Como resultado de la Voluntad Hidráulica que comenzó a inicios de la década de los años 60, Cuba cuenta con la capacidad de emplear aproximadamente el 60 por ciento de los recursos aprovechables, que ascienden a 13 600 millones de metros cúbicos Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 06:42 pm
Al finalizar octubre los embalses administrados por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) almacenaban 5 177 millones de metros cúbicos de agua, el 57 por ciento de la capacidad total con una porción utilizable de 4 495 millones de metros cúbicos.
Pese a la mejoría mostrada de forma general por el régimen de precipitaciones en el transcurso de 2016, no pudieron compensarse los notables déficits arrastrados en diversas zonas del archipiélago cubano durante los dos años precedentes, informó Granma.
El comportamiento de las lluvias en el recién finalizado periodo húmedo (mayo-octubre) estuvo en el rango de lo normal para esa etapa del año, al registrarse un acumulado promedio nacional de 969,5 milímetros, equivalente al 97 por ciento de la media histórica.
Como reflejan datos ofrecidos por el Grupo de Servicio Hidrológico y Disponibilidad de la Dirección de Uso Racional del Agua del INRH, la región occidental reportó 1 124,9 milímetros, el 100 por ciento de la cifra esperada en dicho semestre, mientras en el centro y el oriente precipitaron por ese orden 921,6 y 890,2 mm, que representan el 90 y el 102 por ciento de los valores habituales de la época.
Los acumulados pluviales en 78 municipios sobrepasaron los promedios históricos (37 en occidente, siete del centro y 34 de oriente), siendo Alquízar donde ocurrió el máximo absoluto con 1 514 mm.
El volumen actual de porción utilizable en acumulado de agua es inferior al promedio histórico para la fecha en 1 147 millones, pero supera en alrededor de 622 millones lo retenido al cierre del décimo mes del calendario el año pasado. También significa un aumento de 254 millones respecto a la cantidad que acopiaban en septiembre.
Igualmente, de las 15 cuencas subterráneas de categoría uno vinculadas al abasto de agua a las principales ciudades y polos turísticos, nueve aparecen en estado normal, cinco en situación desfavorable, y una en estado crítico. La capitalina cuenca de Vento se mantiene en la zona normal y ascendiendo.
Pese a una mejoría mostrada de forma general, un hecho es que no pudieron compensarse los notables déficits arrastrados en diversas zonas del archipiélago cubano durante los dos años precedentes.
Así un número apreciable de fuentes suministradoras del vital recurso natural a la población siguen con niveles deprimidos, bien distantes de lo que pueden contener, lo cual exige hacer el máximo esfuerzo por ahorrar agua en el sector residencial y estatal, sobre todo ahora que ya estamos inmersos en el periodo seco.