterales, la cooperación en salud y educación, y la amistad entre nuestras naciones fueron el centro del último día de visita a Cuba de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien también rindió homenaje a Martí en el Memorial de la Plaza de la Revolución.
El recibimiento oficial por el Presidente Raúl Castro y las conversaciones entre ambos fueron el colofón de un día que abrió con el seminario Perspectivas del comercio e inversiones: Chile-Cuba, donde la mandataria estuvo acompañada por el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera de Cuba, Rodrigo Malmierca; el titular de Economía de su país, Jorge Rodríguez Grossi, y otros directivos de la esfera del comercio de ambas naciones, así como representantes de las pequeñas y medianas empresas y de laboratorios chilenos.
Al inaugurar el evento la mandataria expresó la convicción de que existen condiciones auspiciosas para potenciar los nexos económicos bilaterales y su expectativa de que, luego de concluir su mandato en pocas semanas, siga siendo la tónica predominante de Chile la política internacional por ella desarrollada, con centro en el entendimiento entre los pueblos, la democracia, los derechos humanos, la paz, el fortalecimiento de las relaciones económicas y la cooperación.
Bachelet, como antes lo había hecho Malmierca, consideró que el intercambio comercial entre ambas naciones es positivo, pero aún insuficiente de acuerdo con las potencialidades existentes y las relaciones que las unen.
Según el titular cubano, la balanza comercial bilateral se sitúa en el entorno de los 50 millones de dólares. La mandataria, por su parte, dio detalles al revelar que en 2016 las exportaciones de su país a Cuba tuvieron un valor de 35 millones de dólares (el doble de lo que se constataba en 1996) y corrieron a cuenta de 60 empresas chilenas. En tanto, las importaciones de Chile desde la Mayor de las Antillas pasaron de 1,4 a 4,3 millones en 2016.
Los turistas chilenos pasaron de 17 500 en 2010 a más de 49 000 en 2015.
Existen las posibilidades de seguir estrechando vínculos que nos beneficien a todos, reiteró Bachelet, tomando como base la ampliación de las preferencias arancelarias mediante el tercer protocolo de complementación económica ACE 42, así como la legislación cubana, favorable a las inversiones, señaló.
La mandataria chilena también dio a conocer la política desarrollada por su Gobierno «de convergencia en la diversidad» para contribuir a la integración. Para Chile, América Latina es una prioridad, aseveró.
Luego tendría lugar su visita a la Escuela Formadora de Maestros Primarios Salvador Allende —que ella consideró «el nombre más apropiado para hablar de solidaridad y de cooperación entre nuestros pueblos»— y donde tuvo lugar un acto que, precisamente, refrendó ambas.
La Presidenta fue testigo allí de la suscripción de un convenio marco de cooperación entre el hospital Dr. Ezequiel González Cortez, de Santiago de Chile, y el hospital Pediátrico Docente de Centro Habana que regulariza y proyecta al futuro los lazos tejidos por más de dos décadas por ambas instituciones. Sus directoras sellaron con un fraterno abrazo el acuerdo, cuyo objetivo fundamental es promover y ejecutar proyectos de asistencia recíproca, actividad docente y de investigación compartida, así como pasantías profesionales e intercambio de información.
Otro momento del encuentro fue la entrega por la mandataria de la bandera de su patria a los directores de 11 instituciones educacionales capitalinas cuyos nombres evocan a patriotas de esa nación, o al propio país.
Al hacer uso de la palabra, Bachelet recordó que la educación ha sido una preocupación de sus dos mandatos (el último a punto de concluir), y que se materializó en el ámbito externo mediante la cooperación para el desarrollo, mantenida también con Cuba.
La Presidenta manifestó la coincidencia con la Isla en torno a la necesidad de la formación de los niños desde su primera infancia y manifestó la visión común acerca de la relevancia de la cooperación Sur-Sur.
La responsabilidad de cooperar, dijo más adelante, es uno de los pilares de nuestra política exterior.
La ministra de Educación de Cuba, Ena Elsa Velázquez, fue anfitriona de la Jefa de Estado junto a la vicetitular de Salud, Marcia Cobas, y recordó en las palabras inaugurales la importancia que el Estado confiere a la educación y la salud en la Isla, rubros a los que dedica más del 50 por ciento del presupuesto cada año, lo que permite su gratuidad, apuntó.
Evocó también mutuos gestos de solidaridad entre ambas naciones. Hoy confirmamos esos vínculos con este acto, aseveró.
Bachelet agradeció a la Mayor de las Antillas su apoyo en momentos difíciles, y aseveró que ambas naciones tienen la obligación moral de consolidar lo alcanzado y «seguir avanzando».
Cuba envió una brigada de una treintena de médicos a Chile para socorrer a ese pueblo luego del terremoto de Valdivia en 1960, en lo que constituyó la primera ayuda cubana de emergencia, y luego lo hizo nuevamente en otras oportunidades. Las más recientes, tras el sismo constatado en Rancagua en 2010 y el ocurrido en Valparaíso en 2017.
Fotos: Roberto Ruiz