Hace falta lograr una mayor presencia de los jóvenes en las actividades y proyectos constructivos que se llevan a cabo en la Isla. Hay que tratar de incentivar a los más nuevos por el trabajo del sector, que es estratégico para impulsar el desarrollo del país, destacó Carlos de Dios Oquendo, secretario general del Sindicato Nacional de la Construcción, durante la Primera Conferencia Nacional del ramo.
Al intervenir en una de las comisiones de trabajo de Eficiencia Económica del cónclave, De Dios Oquendo insistió en la importancia de velar por la responsabilidad compartida, el cumplimiento de la disciplina tecnológica, el autocontrol y la autogestión, como factores que contribuyen a ganar la batalla por la calidad en los procesos constructivos. Estimó que el reconocimiento moral y material a los trabajadores ayuda a crear sentido de pertenencia, y esta, a su vez, a erradicar la chapucería.
Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político y secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, reflexionó sobre el papel de los trabajadores y el sindicato a la hora de conformar los planes económicos de las empresas.
«El sindicato tiene que saber que la obra, la fábrica de producción de materiales es su escenario principal, pues allí es donde están los trabajadores. El momento de definir el plan tiene que ser sagrado, pues lo que no se incluye en él, luego no tiene fuente para los suministros», señaló.
Todo lo que tenga que ver con el mejoramiento de las condiciones de los trabajadores hay que proponerlo en el plan, subrayó Guilarte.
La experiencia de cooperativas no agropecuarias (CNA) exitosas confirmaron la idea de que hay que controlar los materiales y hacer una gestión racional de los recursos humanos si se quiere un buen resultado.
Ricardo Veranes, héroe del trabajo de la República de Cuba, quien durante 41 años laboró en el Ministerio de la Construcción y lidera desde hace cuatro años una CNA en Santiago de Cuba, afirmó que el jefe tiene que dar el ejemplo para todos los trabajadores.