El Consenso de La Habana, hoja de ruta como respuesta de emergencia en materia de investigación y desarrollo para el enfrentamiento al zika y otras enfermedades transmitidas por el mosquito del género Aedes, fue aprobado este viernes como resultado de las jornadas de fructífero intercambio científico y de experiencias en la Reunión Regional para la Estrategia de Vigilancia y Control de las arbovirosis.
El doctor Sylvain Aldighieri, director adjunto del Nuevo Programa de Emergencias de Salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), dio lectura al documento que permitirá cumplir la implementación de la estrategia de prevención y control de las arbovirosis, durante la sesión de clausura del evento, no sin antes ponderar su realización en Cuba, donde las acciones de lucha antivectorial constituyen un referente para el resto de las naciones de la región.
En otro momento, la secretaria del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, Silvia Burwell, ratificó en intervención especial el interés de su país en contribuir a la realización de investigaciones científicas que permitan un mejor y más rápido diagnóstico de las arbovirosis y su eficaz manejo clínico.
Lo expresó en presencia del doctor Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y ministro de Salud Pública de Cuba; de Cristian Morales, representante de la OPS y la Organización Mundial de la Salud en nuestro país, y de ministros y viceministros de salud de países de la región, así como de los 170 participantes en el encuentro.
Mientras, el viceministro de salud de Cuba, Alfredo González Lorenzo, instó a lograr la voluntad política de los Estados de la región en la lucha contra las enfermedades arbovirales y calificó de imperiosa la necesidad de contar con los recursos financieros que permitan lograr la eficacia de las estrategias y los programas trazados.
«Nos corresponde perfeccionar cada vez más el control sanitario internacional y la vigilancia epidemiológica en las ciudades para identificar oportunamente la aparición de casos sospechosos y actuar de manera inmediata, con el objetivo de cortar la cadena de transmisión y propagación de epidemias».
González Lorenzo significó la importancia de la sospecha clínica y el diagnóstico temprano, el manejo eficaz de los casos, la organización y las capacidades técnicas en los servicios de salud, así como la implementación de protocolos y guías de prácticas clínicas.