La mayoría dormía cuando a las 04:08 de la madrugada un movimiento telúrico de 5,8 sacudía las tierras del oriente cubano.
El sismo se ubicó en las coordenadas 19,6 de latitud norte y 76,6 de longitud oeste, a 10 kilómetros de profundidad. Según informó la red de estaciones del Servicio Sismológico Nacional (SSN) los reportes de perceptibilidad abarcan a las cinco provincias del este cubano.
Se trata del segundo sismo perceptible del año, ubicado a 85 kilómetros al suroeste de Chivirico, en el municipio costero y montañoso de Guamá, que se extiende junto al mar Caribe y la Sierra Maestra. Y ocurrió justamente a un año de iniciarse en Santiago de Cuba una serie sísmica anómala que mantuvo en vilo a la población.
Como sucede habitualmente en estos casos, numerosas familias salieron del amodorramiento de esas horas y aquellas personas que no percibieron directamente el temblor se enteraron de inmediato por teléfono o la comunicación directa con vecinos, amigos y parientes.
Según declara una nota de Prensa Latina, hasta el momento, el terremoto de este martes no ha ocasionado daños humanos ni materiales y los sismólogos mantienen su estrecha vigilancia hacia esas señales de las entrañas de la tierra, que envió la primera de este año el último día 4, con una magnitud de tres en la escala de Richter.