BARTOLOMÉ MASÓ, Granma.— Estudiantes y profesores de la Universidad de Granma (UDG) desarrollan desde hace tres años un proyecto para mejorar áreas del Parque Nacional Turquino, donde se encuentra la elevación más alta de Cuba.
El grupo, compuesto por 18 personas, ha analizado algunos de los factores que influyen negativamente en zonas próximas al Pico Turquino, en la Sierra Maestra, entre los que se encuentran los impactos provocados por el cambio climático, la ausencia de información sobre la estructura y funcionamiento de los ecosistemas forestales después del paso del huracán Dennis (en 2005) y el crecimiento de plantas invasoras.
El máster en Ciencias Yandro Jiménez Brizuela, del departamento de Ingeniería Forestal de la UDG, explicó que el colectivo tiene entre sus misiones restaurar paisajes forestales mediante la investigación aplicada, el impulso de proyectos integrados y la educación ambiental de los que escalen la cima de Cuba y de los pobladores de las montañas.
«Cuando las personas suben una elevación como el Turquino pueden arrojar desechos, trasladar involuntariamente especies dañinas, estropear los senderos y realizar otras prácticas que deterioran el ecosistema; por eso nos hemos propuesto resarcir algunos de los perjuicios causados al Parque en los últimos tiempos», detalló el investigador.
El grupo de la UDG, denominado Ekman, en honor al sueco Erick Leonard Ekman, a quien se le atribuye haber medido en 1915 la altura del Turquino, y haber bautizado los picos Cuba y Suecia, contribuyó a la recuperación de seis hectáreas de bosque en la cuenca del río La Plata, a la siembra de especies típicas del Parque Nacional y a la eliminación de diversas especies.