Economía Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 06:51 pm
Llegar a fin de mes puede exigir tanto virtuosismo de una familia como a un malabarista el caminar en la cuerda floja: pagar las cuentas, comprar todo lo necesario, dejar dinero para algún imprevisto y ¿ahorrar?... son algunas de las «habilidades» imprescindibles que debe aprender quien decida asumir la titánica tarea de crear un hogar.
En torno a este tema, JR Podcast Más que papel generó un debate en el que participaron personas jóvenes y no tan jóvenes, de diferentes profesiones, oficios y regiones de país.
Sus puntos de vista siempre estuvieron fuertemente matizados por la experiencia personal, esa a la que damos voz en cada emisión radial de JR en Internet.
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Creativas y apretadas fórmulas
«Primero, creo que debes esforzarte en todo lo que hagas. Vale mucho lo que hayas estudiado, que en mi caso me ha servido», explica Yassel, quien estudió Ingeniería en Telecomunicaciones y Electrónica en la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba, y en cuya opinión «en el país existen una serie de posibilidades que permiten expandir tus resultados, tu adquisición económica y de alguna forma, mejorar la economía de bolsillo».
Para este joven, quien actualmente trabaja en la Consultoría Consultores y Asociados S. A. (CONAS) de la capital, no existen «trucos mágicos» a la hora de encontrar soluciones para aportar a la mantención de su esposa y su niña:
«Tuve una experiencia en una cafetería, vendía alimentos ligeros, estuve haciéndolo alrededor de cinco o seis meses y debido a dificultades desde el punto de vista logístico, la adquisición de insumos y materias primas, se me hizo difícil y decidí cerrarla. Luego solicité una licencia como Agente de Telecomunicaciones y en algún momento, también me he dedicado a la impresión y fotocopia de documentos…», nos narra.
Miguel, quien se desempeña como artesano, en medio de la bulliciosa Habana nos comentó que la última vez que calculó los gastos diarios y mensuales de su hogar, llegó a la conclusión de que necesitaba demasiado: «Era un dinero bien gastado, así que me dispuse a trabajar más fuerte, y he logrado organizarme, con lo cual mejoró mi economía. Pero, por ejemplo, entre mis hábitos para ahorrar están no comer fuera de casa, a no ser que sea absolutamente necesario».
María Elena, quien es dependiente de un mercado agropecuario, considera que los salarios no alcanzan, ni siquiera cuando se labora por cuenta propia:
«Trabajo en el mercado de Empedrado, en La Habana Vieja. Yo soy la dueña y la que vendo en mi puesto, pero realmente, con el problema de la economía, por mucho que ganes allí igual resulta difícil. Yo estoy criando a mi nieta y considero que la comida y los productos básicos, cuestan demasiado. Aunque, de todas formas, me levanto todos los días a las 5:00 a.m. y me sacrifico al máximo».
«La economía de bolsillo no es sólo el dinero que gana una familia y cómo lo planifica, sino cómo obtienes un mayor rendimiento de ese dinero», puntualiza Arístides, un matemático que, además de estar empleado en la agencia de noticias Prensa Latina, sostiene una casa de renta.
Sobre los altibajos de la economía nacional e internacional, y su influencia en el entorno individual, considera: «Las crisis influyen en diferente grado en las personas, en dependencia de su estado económico, preparación y otros muchos factores. Sin embargo, uno tiene que tratar de minimizar las influencias negativas que tienen sobre su persona y núcleo familiar».
Tal como recomiendan los especialistas financieros, hay que trazarse una meta en un periodo de tiempo simbólico.
Por eso Arístides, aconseja a los más jóvenes: «Para lograr cualquier cosa, lo primero es analizar la meta, cuáles son las dificultades que te impiden llegar a ella, y trabajar sobre eso. De lo contrario, siempre estarás soñando, o pensando en algo que no puedes realizar».
En cuanto a la economía familiar, este amante de los números confiesa no hacer muchas cuentas en casa: «Esa es una ecuación matemática con muchas variables y sin muchas soluciones. En las circunstancias actuales, lograr una planificación exacta para la economía familiar, no es posible…», dice y pone final.
Por otro lado Magalis, Licenciada en Cultura Física y actual ama de casa, sí encuentra imprescindible pensar en una planificación para su hogar y, explica, saldar las deudas debe ser siempre la prioridad número uno.
