Cada vez son más los adolescentes que acogen con beneplácito la idea de leer en sus propios móviles o desde las pantallas de las computadoras de la escuela o la casa. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 05:49 pm
Bienvenidos a otra emisión online del programa radial de Juventud Rebelde. El tema de esta vez son los libros electrónicos, soportes en los que el mundo moderno vierte la imaginación y la ciencia. Y para indagar sobre las nuevas maneras de consumir literatura, JR Podcast invitó al debate a un grupo de adolescentes de La Habana.
Sabrina rompe el hielo con un «Me encanta leer», tras el cual enumera la última bibliografía que paso por sus manos: Cincuenta sombras de Gray y El amor en el olvido.
«Siempre leo en el móvil, es más fácil…», nos dice con naturalidad.
A Dayana también le agradan los libros digitales, sobre todo los de terror o historias románticas como la de After, Cómo sobrevivir al amor, Cien razones para no enamorarse o El retrato de Dorian.
«Y a mis amigos también les gusta, todo el tiempo nos pasamos aplicaciones para abrirlos», nos cuenta.
Algunas de las app más usadas en la Isla para intercambiar libros son Zapya y Shareit.
Melisa, otra adolescente, irrumpe para alegar que ella lee en cualquier formato, y que prefiere los autores ingleses: «No me agradan tanto los libros científicos, pero leo mucha historia y por eso puedo conversar con personas de distintas culturas y edades. Me gusta, por ejemplo, Jane Austen y Edgar Alan Poe con su estilo gótico y profundo».
En cambio Annaliet opina que entre los jóvenes de su generación la lectura no es muy popular y una de las causas es el uso excesivo de los móviles, aunque también —comenta— «es más divertido ir a buena discoteca, pasear, jugar un videojuego... En mi caso, me gusta la acción, la ficción, el terror…Yo pienso que leer en el móvil o con un libro tradicional da igual porque después de todo te sientes dentro de la historia».
Los criterios a favor y en contra de las lecturas a través de una pantalla parecerían pasadas de moda de no ser porque este 2017, durante la Feria Internacional del Libro, los e-books se convirtieron en una novedad.
En medio de esta oferta inusual, Marlene Oliva, especialista comercial de la empresa cubana de Tecnologías de la Información y Servicios Telemáticos (CITMATEL) nos informó de que, aun cuando parezca raro, la entidad para la cual trabaja lleva 26 años asistiendo a la Feria con sus productos digitales, aunque ahora tienen mayor acogida porque se distribuyen a través de memorias flash e inauguraron una librería virtual con la dirección www.libreriavirtual.cu.
Más de 200 títulos contiene esta colección y —agrega— «en la Fortaleza San Carlos de la Cabaña, nuestro stand recibió una gran aceptación, en especial por las temáticas relacionadas con la salud y la cocina, pero también tenemos educativos, medicina natural, literatura cubana…. La buena noticia es que vamos a estar en todas las provincias durante este evento».
Muy cerca de ese stand conversamos con Mónica, una estudiante de preuniversitario que calificó esta nueva opción como «económica» pues le permite obtener las obras que escasean impresas y necesita para la escuela; aunque —no sin cierta nostalgia concluyó— «con el libro se puede crear un vínculo mas estrecho, se puede manosear, hacerlo tuyo»...