Sherritt International Corporation, la empresa extranjera que constituye hoy uno de los principales inversores en el sector de la energía y la minería, se propone fortalecer los proyectos de níquel y cobalto en el país, así como el desarrollo de nuevos programas para promover en la Isla una mayor eficiencia en la generación de energía limpia como parte de un trabajo conjunto con las empresas Unión Cuba-Petróleo (Cupet), Energas S.A y la Unión Eléctrica (UNE).
Mark Sitter, director de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de la compañía canadiense, comentó a este diario que el nuevo gasoducto de Energas permitirá recuperar aproximadamente 150 000 metros cúbicos de gas previamente quemado en la atmósfera.
Destacó además que se prevé que la nueva planta de ácido de Moa Níquel —concluida en el 2016— reduzca las emisiones de CO2 en 100 000 toneladas por año.
Mark Sitter señaló que en la actualidad Sherritt produce un tercio de todo el crudo nacional en Cuba, destinado al mercado interno, y de complemento Energas produce la energía más limpia, lo que representa el 15 por ciento de la energía disponible en la red de distribución cubana.
El directivo apuntó que la Sherritt, durante más de dos décadas, ha sido capaz de contribuir al desarrollo responsable en Cuba. La empresa siempre ha tenido en la Isla un socio comercial de confianza, a pesar de las limitaciones impuestas por la política de bloqueo del Gobierno de Estados Unidos.