«En el hogar, nunca puedes gastar más de lo que ganas —advierte—y lo primero es pagar todas las cuentas mensuales, y de ahí, todo lo que necesitas desde el punto de vista de la alimentación. Por supuesto, los abuelos jubilados no pueden tener la misma calidad de vida que quienes aún trabajan y ganan más…».
En su criterio, la clave no reside sólo en tener un mayor salario, sino en saber invertir el dinero.
«Yo fui criada en una familia emprendedora, donde aprendí que todos en la casa deben contribuir en el incremento de esa economía, según sus posibilidades. Considero que siempre se puede innovar, crear, algunos tienen habilidades para hacer artesanías, otros saben cocinar bien… así que siempre se puede hacer algo para tratar de mejorar no sólo la economía, también la convivencia porque solo lamentarnos de la situación difícil del país, o de los precios del petróleo, no nos resuelve nada…».
Cerramos este episodio de JR podcast con la opinión de Anisleydis, estudiante de quinto año de la carrera de Geografía en la Universidad de La Habana, quien se esfuerza por ser independiente y, por tal razón, combina la realización de su tesis con un empleo parcial.
«Trabajo en un paladar dos días seguidos, y el resto del tiempo se los dedico a la tesis. Para mí, lo más importante es no esperar todo de tus padres; al contrario, debemos pensar en cómo ayudarlos».
Y tú, que nos lees o nos escuchas, ¿qué haces para cubrir tus necesidades en el hogar? ¿cómo te las arreglas para ahorrar? Esperamos tu criterio en nuestro cajón de comentarios o a través del correo juventudrebelde.cu@gmail.com
10 maneras sencillas de ahorrar dinero
Esto es lo que recomiendan, entre otros expertos, los especialistas del Banco de las Américas, el Baby Center y quienes realizaron el I Estudio de comparación online hacia el ahorro inteligente» elaborado por Rastreator.com, en España.
1. Anota tus gastos durante un mes: puedes hacerlo en una aplicación móvil o en una libreta que lleves siempre contigo en el bolso.Una vez que te des cuenta en qué gastas el dinero, puedes decidir qué cosas son necesarias y de cuáles puedes prescindir.
2. Establece un presupuesto (con un objetivo a alcanzar): es importante que tengas en cuenta tus gastos fijos mensuales para calcular una meta de ahorro. Si no se te dan muy bien los números, hazte con una hoja de cálculo para tener las cuentas al día. Así, podrás controlar las cantidades (más o menos elevadas) que puedas guardar.
3. Compara precios y busca ofertas: no es necesario que vayas de un supermercado a otro mirando los precios (aunque nunca es mala idea). Puedes preguntar a tus familiares, amigos y compañeros de trabajo dónde compran y comparar la relación calidad-precio de los productos.
4. Evita las compras por impulso (casi nunca lo necesitas): muchas veces nos compramos cosas por darnos un capricho bajo el lema “para algo estoy trabajando” o porque están baratas, aunque en realidad no las necesitemos.
5. Reduce los gastos en casa: puedes ahorrar agua y energía contando con electrodomésticos eficientes y ecológicos. Lo notarás en tus facturas.
6. Conserva tus ingresos extras: cierto es que esta alternativa no es tan sencilla de conseguir. Setrata de buscar pequeños trabajos o proyectos con los que ganemos un dinero adicional y procedamos a guardarlo... Difícil, pero no imposible.
7. Combinar deudas y ahorro: aunque tengamos pagos pendientes, mantener una parte de dinero «a salvo» es fundamental. Es decir, que no dejemos de ahorrar algo de dinero porque tengamos que hacer frente a determinadas deudas mensuales.
8. Disminuye tus gastos en ocio o productos de consumo accesorios (no de primera necesidad).
9. Abre una cuenta de ahorros que no puedas tocar: ahorra para gastos más grandes.Estas cuentas bancarias no suponen ningún riesgo y ofrecen una tasa de interés más alta que las cuentas de ahorros normales, pero el dinero debe permanecer en depósito durante un periodo de tiempo determinado. De esa forma, no puedes tocarlo cuando te entra la tentación de comprarte algo que no necesitas de verdad.
10. Llena un frasco con monedas sueltas: pon un frasco grande y de boca estrecha (para que no puedas meter la mano) en un lugar bien visible, y vacía allí cada noche las monedas que llevas en la billetera. Vale la pena, lo verás a fin de mes…